La Generalitat presenta sin el apoyo del ayuntamiento de BCN el proyecto del Museu d'Arquitectura

El Museu d'Arquitectura i Urbanisme de Catalunya (MauC) que el antiguo Gobierno municipal de Xavier Trias y la Generalitat querían ubicar dentro del proyecto 'la montaña de museos de Montjuïc' fue presentado este miércoles en solitario por los 'consellers' de Territori i Sostenibilitat, Santi Vila, y de Cultura, Ferran Mascarell, con el apoyo del Col·legi Oficial d’Arquitectes de Catalunya (COAC), que tiene previsto alimentar de contenido las exposiciones del futuro espacio expositivo con los fondos de su valioso archivo.

El anuncio de la convocatoria aseguraba la presencia de Berta Sureda, comisionada de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, que finalmente no ha asistido por considerar que el proyecto del nuevo museo solo es un listado de intenciones aún por concretar con las instituciones, con los archivos implicados y con el gremio de arquitectos. "Ha sido un malentendido. Sureda no se puede comprometer en un proyecto que desconoce, porque todavía no se ha reunido con todas las entidades implicadas. Además la presentación, en pleno periodo preelectoral, es prematura y poco oportuna", asegura un portavoz del ayuntamiento, que insiste en que el consistorio no está en contra del proyecto, solo que necesita tiempo para valorar las prioridades de la ciudad.

EN LOS PABELLONES DE MONTJUÏC

Mascarell considera que el Gobierno de Ada Colau debe hacer suyo este proyecto. "El ayuntamiento conoce este documento. Su implicación es vital porque Catalunya es un país inexplicable sin la arquitectura, uno de los ámbitos más significativos de nuestra cultura", señala el titular del departamento de Cultura de la Generalitat, que precisa que todavía no está decidido si el museo se instalará en el pabellón de Alfons XIII o en el de Victòria Eugènia. "Aunque también se han considerado otras hipótesis", agrega. Sobre el presupuesto destinado, asegura que la cifra no está cerrada. "Aún se desconoce el número exacto de metros cuadrados que tendrá el museo", dice. No obstante, el comunicado de prensa anuncia un mínimo de 3.000.

Vila argumenta que se trata de un proyecto largamente gestado. "Aspira a ser la casa de la arquitectura. No será un cementerio que elogie el pasado", define el titular de Territori i Sostenibilitat.

"Tenemos el verdadero museo en el territorio, tenemos los edificios en su lugar. Catalunya es el primer espacio museístico. Pero nos falta un lugar para ofrecer una visión de conjunto para entender el pasado, el presente y proyectar el futuro", declara Lluís Comerón, decano del COAC, para recalcar una ambición histórica que se remonta al finales del siglo XX.

Según Antoni Nicolau, historiador y museólogo, y Fernando Marza, el arquitecto que trabaja en el proyecto, el museo tiene como principal objetivo explicar la interacción entre personas y su paisaje para dar a conocer y entender la evolución que ha vivido el territorio. "En este sentido, pues, será un centro de conocimiento que generará debate y reflexión, contribuyendo a la difusión de la arquitectura y del urbanismo en sus acepciones más amplias", asegura Nicolau. Sus referentes internacionales son el Royal Institut of British Architects (Ribaq) de Londres; la Cité de l’Architecture et du Patrimoine, de París; el Centro de Arquitectura de Ámsterdam (Arcam), y el Canadian Centre for Architecture (Cca). 

La instalación quiere contribuir a poner en valor la actuación de los arquitectos y urbanistas catalanes. Por lo tanto, el MauC se concibe como un museo internacional que proyectará Catalunya en el mundo, orientado a públicos diversos, desde los profesionales de sector a estudiantes, pasando por ciudadanos interesados a turistas que quieren conocer el amplio patrimonio arquitectónico catalán, que según

El espacio destinado a la exposición estable, que dispondrás de unos 2.500 m2, analizará como la arquitectura ha dado respuesta a las necesidades humanas a lo largo del tiempo, teniendo en cuenta aspectos como la democratización del acceso a servicios sociales de amplias capas de la población; las infraestructuras de la producción y distribución de alimentos; la evolución de la vivienda burguesa y obrera; la producción energética; la extensión del fenómeno urbano; las transformaciones vinculadas al turismo y a los servicios, y las construcciones impulsadas por los diferentes estamentos del poder.