Jordi Cervera, dueño de una tienda de aperitivos: "Tengo los mejores clientes"

Jordi Cervera Nicolau (Barcelona, 1960) tuvo que reinventarse a causa de la crisis. Fue técnico electrónico en una gran empresa y luego, profesor en un taller de personas con discapacidad. Ahora tiene una tienda de aperitivos junto al mercado de Sant Andreu: Can Tianet (Mercadal, 35). De los cuadros eléctricos a las latas de aceitunas, berberechos y patatas fritas de calidad.

-¿Cómo fue ese cambio de trabajo?

-Me despidieron en el 2012 y me quedé en el paro. No había empleo de lo mío, Como mis padres habían tenido un bar y veía que el sector de la alimentación aguantaba bien la crisis, busqué una bodega para ofrecer aperitivos en el barrio donde vivía antes, en Vallcarca, pero no encontré. Y un día descubrí esta tienda en Sant Andreu. Y vivo al lado.

-Un local que parece una farmacia antigua, con mucho encanto.

-Había sido una tienda de ultramarinos en la que se vendía de todo y también una herboristería. La dueña no quería que se cambiaran ni el mobiliario ni el suelo. Hice un curso en Barcelona Activa, luego los números y el plan de negocio. Y el 13 de septiembre del 2013 ya pude abrir la tienda.

-¿Qué es lo que vende más?

-Todo lo que esté relacionado con un aperitivo: vermut, berberechos, patatas, almejas, mejillones y aceitunas rellenas, pero estas con anchoas de verdad.

-¿No llevan anchoa todas?

-La mayoría, las que se venden en supermercados, tienen un relleno de pasta de anchoa. Yo vendo unas en envase de cristal. Cada aceituna lleva un trocito de anchoa. Se tienen que conservar en la nevera.

-En aperitivos hay calidades.

-Y busco siempre que el precio no sea exagerado. Aquí te puedes gastar 12 euros en un vermut completo para cuatro personas. Tengo marcas de empresas pequeñas y buenas que no están en el súper. Vendo por ejemplo patatas fritas violetas o las famosas Bonilla, con sal marina. También tengo productos menos conocidos como las zamburiñas.

-¿Qué tal el cambio de Vallcarca a Sant Andreu?

-Este barrio me encanta porque es como un pueblo, muy tranquilo. Todo está cerca. Siempre digo que tengo los mejores clientes del mundo. De todas las edades, pero sobre todo mucha gente mayor.