Pinchazo del primer domingo de tiendas abiertas

Pocas aperturas y menos ventas en una jornada marcada por la lluvia y la falta de información

Turistas en Portal de l'Àngel, este domingo.

Turistas en Portal de l'Àngel, este domingo. / periodico

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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La lluvia y el día gris hicieron que el primer domingo de tiendas abiertas decretado por el Ayuntamiento de Barcelona para buena parte de la ciudad no fuera agua de mayo para los comercios. Poca afluencia de gente, pocas persianas levantadas, menos ventas y ausencia casi absoluta de compradores locales han marcado una jornada pensada para atraer turistas a las tiendas del centro de la ciudad. "Ha sido muy flojo, han abierto muy pocas tiendas y ha habido pocos clientes, sobre todo por el clima”, afirma Salva Vendrell, presidente de Barcelona Comerç, que representa a los principales ejes comerciales.

Además de este, el ayuntamiento permitirá la apertura de comercios los domingos 15 y 22 de mayo, además de los tres primeros de octubre, en horario de 12 a 20 horas, en una amplia zona que acoge emplazamientos turísticos, desde el Camp Nou al Parc Güell, de los Encants al Paral·lel, tras un acuerdo con las asociaciones de comerciantes, los sindicatos y los vecinos. Estos días sustituyen este año a los domingos de verano y amplían los permisos que ya da la Generalitat para abrir en festivo a los comercios de toda Catalunya.

Algunos comercios de zonas ahora autorizadas, como el Born, ya abrían de modo regular cada domingo gracias a que se amparan en la ley estatal de comercio, y este no han notado demasiados cambios en la afluencia de visitantes. Tiendas de otras zonas dicen que no les vale la pena.

Así, mientras en la calle de Sants apenas un par de comercios habían levantado la persiana, en Portal de l’Àngel casi todo el mundo abría. “No abrimos porque no sale a cuenta, ya tenemos un horario amplio el resto de días”, explicaba Carmen, propietaria de una zapatería en Sants abierta por unas reformas pero que no atendía al público. “Apenas hay movimiento. Son días tontos en que la gente tampoco sale. Y aquí no llegan tantos turistas”, afirmaba Yolanda, encargada de la tienda de moda justo enfrente.

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La Diagonal, que podía abrir desde Francesc Macià hasta Glòries, era también un páramo con solo algunas tiendas de grandes cadenas (Inditex o Cortefiel) abiertas. El Corte Inglés abrió en Francesc Macià y plaza de Catalunya, pero no en Diagonal porque no entraba en la zona de aperturas. “Siempre que se puede abrir, abrimos, pero hoy es un día muy flojo, también porque está muy feo. Aprovechamos para hacer cosas internas”, explicaba Marta, dependienta de una tienda de menaje en la que apenas un par de turistas se interesaban por unas ollas.

Rambla de Catalunya y paseo de Gràcia tenían más clientela gracias a los turistas que iban y venían de la Pedrera a la casa Batlló. Pequeños grupos de turistas chinos, algunos con enseñas del grupo Tien, chafardeaban en las tiendas de las marcas de lujo, casi todas abiertas para la ocasión, sobre todo en las secciones de accesorios, pero se dejaban el dinero en Desigual, Zara o Mango.