Gaudí, pionero (también) del terrazo

El proyecto El Mosaic del Meu Barri descubre la utilización de la técnica artesanal que precedió al terrazo industrial; Gaudí la utilizó en 1883 en la Casa Vicens

Terrazzo veneziano' en la Casa Vicens de Gaudí.

Terrazzo veneziano' en la Casa Vicens de Gaudí.

Ernest Alós

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El terrazo, ese suelo setentero pasado de moda pero tan sufrido, que para algunos comparte estantería en el museo de los horrores con técnicas decorativas como el gotelé, no fue un invento de los años del desarrollismo. Se trata de la versión industrializada de una técnica tradicional, el ‘terrazzo veneziano’. Y, como en tantas otras cosas, resulta que el,o uno de los arquitectos pioneros, en decidir instalar el terrazo en una vivienda de Barcelona fue… Antoni Gaudí. En la primera vivienda que firmó, la Casa Vicens, construida entre 1883 y 1885.

El Mosaic del teu Barri no es solo una iniciativa participativa de sensibilización y difusión, sino que aspira a mejorar el conocimiento sobre la historia del mosaico. Y ya en la primera edición hubo aportaciones interesantes, que justo ayer llevaron a la responsable de restauración del Servei Municipal d'Arqueologia Montserrat Pugés y a la restauradora Kusi Colonna-Preti a visitar la Casa Vicens. Llegaron dos imágenes de suelos elaborados con una técnica cuya utilización en Barcelona no constaba a los responsables del proyecto: el ‘terrazzo veneziano’. Los primeros ejemplos fueron en la masía de Can Déu, en Les Corts, y en la sala principal de la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona. Más tardé llegó el aviso de la Casa Vicens, recién restaurada y de nuevo visitable: en una escala de más a menos en cuanto a coste y lujo representativo, Gaudí utilizó el mosaico de teselas en la planta baja, el terrazzo en el primer piso y la baldosa roja en la buhardilla. El mosaico de la RACAB es obra del friuliano Luigi Pellarin, y Kusi Colonna-Preti sospecha que él fue el autor de todos los terrazos de la época en Barcelona, pero no hay documentación que permita atribuir el de la Casa Vicens.

El terrazo tradicional tiene un aspecto vagamente similar al industrial, pero no se componía de baldosas: el mortero de cal se extendía por todo el suelo a decorar, se ‘sembraba’ de pequeños trozos de mármol de colores que entonasen con la decoración de la estancia, se prensaba con rodillos y se pulía hasta que formase una superficie contínua y brillante.

La Casa Vicens aporta también una nueva técnica al abanico de materiales utilizados en el mosaico, del que prácticamente no quedan ejemplos (consta que se instaló también en la editorial Montaner & Simón y en el Café Torino, explica la conservadora del edificio Marta Antuñano). El mosaico de pasta de papel patentado por Hermenegildo Miralles años más tarde de la construcción de la primera vivienda de Gaudí, por lo que su uso en la Casa Vicens sería entonces una verdadera innovación. Se trata de paneles que simulan una baldosa con relieve, que se pueden pintar, ajustar a las esquinas y servir de aislante, pero con obvios problemas de conservación.