Junqueras rectifica y rebaja sus exigencias para apoyar a Colau

Colau, el jueves por la tarde, en la plaza de las Navas del Poble Sec.

Colau, el jueves por la tarde, en la plaza de las Navas del Poble Sec.

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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ERC se aleja de una coalición de gobierno con Barcelona en Comú (BC). El alcaldable republicano, Alfred Bosch, advirtió el jueves de que ve a su formación fuera del gobierno que encabezará Ada Colau a partir del día 13. Esta "sensación", según su propia definición, se produce después de que la futura alcaldesa dijera el miércoles que no piensa firmar la hoja de ruta soberanista, algo que le había exigido horas antes el presidente de ERCOriol Junqueras, quien el jueves mismo se apresuró a rebajar su condición.

"Ahora no veo a ERC entrando en el gobierno", sostuvo Bosch en una entrevista en BTV. El edil electo y todavía diputado republicano en el Congreso avisó: "Las diferencias en lo que respecta al proceso [hacia la independencia] son grandes". Y a continuación agregó que hoy por hoy falta "complicidad" con la candidatura ganadora de las elecciones.

TITULARES SIN MATICES

El jarro de agua fría de Bosch no provocó desánimo en las filas de BC. La propia Colau sostuvo que "hay titulares que no reflejan los matices", en referencia a las declaraciones que desde el domingo se intercambian con ERC, primero con Junqueras y luego con Alfred Bosch.

BC "está trabajando para formar un gobierno desde el diálogo y las conversaciones siguen abiertas", proclamó Colau. Tras la autoexclusión de la CUP para incorporarse al futuro ejecutivo municipal, a la candidatura de nuevo cuño de BC (en la que están integrados seis partidos) solo le queda la posibilidad de alcanzar acuerdos con ERC y PSC, ya que descarta sentarse a hablar siquiera con los otros tres: CiU, Ciutadans y PPC.

JUNQUERAS RECULA

En la misma entrevista en la televisión municipal, Bosch describió: "Difícilmente nos podemos sumar a un grupo que no se suma al proceso. Dependiendo del grado de implicación que tengan en el proceso, nos implicaremos más o menos en el gobierno". No obstante, casi a la misma hora que el jefe de filas en el ayuntamiento expresaba estas dudas, Oriol Junqueras era mucho más benévolo con BC en TV-3. "Si no quieren firmar la hoja de ruta con CiU que no lo hagan, cada cual ha de asumir sus responsabilidades", transigió Junqueras en unas declaraciones que sonaron a marcha atrás respecto a su exigencias del lunes en Catalunya Ràdio.

El máximo dirigente de ERC, con tono conciliador, prefirió poner de relieve el compromiso de la candidatura de Colau con el derecho a decidir. "¿Qué prefiero tener? ¿Enemigos o aliados en un proceso que considero imprescindible?", se preguntó retóricamente Junqueras, que en todo momento abogó por la "colaboración" con BC "desde dentro, desde fuera, desde al lado, desde allá o desde más cerca", ejemplificó, dejando el escenario mucho más abierto de lo que lo estaba dejando Bosch en la otra cadena de televisión.

RECHAZO AL PSC

Así las cosas, queda todavía una semana de conversaciones. Los seis negociadores de BC y ERC seguirán reuniéndose para ver el grado de compromiso que alcanzan. Algo que probablemente ya sabían en la lista ganadora del 24-M es que los republicanos no ven con buenos ojos compartir gobierno con los socialistas para crear un nuevo tripartito. Pero, por si acaso, Bosch lo calificó ayer de "imposible".

¿El motivo? En el caso del PSC los republicanos no les perdonan su oposición frontal a la implicación de Barcelona en el proceso de transición nacional, sobre todo con la mirada puesta en las elecciones de septiembre. "Cuando Jaume Collboni dice que no podemos hablar de independencia al hablar de Barcelona, creo que se equivoca", dijo Bosch.

EVITAR SUMAS EXTRAÑAS

El republicano, además de rechazar incorporarse a un gobierno municipal en el que esté el PSC, aclaró que tampoco entraría en "sumas extrañas para derrocar a quien ha ganado las elecciones", en referencia a Ada Colau, "y hacer un gobierno a la contra mezclando manzanas y peras", sostuvo. Igualmente calificó de "antinatural" aliarse con PP Ciutadans.

Este aparente alejamiento (de momento) de ERC a participar en un gobierno con Colau obliga a esta a acercarse al PSC para tratar de garantizarse la estabilidad en el consistorio. Aunque la futura alcaldesa ha insistido en que no le inquieta tirar adelante el gobierno en solitario y llegar a acuerdos esporádicos con los partidos afines, la cifra de solo 11 concejales de un plenario de 41 convertiría el día a día en un ejercicio muy complicado de gestionar.