CONFLICTO DE CONVIVENCIA POR EL TURISMO

Queja en la Sagrada Família por el exceso de autocares

Decenas de vecinos formaron ayer una cadena humana para reclamar soluciones

Protesta vecinal, ayer.

Protesta vecinal, ayer.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Los vecinos de la Sagrada Família están hartos de la gran cantidad de autocares turístos y de la usurpación que tanto los buses como los visitantes hacen de sus calles y plazas a lo largo de todo el año. Por eso, ayer denunciaron de nuevo que ya no pueden más y exigieron soluciones para recuperar el barrio. Lo hicieron con una cadena humana a la que se sumaron decenas de personas y en la que desplegaron pacartas contra esta invasión de público que no ha hecho más que crecer desde que el templo se proyectó al mundo por la visita del Papa el pasado noviembre.

Durante la concentración reivindicativa, que tuvo lugar en la confluencia de las calles de Marina y Provença, la representante de la Associació de Veïns de Sagrada Família, Carme Cots, denunció que los vecinos sufren incluso para ir al mercado o coger el metro. «Sabemos que el barrio no es solo nuestro, pero si hemos de convivir con el turismo queremos hacerlo de una forma sana», indicó Cots, quien enmarcó el problema en algo general en la ciudad que se debe combatir.

«Estamos muriendo de éxito», prosiguió la portavoz durante una protesta en la que se animó a los vecinos a denunciar a aquellos vehículos que aparquen en sitios inadecuados a través de fotos que recojan la matrícula. Para paliar esta situación, reclaman una actuación inmediata que ya han concretado en una serie de propuestas, y que incluye la creación de puntos específicos para los autobuses fuera del centro de la ciudad, así como convertir en peatonal los alrededores del templo.