Desplante de los autores de 'Ciutat morta' a Trias

Xavier Trias se quedó anoche con cara de pasmo y con el simbólico galardón de madera que dibuja la B de Barcelona en su mano izquierda, sin saber qué hacer, cuando Xavier Artigas y Xapo Ortega, directores del controvertido documental Ciutat morta, aceptaron el premio pero se marcharon del Saló de Cent del ayuntamiento sin darle la mano y sin llevarse la estatuilla que reconoce a su obra como mejor documental en los premios Ciutat de Barcelona 2014.

Los directores comenzaron su discurso, como todos previamente grabados (algo habitual para no alargar en exceso la entrega de 20 premios), agradeciendo al ayuntamiento el reconocimiento a un trabajo incómodo para el poder. «Es una decisión valiente. Pero no queremos que el ayuntamiento se lave la cara concediéndonos este reconocimiento. Siguen personándose como acusación particular en procesos judiciales como el de Can Vies y el del Forat de la Vergonya», argumentaron los directores en referencia a la repercusión ciudadana que ha tenido la emisión en Canal 33 de esta película que cuestiona la actuación policial, política y judicial en el caso 4-F, que sucedió el 4 de febrero del 2006 cuando en el desalojo de una fiesta okupa un guardia urbano sufrió graves lesiones.

En su discurso también anunciaron que destinarán los 7.000 euros que acompañan el premio a investigar «otros casos de abusos policiales amparados por el ayuntamiento, porque hay que acabar con la impunidad». Después, cuando terminó la grabación, llegó el momento del desplante a Trias al no querer llevarse la B ni saludarle como acto de protesta, ya que tras la emisión televisiva del documental varios grupos políticos pidieron reabrir la investigación del caso, pero el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya defendió el proceso judicial, asegurando que las denuncias de maltratos a cinco condenados ya fueron investigadas.

POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN / Trias cerró el acto con un discurso en el que hizo claras alusiones a la decisión del jurado presidido por Àlex Gorina de otorgar el galardón a Ciutat morta. «Los premios Ciutat de Barcelona evidencian que el jurado es totalmente independiente y que lo más importante es la libertad de expresión», enfatizó. Insistió en que estos reconocimientos no los da el alcalde ni el gobierno de la ciudad. «Losconcede un jurado, con el que incluso podemos tener discrepancias. Pero esto es la fuerza de la democracia y de la libertad de expresión», señaló Trias.