Chequeo al plan de Colau para contener el turismo

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PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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Tras haber alcanzado los suficientes apoyos, el plan especial urbanístico de alojamientos turísticos de Barcelona (PEUAT) vendrá a ser la hoja de ruta del crecimiento de camas turísticas en Barcelona cuando se apruebe en el próximo pleno de enero, pero deja en el aire muchas y controvertidas expectativas y no pocas incógnitas de futuro. 

1- ¿Dejarán de abrirse hoteles de manera inmediata en el centro y los barrios con coto de plazas?

El plan, precedido por una moratoria, ha dejado fuera de juego todo lo que no estaba en trámite de licencia o con certificado de aprovechamiento urbanístico previo al 1 de julio del 2015, cuando se suspendieron las licencias. Pero los que sí estaban en marcha se están inaugurando desde el año pasado, manteniendo un ritmo aproximado de 10 o 12 hoteles anuales, al margen de algunas residencias y albergues. La consultora especializada Bric Consulting prevé una caída importante a partir del 2019, cuando se dejará sentir el vacío de proyectos que afrontan a corto plazo muchas zonas. El ayuntamiento no ha decidido aún cada cuánto se revisará el plan, que podría durar 4 años.

2- ¿Resuelve el PEUAT el imparable crecimiento turístico de Barcelona?

La regulación ordena el crecimiento gestado este mandato, con efectos que podrían durar unos años más en el alojamiento en la ciudad. Parte del urbanismo como herramienta de contención. Pero solo afecta a las camas turísticas. Es una de las caras del conflicto del crecimiento acelerado de Barcelona y supone una drástica caída de nuevos establecimientos, pero no impedirá que sigan creciendo los viajeros, ya que la ciudad solo está al 100% de ocupación en fechas punta. La ocupación media hotelera es del 80%. Hay margen, pues, para repetir el volumen de viajeros de los últimos años y seguir creciendo moderadamente fuera de la temporada alta. Por otro lado, en verano cada vez son más los turistas alojados en localidades costeras que viajan a pasar el día a la capital catalana, sin que nada contenga este fenómeno.

3- ¿Qué asignaturas pendientes tiene el ayuntamiento para ordenar el crecimiento?

El Gremi d’Hotels ha criticado que solo se haya puesto al alojamiento en el punto de mira y pone énfasis en regular la movilidad y flujos de los turistas en la ciudad, en especial porque 'solo' 8 de los más de 30-32 millones de visitantes anuales de la ciudad se alojan en hoteles. El sector del comercio añade que es necesaria una limitación de algunos tipos de establecimientos y planes de ayuda a las tiendas de barrio para romper con el monocultivo comercial de algunas zonas turísticas. También queda en el aire la aplicación de una posible tasa turística para los que no pernoctan pero visitan la metropolis (y en especial sus iconos). Reformular la promoción de la ciudad es otro reto en marcha que está desarrollando ya Turismo de Barcelona, enfocando más a la cultura y la sostenibilidad. Benet Maimí, profesor de Economía y Empresa de la Universitat Abat Oliva CEU, alerta de que el volumen de viajeros crece más que su gasto, de modo que cree necesario apuntar a un segmento más selecto. El ayuntamiento afirma que en las próximas semanas presentará el nuevo plan estratégico del turismo, que recogerá medidas a desplegar en los siguientes cuatro años en todos estos ámbitos.

4- ¿Habrá interés empresarial por las zonas periféricas que pueden ganar camas?

El mantra de muchos inversores es “ubicación, ubicación, ubicación”. El promotor del futuro hotel de Drassanes rechaza una permuta hacia un barrio sin gancho turístico o buenas conexiones. Algunos operadores consultados muestran muy poco interés por levantar hoteles, por ejemplo, en Nou Barris. No obstante, en muchas ciudades abundan los hoteles alejados del centro (Nueva York, Londres, París…), que tienen éxito porque el viajero opta por hacer más paradas de metro con tal de pagar menos. En la zona 2 de Barcelona, se podrán abrir plazas si se cierra alguna, y las que hay no crecerán en volumen. Pero ante esas improbables bajas, sí se dibujan opciones viables para abrir un hotel, por ejemplo, en el barrio de la Sagrada Família (con una parte abarratoda de visitantes y otra muy tranquila), el de Fort Pienc, la Nova Esquerra del Eixample, Sants (a un paso de la estación), Gràcia Nova… En la zona 3, donde se permite el crecimiento contenido con un máximo de 4.025 camas, pueden encontrarse puntos atractivos en Sarrià y Les Corts (con 1.450 plazas posibles), aunque cabe destacar que los cascos antiguos tienen sus propias limitaciones. Las áreas especiales (zona 4), como La Sagrera o el 22@ (cada una con unas 3.000 plazas), de gran proyección estratégica, también pueden resultar atractivas. No obstante, el margen de crecimiento es escaso, según la patronal, y hay muchos condicionantes de distancias y amplitud de calles que complican los proyectos.

