INFRAESTRUCTURA EN DUDA

ERC, C's y la CUP se escoran hacia el 'no' al tranvía por la Diagonal

Un tranvía a su paso por la plaza de las Glòries.

Un tranvía a su paso por la plaza de las Glòries.

Carlos Márquez Daniel

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La comisión municipal para estudiar la unión del tranvía mantiene intactas las trincheras a pesar de la lluvia de estudios y expertos que han pasado por el consistorio para aportar su conocimiento y su experiencia. Este miércoles tocaba hablar del análisis coste-beneficio, pero el debate de fondo ha sido el de siempre. Con una novedad respecto a las anteriores reuniones: los partidos que parecían dudosos con el proyecto (ERC, C's y la CUP) parecen estar escorando hacia la bancada del 'no'. En el ámbito estrictamente técnico ha aflorado un nuevo dato: la unión de ambas líneas por la Diagonal podría evitar seis muertes de conductores cada año. Siempre y cuando se cumplan las previsiones de reducción del vehículo privado (12.500 diarios). 

Solo queda una sesión, la que versará sobre el impacto en el ámbito metropolitano, para que la comisión aporte sus conclusiones. Por la sala Lluís Companys del consistorio habrán pasado una docena de entendidos, muchos de ellos, eminencias académicas, que deben estar poco acostumbrados a que su audiencia ponga tanto en duda su trabajo. Porque muy al margen de los estudios, da la sensación de que la política sigue mandando en la discusión sobre el tranvía, con dos posiciones muy diferenciadas: ferrocarril por la avenida o mejoras en la red de autobuses. El término medio se va difuminando.

Plan indeseable

ERC, que hace unos meses daba su apoyo a la conexión por la Diagonal (aunque poco después lo matizaba), ha traído a la comisión a un economista, Enric Llarch, que ha tumbado todos y cada uno de los argumentos municipales a favor de la unión del Trambesòs y el Trambaix por la avenida. Sus tesis, de hecho, son casi calcadas a las defendidas por el PDeCAT y, en buena parte, por el PP, esto es, nada de vías y apuesta por carriles bus más anchos -"doble vial, si es necesario en algunos puntos"- para desplegar la línea ortogonal de bus D30. "¿Por qué no la probamos?". El ponente ha asegurado que las conexiones entre "periferias" deben hacerse "por la periferia", y ha alertado de que los centros de los municipios que rodean la ciudad "se verán afectados por el centro de Barcelona si hay una conexión directa". "No es ni prioritario ni deseable", ha resumido. 

Precisamente 'prioridad' ha sido una de las palabras que más han repetido los grupos dudosos, que son los que pueden decantar la balanza. Tanto Esquerra como Ciutadans han flirteado con la posibilidad de que el bus no sea tan mala idea, apelando tanto al gasto como al escaso margen de maniobra de una infraestructura como el tranvía. Incluso la CUP se ha mostrado más distante que de costumbre al sostener que la ciudad "tiene muchas carencias que ponen en cuestión la inversión del Tram".

El invitado estrella del día ha sido David Rojas, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona. Ha asegurado que el cambio modal del coche al tranvía evitaría la muerte de seis conductores, un estudio que parte de la oposición también ha puesto en duda.

Proyecto fuera de los presupuestos

El futuro del tranvía por la Diagonal, <span style="color: rgb(0, 0, 0); font-family: PTSerif-Regular; font-size: 16px; background-color: rgb(244, 245, 246);">a no ser que medie una estrategia política por ahora desconocida,</span> parece complicarse. El PP y el PDeCAT no lo apoyarán en ningún caso, mientas que el PSC sí está a favor. El resto siguen deshojando la margarita. Barcelona en Comú tiene claro que hay que impulsarlo. Sorprende, sin embargo, que el gobierno de Ada Colau hay retirado de los presupuestos del 2018 los 401.250 euros reservados para la redacción del proyecto. Era parte de la factura a pagar por el apoyo de Xavier Trias a las cuentas.