EQUIPAMIENTO AUTOGESTIONADO

Jóvenes de Sants más allá de Can Vies

El ayuntamiento cede la vieja cooperativa la Model del Segle XX al 'casal de joves' de Sants tras una larga reivindicación

zentauroepp42621862 barcelona  reportaje  clase abierta de twerking dancehall en180327093909

zentauroepp42621862 barcelona reportaje clase abierta de twerking dancehall en180327093909 / MARTÍ FRADERA

Helena López / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El anacrónico cartel de la discoteca Agapito aún luce en una de las fachadas del decadente edificio, en la calle de Violant d'Hongria. Sus nuevos inquilinos tienen el chascarrillo de llamar a los grupos de trabajo de los distintos talleres que se organizan en el espacio -de esperanto a 'dancehall'"los agapitos". Pero el pasado de este edificio histórico de Sants se remonta a mucho más allá. El historiador Agus Giralt cuenta en 'Memòria de Sants' que el edificio de la cooperativa la Model del Segle XX se inauguró el 27 de mayo de 1917. Disponía entonces de tienda, bodega, carnicería y un café con escenario, y ofrecía incluso servicios médicos, lo que convirtió la cooperativa en una entidad puntera en la Catalunya de principios del siglo XX. Esta historia fue una de las rescatadas del olvido en la exposición 'Memòria cooperativa', con la que se inauguró la recientemente rehabilitada Lleialtat Santsenca, cuya peripecia es muy parecida. Ambas pasaron de ser cooperativas de referencia antes de la guerra civil a acabar, tras el largo invierno franquista, siendo discotecas finalmente expropiadas por el ayuntamiento.expropiadas por el ayuntamiento.

La historia reciente de la última de las vidas de la Model del Segle XX, renacida en el autogestionado Casal de Joves de Sants, empezó a escribirse el 3 de marzo del 2016. Esa era la fecha que se leía en una sábana colgada en la céntrica plaza de Benet i Muixí por tres 'caps' del Cau Espurna. Convocaban a los jóvenes del barrio para debatir sobre la necesidad de crear un 'casal'. "Un espacio no politizado, abierto y gratuito donde los jóvenes pudiéramos reunirnos y donde arrancar pequeño proyectos. Está Can Batlló, pero es para gente más mayor, y Can Vies, pero está muy marcado y creíamos que era necesario abrir un espacio neutral, en el que todo el mundo pudiera sentirse cómodo", resume Jaume, miembro del nuevo 'casal'.    

"Teníamos fuerza para hacer algo grande"

Acudieron a la improvisada llamada casi un centenar de jóvenes. "Nos dimos cuenta de que teníamos fuerza para hacer algo grande. ¡Un avión, si queríamos!", recuerda el joven. Lo primero era buscar un local. Uno de los chicos que se presentó en la asamblea fundacional lo hizo con su trabajo de final de grado bajo el brazo, un trabajo que, oh casualidades de la vida, explicaba cómo convertir la antigua discoteca Agapito, de propiedad municipal y entonces abandonada, en un 'casal'. 

El consenso llegó rápido: la Agapito era el espacio perfecto. Definieron entonces qué tenía qué ser el 'casal' -las bases de las que partían, un lugar de encuentro en el que los chavales de 14 a 29 años se sintieran cómodos, vistieran como vistieran, y lo presentaron en el distrito. "En seguida nos dijeron que sí que sí, que muy bien, pero la cosa no avanzaba", apunta el joven.    

Barricadas en la memoria

principios del 2017 -después de casi un año de golpecitos en la espalda por parte del ayuntamiento, así como de que la cesión efectiva y las imprescindibles obras no avanzaran- los chavales organizaron una concurrida manifestación por la carretera de Sants y optaron por usar la 'técnica Can Batlló': poner una fecha límite. Si ese día no les habían entregado las llaves, entrarían. El ayuntamiento tomó nota y, quizá con las llamas por Can Vies las llamas por Can Viesaún en la retina, aceleró el proceso. El consistorio ha invertido 50.000 euros en adecentar el local -y adaptarlo a la normativa- y han firmado un convenio de cesión en precario indefinido. Ahora la pelota está en el tejado de los jóvenes. "Tenemos una comisión de infraestructuras que ya trabaja en las obras. Estos días construiremos una barra de madera para poder tener una pequeña zona más de bar", explica Jaume.  

Otro de los proyectos para después de Semana Santa es hacer el espacio más abierto. Que cualquier joven que pase por allí vea que el 'casal' puede ser también un lugar para él. Entrar en el imaginario colectivo de los chicos del barrio como nuevo punto de encuentro, además de hacer obras en la cocina y un taller de danzas vascas. 

La concejala de Sants-Montjuïc, Laura Pérez, señala que durante este mandato han revertido "un déficit estructural de equipamientos juveniles en el distrito". Además de la cesión de la Model del Segle XX a los jóvenes del distrito para que la autogestionen, Pérez añade que también han adquirido dos locales en la calle de la Química, en el barrio de la Marina, uno de los cuales pasará a ser un nuevo local para jóvenes; además de la apertura de un nuevo equipamiento también para jóvenes y adolescentes de 12 a 16 años en la calle de Leiva, en Hostafrancs y de la cesión de un nuevo local en la Marina del Prat Vermell para el proyecto Imagina't, espacio de ocio educativo en el que el distrito tiene previsto invertir 120.000 euros durante este 2018.

Una expropiación difícil

<span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;">El<strong> distrito de Sants-Montjuïc</strong> finalizó en diciembre del 2012 el expediente de expropiación de los derechos de ocupación de la finca y cerró la <strong>discoteca Agapito</strong> tras un proceso judicial de cuatro años. La acción se enmarcó en la afectación urbanística que tiene el edificio, que incluye toda la isla de casas situada entre l<strong>a avenida de Madrid, Violant d'Hongria, Alcolea y Vallespir.</strong> Según el plan, en el futuro esta isla tiene que convertirse en zona verde y viaria (de ahí que el contrato con los jóvenes sea en precario). </span>