avances en un importante proyecto ubanístico atascado

¿Qué pasa sobre las vías?

Zona ya totalmente verde en el barrio de Can Clota, en Esplugues.

Zona ya totalmente verde en el barrio de Can Clota, en Esplugues.

HELENA LÓPEZ / Barcelona

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El arquitecto Carles Baiges advertía ayer al inicio de la  excursión que no será ni mañana, ni pasado, ni quizá de aquí a 20 años, pero que la idea tiene potencial y futuro siempre que no se deje morir. Con esa intención, mantenerla viva, el proceso participativo para debatir sobre los futuros usos de la cubierta del cajón sobre las vías del tren en Sants concluyó la radiante mañana de ayer con un paseo entre la estación de Sants y el parque de Can Mercader. Ocho kilómetros siguiendo las vías que religan Barcelona, L'Hospitalet, Esplugues y Cornellà -las cuatro ciudades divididas por el paso del ferrocarril-, trayecto que podría llegar a convertirse en un gran corredor verde, aprovechando el impulso del gran parque de 700 metros sobre el cajón de Sants en cuyo proyecto ya se está trabajando y los importantes parques ya existentes en el recorrido, como el parque de Les Planes, en L'Hospitalet, o el de La Solidaritat en Esplugues. No es casualidad que ambos parques lleven la firma del arquitecto Sergi Godia, responsable del cajón de Sants, quien siempre tuvo en mente el corredor metropolitano.

Pese a las reticencias iniciales mostradas por los vecinos con el proceso participativo impulsado por el ayuntamiento tanto por las formas como por el fondo -no entendían la necesidad de interponer un intermediario mientras ellos llevaban años negociando directamente con la Administración y no veían claro que se realizara una vez el proyecto ya se estaba redactando-, la elección de los colectivos especializados en urbanismo ciudadano Raons Públiques y La Col -colectivo de arquitectos que ha trabajado duramente en la recuperación ciudadana de Can Batlló- para realizar el proceso ha ayudado a que este funcionara. Han participado en el mismo unas 400 personas, que han pedido, entre otras muchas cosas, que el parque sobre el cajón combine las zonas para niños y para personas mayores y que tenga fuentes y lavabos.

«Hemos recogido todas las aportaciones y se prepararán dos informes, el de las cosas que caben en el cajón, y el de las que no caben, pero son peticiones ciudadanas -como un parque de skate-, para posibles nuevas actuaciones en otros puntos del distrito», apunta el joven Baiges, quien recuerda que las obras de urbanización de la cubierta del cajón se licitarán durante el primer trimestre del año próximo.

PROTESTAS DESDE EL XIX / Además de mostrar la viabilidad  geográfica del corredor verde -durante el paseo los participantes, barceloneses, se dieron ayer cuenta de que ya existen grandes parques verdes junto a la vía en el área metropolitana y que, unirlos, es solo una cuestión de voluntad- la caminata bajo el sol sirvió para explicar cómo ha afectado la presencia del tren en la historia de Sants. El historiador Agustí Giralt explicó cómo las vías levantan quejas desde su construcción, en 1850, y el veterano activista Joan Costa reconoció la derrota vecinal que supuso no lograr el soterramiento de las mismas. «Ahora hablamos de urbanizar un parque sobre el cajón, pero si en vez de cajón las vías se hubieran soterrado tendríamos no un parque, sino una inmensa avenida, pero ni fuimos capaces de movilizar a los vecinos ni hubo interés político por parte de absolutamente ningún partido», explicó Costa, quien advirtió que ayer terminaba el proceso abierto por el ayuntamiento, pero no la lucha vecinal. Próximamente tendrán una nueva asamblea y seguirán presionando para obtener un calendario para la actuación en la parte mar del cajón (de momento solo se trabaja en la montaña).

Otro de los temas abordados -además de la historia y papel en la vida social del barrio de Can Vies- fue el futuro de la estación transformadora junto a Mercat Nou, pegada al cajón. Con la construcción de los taludes que suavizarán la dureza del bloque de cemento, los transformadores se situarán bajo los mismos, con lo que el bello edificio, protegido, quedará libre para convertirse en un equipamiento de barrio.