LOCAL CARISMÁTICO

Adiós, Wok & Bol

Restaurante Wok Bol

Restaurante Wok Bol / JOAN CORTADELLAS

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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Marta Batlle acudía a las clases de chino que impartía YiChung Chiang en el restaurante que él abrió hace 30 años en la calle del Doctor Rizal, cerca de Via Augusta. Así se conocieron una barcelonesa que trabajaba en un laboratorio y un intelectual cocinero nacido en la isla de Taiwán. Se casaron, viajaron y en 1992 decidieron invertir en un nuevo concepto de restauración que fusiona la cocina china tradicional con una estética moderna. Así nació Wok & Bol, que hace 25 años sorprendió en la Dreta de l'Eixample, un barrio entonces lleno de oficinas y poblado, sobre todo, por personas mayores, cuyos hijos volaron para estabecer sus nidos en distritos entonces en boga. Con el tiempo, su establecimiento se ha convertido en un lugar de encuentro de intelectuales, entre ellos muchos actores de teatro. Pero hoy tristemente tiene los días contados. Le queda solo un mes de vida.

Wok & Bol cerrará a finales de enero, coincidiendo con el festín de 13 platos con que ellos y sus clientes de toda la vida celebrarán la llegada del año del Gallo Rojo de fuego, en el que se prevén tiempos de rectitud y de justicia. "Me siento como si estuviera de duelo. Cuesta. Nos hemos entregado mucho. Nos han pasado muchas cosas fantásticas entre estas paredes. Son muchos años de relación con personas muy queridas. Mi marido, que también es pintor, se jubila y ello coincide con que se termina el contrato de alquiler, que ya era carísimo", desvela Batlle, que reconoce que la crisis no facilitó el desenlace. "Se ha notado. Seguíamos trabajando, llenando muchos días pero no era como antes".

A ello se une la transformación del barrio. "Poco a poco se animó y llegó gente más joven. Pero se han perdido muchas tiendas emblemáticas, y las calles se han llenado de supermercados raros, donde extrañamente ves a alguien comprando, y los edificios con pisos turísticos que no aportan nada bueno. También es verdad que en estos últimos tiempos han emergido restaurantes de gran calidad como Betlem y Malpaso", argumenta la propietaria de Wok & Bol.

ACTORES Y ESCRITORES

Para Batlle. todos los clientes son iguales, pero lo cierto es que es un lugar concurrido por directores de cine y de teatro, dramaturgos, actores, periodistas, arquitectos y escritores. Es habitual encontrarse a Ventura Pons, Rosa Maria Sardà, Sergi Belbel, Anna Barrachina, José Corbacho, Joel Joan, Quim Monzó, Toni Clapés, Amparo Moreno, Enric Majó, Teresa Gimpera, Pere Ponce... y un largo etcétera. Lo curioso es que hasta los camareros que han trabajado durante este años son actores: Borja Espinosa, sobrino de Marta, Elisa Hermosa, que fue la niña en la serie de TV-3 'La granja' y Jordi Miñarro.

Muchos vecinos encontrarán a faltar su saludable y económico (solo 12 euros) menú del mediodía, en el que destacan las verduras salteadas, la ensalada de berenjenas con miso, el pollo con salsa de cerezas, los rollitos de primavera y el arroz con espinacas y champiñones, y los deliciosos pasteles elaborados diariamente por la propia Marta. Los platos más admirados y solicitados de la carta se encuentran los 'dim-sum' al vapor y especialidades como el pato pekinés, y la 'huo-guo', la fondue china que solo elaboran por encargo. Y la gran noche anual es la que se celebra el nuevo año chino. Suele haber lista de espera porque todos los clientes quierenj asistir. Desde 1992, YiChung Chiang no repite ninguno de los 13 platos. En ediciones anteriores han triunfado la sopa de abulones (las preciadas orejas de mar), rodaballo marinado con jengibre y las empanadillas con rellenos sorprendentes. "Jamás falta una receta de pato", apunta.