LAS NEGOCIACIONES DE UN EJECUTIVO SIN APOYOS

Colau, en minoría en las empresas municipales

Uno de los párkings que gestiona BAMSA, filial de BSM, ubicado en la plaza de Cambó.

Uno de los párkings que gestiona BAMSA, filial de BSM, ubicado en la plaza de Cambó.

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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El consejo de administración de Barcelona de Serveis Municipals (BSM), la empresa que gestiona el 10% del presupuesto municipal, quedó constituido ayer formalmente. No obstante, el gobierno de Ada Colau tuvo que encajar una nueva derrota a la hora de designar el organigrama de las ocho empresas participadas por BSM. Si Barcelona en Comú (BC) apostaba por mantener la mayoría entre los consejeros de estas firmas, la oposición se lo impidió. Así, en la mayoría de ellas (que en algunos casos tienen participación de privados o de otras administraciones) habrá representantes de los otros seis partidos del plenario.

El reparto de los miembros del consejo de administración de BSM se decidió en la rocambolesca negociación del cartapacio, en julio. De los 15, cuatro son de BC; cuatro de CiU; dos de Ciutadans; dos de ERC; y uno para PSC, PP y CUP. No obstante, el primer teniente de alcalde de Economía, que además es el nuevo presidente de BSM, Gerardo Pisarello, aspiraba a que en las empresas que cuelgan de ella pudieran imponerse y situar personas designadas por el gobierno. Además, querían perfiles más técnicos, no políticos.

«UN EJEMPLO DE VIEJA POLÍTICA» / Pero la oposición, firme en la voluntad de demostrar la soledad de Colau y los suyos, se ha negado. Pisarello desconvocó el consejo de administración de septiembre para ver si, negociando, lograba disuadirlos. Un mes después, nada. Ayer, hasta dos horas antes de la reunión, mantenía la esperanza de que CiU o el PSC se mostraran comprensivos, teniendo en cuenta que ERC ya había revelado que creía sensatas las reivindicaciones del gobierno. CiU y los socialistas no lo ven igual y mantienen que su presencia en las empresas participadas por BSM responde a su tarea de fiscalización.

«Desgraciadamente hemos asistido a un ejemplo de vieja política protagonizado sobre todo por CiU y el PSC, que han antepuesto los intereses de partido al interés general», lamentó el primer teniente de alcalde. En Mercabarna, el Tibidabo, Tersa (residuos) o Cementiris de Barcelona habrá representantes de los siete partidos. En BAMSA, que gestiona los párkings, donde BSM es minoría, solo ha quedado fuera la CUP.

SIGUEN LAS CONVERSACIONES / El desenlace en BSM evidencia que las negociaciones entre oposición y gobierno no remontan el vuelo. Y eso, teniendo en cuenta las citas con las ordenanzas fiscales, el presupuesto o la decisión de gastar el superávit del 2015 en el aire hace prever un otoño complicado. Sin ir más lejos, la comisión de gobierno dará luz verde hoy al proyecto de ordenanzas (sin ningún tema espinoso) pero no tiene aún los votos necesarios para aprobarlos en el pleno del día 30.