TRANSFORMACIÓN DE UNa joya modernista

El Palau Macaya renace como centro de servicios sociales

Panorámica del patio interior del Palau Macaya, diseñado en 1901 por Josep Puig i Cadafalch.

Panorámica del patio interior del Palau Macaya, diseñado en 1901 por Josep Puig i Cadafalch.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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El Palau Macaya, emblemático edificio modernista construido por Josep Puig i Cadafalch, entre 1898 y 1901, en el 108 del paseo de Sant Joan, de fachada blanca con esgrafiados en ocre, ventanales neogóticos de forja con coloridos cristales y aberturas escultóricas, es en cuanto a usos una de las joyas arquitectónicas más camaleónicas de Barcelona.

Ayer, tras dos años de remodelación, Xavier Trias, alcalde de Barcelona, e Isidre Fainé, presidente de La Caixa, inauguraron una nueva etapa como centro de actividades de servicio social impulsadas por la Fundació La Caixa, que regenta esta residencia señorial desde 1947.

Únicamente el patio interior con la escalera cubierta, la fachada, la planta noble y algunos techos altos con artesanados modernistas se mantienen como los diseñó originalmente Puig i Cadafalch. Las salas, las aulas, el cibercafé, la hemeroteca y el auditorio ocupan laberínticos espacios remodelados para adecuarlos a las nuevas tecnologías. El ciudadano, así, tiene acceso gratuito a 2.000 metros cuadrados pensados para acoger zonas destinadas a la transmisión de conocimientos, la reflexión, el debate y la formación. El acceso al edificio, cercano a la Diagonal, es libre, pero los horarios se ciñen de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas.

También se cederán espacios para actos de entidades que tengan sensibilidad y estén comprometidas con el ámbito del pensamiento, las ciencias sociales, la conservación del medioambiente y la sostenibilidad. «Es lo que más reclama ahora Barcelona», dijo Lluís Romeu, director de EspaiCaixa Palau Macaya.

Fainé manifestó que el objetivo de esta etapa es la sostenibilidad económica, social y medioambiental. «Contribuir al progreso de las personas y luchar por una vida con sentido, por una familia y una sociedad justa», declaró Fainé. Trias dijo que es «un gran regalo para Barcelona».

El palacete ha tenido muchas vidas. Primero albergó la residencia privada del industrial Romà Macaya. En 1914 fue adquirido por el empresario Juan Vilella. La guerra civil provocó daños en sus muros, por lo que al final fue puesto en venta. Y en 1947, fue comprado por la Caja de Ahorros y Pensiones, hoy conocida como La Caixa. Su primer destino fue dar cobijo al Instituto Educativo de Sordomudos y de Ciegos.

«CAIXAFÒRUM SOCIAL» //En 1976, el edificio fue catalogado como bien cultural de interés nacional, y poco después de nuevo mudó la piel para convertirse en la sede del Centre Cultural de la Fundació La Caixa, que exhibió exposiciones como la gran antológica dedicada a Dalí. El alcalde Trias recordó ayer que el Palau Macaya fue «la semilla» de CaixaFòrum y CosmoCaixa, ya que alumbró los primeros meses de vida de ambos. «Ahora se convertirá en el CaixaFòrum Social», vaticinó.

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