5- ¿Nuevos particulares u operadores profesionales pueden abrir un piso turístico?

La ciudad no puede rebasar su actual tope de 9.706 licencias (con 41.272 plazas), pero si alguien deja de operar en la zona 1, esa licencia de baja se puede convertir en alta en la zona 3 (periférica). En la zona 2, se puede conseguir plazas si alguien de la misma zona ha cursado una baja. Lo destacable es que el propietario no puede vender su licencia para llevarla a otra ubicación que no sea la concedida. Si renuncia al uso, es el ayuntamiento quien la recupera y la vuelve a gestionar, frenando así la especulación. Lo que sí se puede es vender un piso con su correspondiente licencia. 

6- ¿Es factible que se produzca un decrecimiento?

La llamada zona 1 o ámbito central, que aglutina la mitad de la oferta de camas y comprende a Ciutat Vella, la Antiga Esquerra del Eixample, la Dreta del Eixample, la Vila de Gràcia, el Poble Sec, Sant Antoni, Hostafrancs, la Vila Olímpica y el Poblenou, es considerada de “decrecimiento natural”, porque ninguna plaza que se cierre será reemplazada. En la práctica, parece remoto que ningún operador se apee del lucrativo negocio turístico en esos barrios. Todo lo más, optaría por vender. En especial al haber añadido en el PEUAT la modificación solicitada por los hoteleros de que los establecimientos sean susceptibles de sufrir renovaciones y obras, a no ser que tengan que ser derruidos.

7- ¿Es positivo ese decrecimiento de camas para la ciudad?

La Assamblea de Barris per un Turisme Sostenible y otras entidades contrarias al auge del sector creen que reducir la oferta es vital y consideran demasiado suave el plan, porque defienden que el decrecimiento espontáneo es imposible. Los vecinos del centro opinan que el freno es imprescindible para paliar la gentrificación de sus barrios. En el otro bando, y a nivel económico, grupos municipales de CiU, C’s y PP sostienen que el plan paralizará muchas inversiones en Barcelona. La patronal hotelera agrega que la normativa crea inseguridad jurídica y disolverá proyectos de futuro importante, la consultora BRIC agrega que el desestimiento del proyecto de la torre Agbar ya ha ofrecido una mala imagen a nivel internacional entre los grandes inversores. La Associació Barcelona Oberta, que aglutina a los ejes comerciales más turísticos, lamenta que el ayuntamiento busque la desaceleración económica y el decrecimiento, ya que lo consideran un motor de empleo directo e indirecto. El economista y especialista en el sector hotelero Jordi Ferrer estima en 400 millones el coste real de indemnizaciones que debería afrontar el ayuntamiento en caso de desestimar proyectos controvertidos y paralizados desde la moratoria.

8- ¿Qué pasará con las habitaciones por días en pisos particulares?

Consideradas una figura alegal, el PEUAT no ha podido entrar en este ámbito a la espera de que la Generalitat las reconozca en su decreto de reglamento de Turismo ese año. El ayuntamiento tendrá entonces que regularlas a través de una ordenanza. No obstante, como el plan de alojamiento se ha basado en densidades, los afectados (que tienen en alquiler unas 6.000 habitaciones en sus hogares) temen quedar fuera de juego de las zonas ya saturadas de camas. Por eso reivindican no formar parte del alojamiento turístico profesional y con licencia, sino ser considerados una forma singular de alojamiento y economía colaborativa.

9- ¿Frenará el plan la especulación en Barcelona?

Las entidades vecinales opinan con toda lógica que sacar al menos 17.000 viviendas del circuito tradicional para darles uso turístico (entre legales e ilegales) ha derivado en expulsión de vecinos, ha hecho aflorar inversores y especuladores y ha conllevado un fuerte incremento de los alquileres en Barcelona. El plan obviamente puede frenar ese tipo de especulación al dedicarse menos edificios al negocio turístico y más a los vecinos. No obstante, sí se prevé especulación en el ámbito propio de ese negocio, ya que la ley seca de licencias de hotel  ha revalorizado las actuales, igual que pasó con las licencias de piso turístico, que ahora añaden un valor de unos 100.000 euros a las viviendas que la tienen, pese a que se pagó 200 euros por darlas de alta.