Foro Primera Plan@

Colau proclama que devolverá a BCN la «soberanía perdida»

TONI SUST / MARÍA G. SAN NARCISO / BARCELONA

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Ada Colau, alcadable de Barcelona en Comú, considera que hace tiempo que la ciudad, que el consistorio, perdió el rumbo en lo que atañe a la relación entre el poder político y el económico. Y opina que de esa relación «viciada» viene gran parte de la corrupción que hoy centra la actividad judicial y los telediarios. En opinión de la exportavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca todo ello se ha producido en un contexto de «pérdida de soberanía de la ciudad» a manos de intereses económicos que no propician el bien común. Así lo expresó ayer en el Foro Primera Plan@, que organizan EL PERIÓDICO y el Banc Sabadell, en el que advirtió: «En Barcelona se ha dado barra libre a las políticas que precarizan a la gente. Tenemos un desequilibrio y hay que corregirlo».

La alcaldable tildó de «arrogante» la gestión del ayuntamiento en los últimos años, ante la que se presenta como alternativa, aunque sin matices belicosos: «Nunca hemos querido hacer política contra nadie sino a favor de una ciudad más democrática, ejemplo de respeto a los derechos humanos. Queremos demostrar que se puede hacer otra política».

EL BIEN COMÚN

En su opinión, en Barcelona la crisis económica ha sido grave, pero la política más: «No se ha defendido el bien común. Se nos ha vendido un discurso global según el cual hay que dejar hacer a los sectores privados». Ese discurso, dijo, apostaba por que la búsqueda de beneficio de los privados generaría benerficios para todos. El resultado, agregó, fue «una pérdida de liderazgo, de soberanía de la ciudad».

Colau afirmó que combatir la desigualdad y la corrupción genera un beneficio global y advirtió que lo contrario acaba debilitando a una ciudad, lo que ilustró citando como ejemplos las banlieues parisinas. Si Barcelona en Comú gobierna, aseguró, siempre estará al lado de la reivindicación ciudadana.

La candidata repasó lo que calificó de derechos básicos, frentes en los que actuar para mejorar la vida de la gente, para paliar los efectos de la crisis. En vivienda, su especialidad, apostó por lograr 8.000 pisos más para alquiler social durante el próximo mandato. Son menos de los que ofrecen otros partidos, dijo, pero aseguró que es una cifra realista. Fuentes de Barcelona en Comú desgranaron las cifras de la iniciativa, de forma aproximada. El resultado es que conseguir esas 8.000 viviendas costaría 520 millones de euros entre el 2015 y el 2019. El cálculo es el siguiente: de las 8.000 viviendas, 4.000 serían nuevas. De las nuevas, 2.000 se harían en solares que ya son de titularidad municipal, Costarían unos 100.000 euros por piso. Otros 2.000 nuevos se harían en solares que hay que comprar. Saldrían a 120.000 euros por piso.

Los 4.000 que no son nuevos se obtendrían mediante cesiones temporales, ayudas para alquiler, a cambio de deudas municipales. Se calcula que aunque entre las usadas cada caso es distinto el coste sería de unos 20.000 euros de media para esos 4.000 pisos ya construidos. El total, los 520 millones citados en cuatro años. El presupuesto anual de la ciudad es de 2.500 millones.

Colau apostó por recuperar el control público del agua, como dijo que sucede en otros países, y por reclamar ayuda a las empresas energéticas para combatir la pobreza energética. La candidata consideró que ningún ciudadano debería tener que pagar más del 10% de sus ingresos para contar con los servicios básicos. De hecho, la lucha para implicar a las empresas ya existe y los resultados son magros. Las suministradoras no se han comprometido por ahora a pagar facturas. En todo caso, a suspender su cobro.

En el frente medioambiental, la alcaldable aludió al objetivo de crear una trama de corredores verdes tanto en el entorno de Barcelona (Collserola, Besòs, Llobregat i el litoral) como en el interior de la ciudad.

CIUDAD SIN DESAHUCIOS

Colau explicó que de gobernar ella la ciudad solo habrá desahucios si hay situaciones que lo aconsejen por seguridad. También abordó las alianzas poselectorales, que se antojan decisivas para determinar quién empuñará la vara de mando los próximos cuatro añios. En este caso la pregunta es pertinente, porque de Barcelona en Comú se suele citar como talón de Aquiles la presunta dificultad que tendrá para pactar con otros partidos. Colau solo descartó pactos con CiU y el PP: «El nuestro es un modelo alternativo al suyo». Y aseguró que pondrá los objetivos por encima de la siglas. Al empezar su intervención, la alcaldable bromeó sobre su relación con los bancos y el hecho de que el acto estuviera patrocinado por el Banc Sabadell: «Tengo que reconocer que cuando vi el anuncio de mi intervención con el logo de una entidad bancaria, sentí cierta incomodidad».