García Albiol se sentará en el banquillo por los panfletos contra los rumanos

La Audiencia de Barcelona ha reabierto la causa contra el alcalde de Badalona

García Albiol con un vecino de Badalona

García Albiol con un vecino de Badalona / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Elalcalde de Badalona, Xavier García Albiol (PP), ha insistido en que los gitanos rumanos eran los responsables del 25% de los delitos que se cometían en la ciudad --pese a representar únicamente el 0,3% de la población-- cuando repartió unos folletos en 2010 que vinculaban inmigración e inseguridad y que le han valido un proceso judicial. Lo ha afirmado en rueda de prensa hoy jueves después de que laAudiencia de Barcelonahaya reabierto la causa contra él por el reparto de esos folletos y que le obligará a sentarse en el banquillo.

Pese a que al auto judicial le obligará a sentarse en el banquillo por estos folletos repartidos en abril de 2010 junto a la líder del PP catalán, Alícia Sánchez Camacho, el popular ha advertido este jueves en rueda de prensa de que no dará ni un paso atrás en su política contra la delincuencia: "No voy a dejar de intentar resolver los problemas de inseguridad de Badalona".

García Albiol se siente amparado por dos hechos: el "abrumador" apoyo a su lucha contra la delincuencia en las urnas, y que la Federación de Asociaciones Gitanas de Catalunya (Fagic) anunciase en junio, después de reunirse con él, que se retiraban del recurso que presentó junto a SOS Racisme al que se añadió la Fiscalía contra el archivo de la causa, aunque en el escrito judicial sí aparecen como que se presentaron en el recurso.

"Mandarlos a su casa"

Aunque ha reconocido que la mayoría de los inmigrantes llegan a la ciudad son honrados, ha señalado que una minoría no se integra, se dedica a asaltar y robar, con lo que la mejor solución es, cuando la ley lo permite, "mandarlos a su casa". Sin referirse explícitamente al juez, ha dejado en el aire que la gente debe salir de sus despachos y patear el barrio porque, a su juicio, la realidad es mucho más cruda de lo que parece: "Más calle y menos moqueta".

La Audiencia lo que ha hecho es dejar sin efecto el sobreseimiento y archivo del caso que en junio decretó el Juzgado de Instrucción 2 de Barcelona que no vio motivos para procesar al alcalde por los folletos en los que aparecía una fotografía con el lema 'No queremos rumanos'.

El juez de instrucción se limitó a considerar como excesos verbales algunas de las declaraciones del alcalde pero apeló a la libertad y al derecho del político de "expresar políticas de inmigración alternativas a la vigente".

Sin embargo, ahora la Audiencia de Barcelona ha resuelto en un auto del 5 de septiembre que a estas alturas del proceso aún no se está en condiciones de afirmar que el contenido de los folletos se puedan enmarcar en la libertad de expresión, y por tanto ha dejado la puerta abierta a que el contenido pueda ser constitutivo de un delito de provocación e incitación al odio e injurias contra colectivos.

Según el auto, las expresiones del alcalde representan objetivamente un ataque a la dignidad personal y al honor de todos lo miembros del colectivo de gitanos rumanos y pueden contener un "mensaje claramente incitador a la discriminación y al odio".