CUENTA ATRÁS PARA LA FIESTA MÁS POPULAR DEL VERANO BARCELONÉS

Los Fraternitat vuelven a pugnar por el trono de Gràcia

abertran34912595 barcelona 03 08 2016  barcelona reportaje sobre la preparaci160805102112

abertran34912595 barcelona 03 08 2016 barcelona reportaje sobre la preparaci160805102112 / periodico

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Todo empezó, o renació, depende de cómo se mire, por una apuesta con el hijo de Joaquín, el más veterano de los que estos días trabajan a destajo en la calle. Literalmente en la calle (su local es muy pequeño y no hay espacio físico). La morriña hizo a Albert, el otro apostante, y a Maria del Carme, su mujer, sumarse al concurso de balcones. Lo hicieron con una temática tan o más ‘gracienca’ que El Pescaílla, el más ilustre vecino de su calle, por cierto. Asomaron a su balcón una Colometa y llenaron la fachada de palomas. En una cena en la calle, durante una de las fiestas sin adornos, que, con lo que habían sido, se les antojaban tristes, el hijo de Joaquín –quien hoy pinta botellas de plástico que mañana serán hojas- le dijo a Albert que estaba convencido de que su Colometa se haría con el primer premio del concurso de pórticos y balcones (algo así como la segunda división de las fiestas, la Europa League de la celebración más popular del verano barcelonés). Albert decía que no, que no ganarían. El hijo de Joaquín insistía en que sí. Y uno que no, y el otro que sí. Y lo que tienen las cenas, la conversación acabó en apuesta. “Si ganamos el año que viene volvemos a decorar la calle”. 

Sobra decir que ganaron, por supuesto, y que, tras 10 años de parón debido a la jubilación de la vieja junta -a la que pertenecía, claro, Joaquín-,  y a la falta de relevo y de compromiso , Fraternitat de Dalt volvió a sumarse a la Champions. La posición en la que quedaron no importa. A ellos no les importa, aseguran (y parecen sinceros).

Pero eso fue la prehistoria. El 2010. Se sumaron, participaron cuatro años después de la década de parón, y volvieron a abandonar, por el cansancio de Albert, Albert Capel, y Maria del Carme, Maria del Carme Márquez, los que tiran del carro en la calle. "Siempre hay alguien que tiene que tirar del carro", señalan. 

Pero, tras dos agostos de apagón, en los que la calle se veía otra vez tan mustia, la morriña pudo más que la pereza, y decidieron volver. Y hacerlo, además, a lo grande, convirtiendo su tramo de Fraternitat, entre Tordera y Siracusa, en los siete reinos de 'Joc de Tronats'.  

SIETE REINOS, SIETE TRAMOS

"A la gente le gusta pensar, diseñar, decidir. No ser solo 'obrero'. Por eso decidimos dividir la calle en siete tramos, uno para cada reino, y que en cada tramo hubiera un diseñador y un ‘arquitecto’", cuenta una sonriente Maria del Carme, ilusionada con los siete reinos, pero que habla con especial cariño del Aguas Dulces. "Quizá no sea el más espectacular, pero es el de las chicas. Lo llevan la cuadrilla de jóvenes, de entre 17 y 18 años", prosigue.

Una de las peculiaridades de Fraternitat de Dalt es que, todos los que estos días sudan la camiseta pincel en mano, en pocos días, durante las fiestas, cambiarán los pinceles por micrófonos. "Todos los que trabajamos en los decorados también actuamos. Somos gente de teatro", cuenta Albert, presidente de la comisión de fiestas de la calle y miembro de los grupos de teatro Dinamics y Vada Retro. Grupos de teatro que se encuentran en La Sedeta y que tienen mucho que ver con el resurgir de la calle. "Si no fuera por ellos, no estaríamos otra vez aquí", explica el dicharachero presidente.

MEMORIAL EMILIO LÓPEZ

Así, además de pasear entre sus reinos levantados con miles de botellas, garrafas, briks y latas recicladas, merece mucho la pena echar un vistazo a su programa de actividades. Destaca, por entrañable y por su historia, el concurso de chistes picantes Memorial Emilio López. Maria Carmen explica por qué: "Emilio era un histórico de Verdi, muy implicado siempre en las fiestas. Pero se hizo mayor, tenía problemas de movilidad y se mudó a Fraternitat, a un piso más adaptado. Su llegada a la calle, en el 2010, coincidió con el año en que nos reenganchamos la primera vez, y él fue de los más activos", recuerda. Amenizaba las tardes de trabajo artesanal con sus chistes picantes. "Sabía muchísimos", recuerda Maria del Carme. Desde que murió, le recuerdan como más les gusta en Fraternitat, con risas. Cómo mejor.