Barcelona buscará "consenso" para aplicar una tasa turística a los excursionistas

La controvertida propuesta de imponer algún tipo de tasa o gravamen sobre los viajeros que pasen unas horas en Barcelona sin pernoctar  horas en Barcelonasolo verá la luz si lograr un consenso sectorial y político, en cuyo caso el ayuntamiento buscaría fórmulas para articularlo. Las más factibles, según ha explicado del concejal de Ocupación, Empresa, Comercio y Turismo, Agustí Colom, podrían resultar las aplicables a autocares que entren en la ciudad –como ya se hace en otras metrópolis- y a cruceros.

El edil asume que la implantación de un impuesto para los excursionistas “no será fácil”, pero mantiene que su aportación serviría para modular los flujos turísticos y paliar las externalidades negativas del turismo. Opina que no se trata de afán recaudatorio, sino de una contribución con efecto “regenerador”. De los 30 millones de viajeros que recibe anualmente la ciudad, solo la mitad duermen en hoteles u otros alojamientos, donde sí pagan una tasa turística por noche. El resto tienen un efecto palpable en las zonas saturadas, pero sin retorno, argumenta el consistorio.

La medida, que ya destacó la concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, hace apenas una semana, podría tener un efecto regulador, según Colom. Puso el ejemplo del parque Güell, donde el control de acceso ha permitido frenar la saturación y generar ingresos para su mantenimiento. Y aludió a gravar los autocares por su uso del espacio público, siempre que se encuentre consenso y una vía legal para hacerlo.

En plena fase de alegaciones del PEUAT (plan especial urbanístico de alojamientos turísticos), el Campus de Turisme, Hoteleria i Gastronomia CETT ha celebrado una sesión de debate sobre el impacto del urbanismo y la ordenación territorial para avanzar hacia un turismo sostenible en Barcelona. La doctora Maria Abellanet, CEO del grupo CETT planteó de entrada si el viraje al crecimiento sostenido (y filtrado) que impone el nuevo plan urbanístico redactado por el equipo de Colau podría conducir a la especulación, al revalorizar los actuales alojamientos.

LÍMITES

Colom defiende que el ayuntamiento ha tenido que poner coto al aumento de plazas al vislumbrar un crecimiento de 10.000 camas a su llegada al ayuntamiento. “Se trata de crecer en un tiempo y espacio limitado, y a un ritmo sostenido”, porque asegura que la voracidad del mercado puede no dar tiempo a que la ciudad haga la digestión de tantas plazas. El edil reivindica la preservación de un centro urbano no devorado por la actividad turística y que no pierda su identidad.

No obstante, asume que de las alegaciones presentadas por el sector turísticos saldrán cambios al PEUAT definitivo. Alguno tan obvio como el del artículo que no permitiría reformas integrales en los establecimientos de la zona 1 o de sobresaturación, donde el ayuntamiento quiere que vaya decreciendo la oferta. Esta medida impediría la mejora de la calidad de los establecimientos, por lo que se modificará para reducir las trabas a las reformas siempre y cuando no supongan un incremento de camas.

El ayuntamiento, dice, también está abierto a asumir ajustes en las fronteras de unas y otras zonas. En la actualidad la propuesta parte de las unidades censales de Barcelona, pero en algunos casos los límites podrían moverse según las características de determinadas calles.

ICONOS IMPLICADOS

El concejal de Turismo también señala que entre los objetivos de gobierno, que se vertebrarán en el plan estratégico 2016-2020, figura que los iconos no solo sean parte del problema, sino “parte de la solución”. Con ejemplos como el patronato de la Sagrada Família y el Port de Barcelona, que tendrán que ser activos en la resolución de los impactos que generan.

Aún con todo, Colom asume que Barcelona debe seguir estando en la Champions del turismo internacional. Expertos como Ángel Díaz, presidente de Advanced Leisures Services lamentan que el sector haya perdido “la batalla mediática” sobre el turismo al no saber transmitir que supone mucho más negocio que el de los hoteleros. Y recuerda que el gasto del viajero en dormir representa un 17 o 18% de su presupuesto, frente al 55% en compras y servicios, que afectan a una treintena de tipologías de negocio de pequeño formato y “democratizan” el beneficio del sector.

Malco Mar, miembro del comité ejecutivo del Gremi d’Hotels de Barcelona, ha pedido al ayuntamiento que recoja las alegaciones de los hoteleros, especialmente en el punto de las reformas en la zona de decrecimiento previsto de plazas, mientras que Enrique Alcántara, de Apartur, ha lamentado que el PEUAT no gestione sino que prohíba, al frenar cualquier crecimiento de pisos turísticos y limitar su nueva ubicación a espacios como oficinas.

Para la urbanista Maria Buhigas, la claves es realizar una gestión “dinámica” del planeamiento, que no puede ser perfecto porque “es político” y el mercado “siempre va por delante” con tendencias imprevisibles como ha sido el fenómeno de Airbnb.