Muere Bernardo Cortés, el poeta de la Barceloneta

El músico callejero se hizo popular al ser caricaturizado por Oriol Grau como Palomino

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Bernardo Cortés Maldonado, conocido también como 'el poeta de la Barceloneta', ha fallecido a los 83 años en el Hospital del Mar de Barcelona, donde llevaba ingresado desde hace algo más de un mes. El cantautor y poeta se hizo popular cantando en los chiringuitos del popular barrio y por la televisión, que le convirtió en un personaje caricaturesco llamado 'Palomino'. 

Cortés llegó a Barcelona a los 19 años como emigrante desde su Jaén natal. Explicaba que ganó un concurso de mecanografía y que estuvo en Francia, Bélgica y Suiza, donde pasó ocho años. A su regreso fundó una empresa de derribos y excavaciones pero su socio murió en un accidente laboral en el metro de Sarrià y él cayó en una depresión que le llevó a no continuar en la empresa y a tener problemas con el alcohol. 

Comenzó a cantar por los chiringuitos de la Barceloneta, en el restaurante Salamanca, pasando el plato de día y a escribir poesía por las noches. Era una Barceloneta idealizada, “del pueblo para el pueblo”, nada que ver con el barrio lleno de turistas y especulación inmobiliaria actual; un barrio con chiringuitos de paella y sangría que las piquetas de los Juegos Olímpicos se llevaron por delante.

Lo adoptaron los modernos de la Barcelona preolímpica, que le llevaron a actuar al Otto Zutz, cuando se hacía llamar, parodiando su baja estatura, ‘El Chicarrón de la Barceloneta’.

La televisión le encontró con 'Plàstic', el programa moderno de entonces en la segunda cadena de TVE, en 1983. Pero no fue hasta que vino Alfonso Arús, con ‘La casa por la ventana’ y después Tele 5, con ‘Qué gente tan divertida’, con Loreto Valverde, que le convirtieron en personaje televisivo.

IMITACIÓN DE ORIOL GRAU

Arús lo recuperó para el ‘Força Barça’ pero la fama a gran escala le llegaría con ‘Sense títol’, en el que Oriol Grau se apropió del personaje al que dio el nombre de ‘Palomino’ y lo llevó a varios otros programas, como ‘La cosa nostra’. El personaje televisivo absorbió al real, que llevó con resignación su fama, intentando recordarle al público que le conocía por Palomino, que había un cantautor bajo la capa grotesca que le habían asignado.

Publicó varios libros de poesía, 'Amanecer cantando', 'Materia y espíritu', 'Poemas en la Barceloneta' y 'De mis soledades y mi tierra', y varios discos, como ‘Maravillosa vida’, con temas propios y versiones; ‘Corazón, sol y luna’, un triple con 49 canciones y portada de Mariscal, en el que había versiones de 'Currucucú Paloma', 'Mi ovejita Lucera', o una versión techno del himno del Barça; y ‘Luna poética’, con poemas propios,

Participó en películas como 'Lola', de Bigas Luna, o 'El invernadero', de Santiago Lapeira y, según explica Antonio Herrero, amigo y biógrafo, Fellini le quiso contratar como personaje. A sus 83 años, todavía tenía actuaciones concertadas, la última en Badalona la semana pasada.