CONEXIÓN SOSTENIBLE

En bici de río a río

El Área Metropolitana de Barcelona espera poner en marcha este año el carril ciclista que unirá la capital catalana con Esplugues de Llobregat

Carril segregado 8 Un ciclista, por la calle de Marina, en Barcelona.

Carril segregado 8 Un ciclista, por la calle de Marina, en Barcelona.

CARLES COLS / BARCELONA

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El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) desea poner en funcionamiento antes de que finalice el 2015 el varias veces anunciado carril bici que unirá Barcelona y Esplugues de Llobregat. El problema no es el presupuesto. Con el respaldo de los ayuntamientos de Barcelona y Esplugues, la AMB tiene reservados 880.000 euros para este proyecto. La dificultad está más en la complejidad técnica. El nudo viario de la Ronda de Dalt y el hecho de que la avenida de la Diagonal sea una de las más amplias bocas de entrada y salida de la capital catalana dejan un escaso margen de maniobra. En cualquier caso, esta vez sí que, según el vicepresidente de Movilidad de la AMB, Antoni Poveda, será posible llevar a cabo esta iniciativa viaria que unirá los ríos Besòs y Llobregat a través de un único carril bici, algo que el tranvía aún no ha conseguido.

El plan forma parte en realidad de un conjunto de 23 actuaciones con las que la AMB pretende enlazar distintos carriles bici metropolitanos (un archipiélago que, en caso de unirse, sumaría nada menos que unos 300 kilómetros de longitud) con la red interior de Barcelona.

Desconectada

No es una tarea fácil. Salvo contadas excepciones, Barcelona es una ciudad urbanísticamente descosida de los 10 municipios con los que comparte frontera. El caso de Esplugues es especialmente grave. Durante los años 80 y hasta mediados de los años 90, la topografía de esa zona se transformó según las necesidades del entonces rey de la movilidad, el coche, un enorme devorador de metros cuadrados de superficie disponible. La bicicleta es menos exigente en cuanto a terreno a ocupar.

El plan de los responsables de la AMB prevé utilizar el talud lateral de la Diagonal cuando esta se transforma ya en autovía B-23, pero de modo que se puedan ofrecer todas las garantía de seguridad que requieren los ciclistas. El plan es incluso romántico, que se pueda salir de Barcelona por la Diagonal poco a poco, a pie o en bicicleta.

Ese talud se reurbanizará demodo que se convierta en una zona de paseo de unos 768 metros de longitud que partirán del actual parque de Cervantes (donde muere el carril bici de Barcelona) y a través del barrio de Finestrelles de Esplugues de Llobregat salvará la barrera de la Ronda de Dalt.

Ventajas

Una de las ventajas colaterales del proyecto es que ese carril bici conectará además, por una parte, con la anilla verde de Collserola. Para los usuarios de Barcelona supondrá en la práctica disponer de una nueva boca de entrada a ese parque natural.

Por otra parte, la nueva vía ciclista enlazará con la red que, a través de la carretera de Laureà Miró, permite conectar a pedales Sant Just, Sant Joan Despí y Sant Feliu. Por último, dentro de ese gran plan de interconexión de la AMB, desde la Diagonal y a través del nuevo carril para bicicletas será posible llegar también hasta L'Hospitalet de Llobregat.