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Valls se lanza a por la alcaldía de Barcelona con un discurso conciliador

Manuel Valls se presenta como candidato a las próximas elecciones municipales en Barcelona

Manuel Valls se presenta como candidato a las próximas elecciones municipales en Barcelona / periodico

Toni Sust

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Después de nueve meses de especulaciones, Manuel Valls ha confirmado este martes que se presentará a las elecciones municipales de mayo: "Quiero ser el próximo alcalde de Barcelona". Lo hará, ha anunciado, encabezando una "plataforma transversal" todavía por configurarse en la que quiere sumar a personas de distintos contextos y, ha dicho, a varios partidos. Por ahora, ha recordado hacia al final de su intervención, solo Ciudadanos le ha mostrado su apoyo, pero la alusión ha llegado después de que el exprimer ministro francés dedicara la mayoría de la hora que ha durado su presentación a tomar distancia del proyecto del partido de Albert Rivera. De hecho, su discurso inicial podría no rechinar en los oídos de votantes de otros partidos.

Porque Valls, que ha alternado el catalán –la mayor parte del tiempo- y el castellano, se ha presentado como un hombre de izquierdas y ha apelado al pasado catalanista de su familia, empezando por su padre, el pintor Xavier Valls, del que ha dicho que despertó su vocación política, y siguiendo por su abuelo, Magí, y su bisabuelo, Josep Maria, concejal en Barcelona. Ha destacado sus lazos emocionales con Barcelona al recordar las vacaciones que pasaba en la ciudad con su hermana Giovanna. Ahora, ha dicho, viene para quedarse. En verano comunicó al presidente francés, Emmanuel Macron, que daría el salto a la política municipal barcelonesa y que se instalaría en la capital catalana y la semana que viene renunciará como diputado de la Asamblea francesa, algo que exigían sus críticos.

"BCN tiene problemas graves"

"Quiero ser claro sobre mi futuro: pase lo que pase, me quedaré", ha proclamado. Una advertencia a tener en cuenta, a la vista de que casi nadie le imagina, en caso de que no logre la alcaldía, pasando cuatro años en la oposición del consistorio, uno de los espacios en los que los políticos son más invisibles y tienen menos margen de maniobra.

También ha procurado no tardar en abordar los que considera que son los conflictos principales de la ciudad: "Hay que reconocer que Barcelona tiene problemas muy graves". Sobre la vivienda, ha afirmado que la política del gobierno de Ada Colau, a la que no ha citado explícitamente, "ha defraudado": "Solo se habrá hecho uno de cada 22 pisos sociales prometidos". Ha reclamado una gestión mejor del turismo: "El turista, el turismo, no es el enemigo". Ha subrayado que la ciudad vive "inseguridad en los barrios": "Hay una mala gestión del espacio público. Hemos visto escenas de gran violencia que han generado titulares en todo el mundo. No puede ser que se asocie a Barcelona con los narcopisos". Asimismo, ha subrayado que tiene en cuenta el área metropolitana para, sin invadir las competencias del resto de ayuntamientos, encontrar soluciones globales a los problemas.

El bagaje como activo

Como otra de las patas de su discurso de presentación, Valls ha esgrimido su trayectoria política como diputado, alcalde de Evry, ministro y primer ministro. Y ha apelado su gestión como alcalde para denunciar que Barcelona no funciona como debería: "No quiero dar lecciones a nadie pero estos problemas no se pueden esconder". El exprimer ministro ha demostrado las virtudes de un profesional experimentado. Ha llamado la atención que insistiera en rehuir toda agresividad, toda vehemencia. "No tengo enemigos", ha asegurado, pese a que es uno de los políticos que, según las encuestas, más rechazo despierta en Francia.

"Soy un hombre de izquierdas. Vengo del socialismo, pero soy un candidato independiente", ha recalcado Valls, que ha definido su proyecto como "inclusivo" y ha elegido una frase que poco tiene que ver con el discurso que hace el único partido que le respalda por ahora, Ciudadanos: "No quiero que pierda nadie, quiero que Barcelona gane". Sí ha rechazado explícitamente el separatismo, al oponerse a que en la ciudad se opte por la "equidistancia" ante el 'procés', en otro dardo a Colau sin cita. "Esta es una oportunidad para luchar contra el independentismo y el populismo", ha dicho, en la versión, breve, en la que se ha parecido más al político invitado en los últimos tiempos a los actos en favor de la unidad de España. 

"Puede ser la primera vez que alguien tenga la suerte de ser alcalde, ministro y primer ministro y luego alcalde en otro país", ha resumido el que ya se presenta como candidato a la alcaldía en las redes sociales. Su discurso podría inquietar a candidaturas de talante izquierdista a menos de que el de este martes sea solo eso, un discurso de amable presentación. El tiempo dirá si relega las tesis de Ciudadanos, como ha hecho en su primer discurso, o si las acaba abrazando, lo que por otra parte parecería lógico si los de Rivera aceptan renunciar a sus siglas, pero que quizá pueda restar votos a Valls, según le ha advertido gente que le presta asesoramiento y dinero. 

 Así les hemos contado la conferencia.