EL CUIDADO DE LAS MASCOTAS

Cómo calmar a los perros que tienen miedo de los petardos

Muchos dueños buscan soluciones para disminuir el efecto del ruido sobre sus animales, entre ellas las camisas antiansiedad y medicamentos

Felipe Valenzuela

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Los petardos alegran la fiesta a muchos en Sant Joan y fin de año, pero obliga a los animales a pasar por un infierno. Los expertos avisan, días previos a la celebración, sobre la ansiedad y el pánico que los explosivos provocan entre perros y gatos. Los dueños buscan, por su parte, buscan cómo suavizar el efecto de las explosiones. Las camisas antiansiedad y las pastillas son métodos que ayudan a tranquilizar a las mascotas, pero lo mejor es quedarse con ellos en casa.

"Para los animales es horroroso. Los días posteriores a Sant Joan son los peores para los centros de acogida porque se encuentran con muchísimos perros que se han escapado. Sería ideal celebrarlo de otra manera", afirman desde la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA).

Las redes se llenan de mensajes, este año con el hashtag #NoALaPirotecnia, algunos con consejos para suavizar la jornada y otros exigiendo la prohibición de los petardos.

El pánico entre animales

El miedo es el factor clave en la reacción de los perros. "Hay de todo, pero a muchísimos les genera un elevado estrés", afirma la Lliga per a la protecció d'animals i plantes de Barcelona. "Hay unos que se van a un rincón temblando, mientras que otros comienzan a ladrar y no paran", explica. "Cuando no son capaces de razonar reaccionar es cuando el miedo se convierte en pánico, porque no saben de dónde procede el ruido", afirma María Pifarré, veterinaria miembro de la junta de Consell de Col·legis Veterinaris de Catalunya

Para algunos dueños, Sant Joan es una noche más. "Yo tengo un perro de caza y no se asusta. Cuando era un cachorro el criador le tiraba petardos al lado para que se acostumbrará al ruido", relata la dueña de un braco alemán. Para los que no están acostumbrados, lo mejor es quedarse con ellos y dejarles estar. "Si quieren esconderse que lo hagan, pero hay que evitar acariciarlos. Ellos ven los mimos como una manera de premiar su conducta", afirma Pifarré.

Las camisas antiansiedad

Uno de los métodos que utilizan los dueños son las camisas antiansiedad. "Trabajamos a partir de una teoría que afirma que si se presiona sobre el pecho del animal, se consigue un efecto relajante", explica un adiestrador canino de Dogged. "La recomendamos si se trata de una necesidad urgente o puntual. Cuesta unos 50 euros y la idea es probarla y complementarla con otro tratamiento", apuntan. "Es recomendable cuando la fobia aún no ha llegado. Es útil porque se siente acompañados abrazados", explica Pifarré.

También proponen el uso de complementos nutricionales. "Algunos medicamentos les ayudan a dormir un poquito más y otros segregan la hormona de la felicidad", explica Pifarré. Las protectoras no comparten del todo su uso. “Se tiene que ir cuidado porque algunas lo que hacen es inmovilizar al animal pero lo sienten todo igualmente, solo que de manera distorsionada", explica FAADA.

En Dogget, también van con cuidado sobre el uso de estas pastillas. “Se suelen usar cuando no hay tiempo para un tratamiento conductal. Siempre se debe ir a un veterinario primero”, relatan.  Los adiestradores afirman que los fármacos solo se utilizan en casos de "fobia grave", cuando el animal entra en pánico, defeca fuera de sitio, tiembla o se escapa. "La cantidad debe ser dada solo por un veterinario. Todo se receta realizando pruebas para ver cómo les afecta y para ver la salud del animal", explican.

Las gatos también sufren en San Juan

"Los perros y los gatos tienen actitudes parecidas, pero para los segundos es un poco más complicado porque tienden a salir más", explica FAADA. "Es recomendable encerrarlos durante la noche, aunque estén maullando", apunta la fundación. La camisa antiansiedad en este caso no sería del todo efectiva, según la entidad. "No están muy habituados a llevar cosas. Todo lo que les pongas les suele molestar".

"Para los que buscan soluciones a última hora, además de quedarse en casa con los animales, es recomendable cerrar las ventanas para que no llegue el ruido. Intentar descubrir su escondite y ponerle alguna manta, su juguete o alguna chuchería", afirma Pifarré. Según la veterinaria, es recomendable tomar cartas en el asunto. "Que se preparen para el año que viene, que consulten a profesionales. El miedo a los petardos no disminuye, siempre va a peor", concluye.