PATRIMONIO CULTURAL

Colau pone fin a la dedicación exclusiva del Born a la exaltación nacionalista

Plaza de Antonio López, en Barcelona.

Plaza de Antonio López, en Barcelona. / periodico

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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El Ayuntamiento de Barcelona rebautiza El Born Centre Cultural como Born Centre de Cultura i Memòria y, dentro de su política de otorgar más valor a la lucha democrática, pone fin a la dedicación exclusiva del espacio a la reivindicación nacionalista desde su inauguración en septiembre del 2013. Así, el edificio del antiguo mercado no será únicamente un santuario dedicado a exaltar la ciudad arrasada tras el asedio y la derrota de 1714, ya que acogerá exposiciones y congresos sobre temas tan diversos como la tortura, los movimientos vecinales y el universo de los mercados.

Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde, asegura que el Born mantendrá su "línea natural de investigación sobre 1714", pero añadirá una programación relacionada con la memoria del pasado desde una visión contemporánea. "En la nueva etapa prevalecerá una mirada plural lo más independiente y profesional posible", precisa Pisarello. La idea es situar el Born dentro de los circuitos internacionales de universidades e instituciones dedicadas al estudio de la memoria histórica. "El centro será a finales de mayo la próxima sede del congreso internacional sobre políticas de memoria que impulsa el Observatorio Europeo de Memorias (Eurom)", anuncia.

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PATRIMONIO ÉTICO

"La exposición permanente 'Barcelona 1700. De les pedres a les persones' se mantiene pero contará con una comisión de profesionales para mejorarla”, explica Ricard Vinyes, comisionado de Programas de Memoria de Barcelona. Para el historiador, la política de la memòria no es un imperativo sino "un derecho civil" de los ciudadanos a construir la imagen del pasado y su identidad.

“La memoria democrática tiene una representación que hace falta corregir. Es el patrimonio ético de la ciudad”, afirma Vinyes, que destaca que la nueva adjetivación del Born se hará efectiva "tan pronto como sea posible" y no implicará un cambio de imagen, ni se cubrirá el yacimiento.

El cambio de estrategia no está exento de polémica. Jaume Ciurana, concejal de CiU que dirigió el Institut de Cultura de Barcelona (Icub) en el gobierno municipal de Xavier Trias, considera que en esta nueva etapa se obvia la lucha de Barcelona por las libertades nacionales. "Colau intenta desdibujar el sentido actual del Born, aunque es evidente que se ha moderado en sus intenciones iniciales de ocultar el yacimiento", declara Ciurana.

PÉRDIDA DE INFLUENCIA DEL ICUB

El concejal convergente apunta que la intención del actual Gobierno es debilitar el Icub. "Le quitan presupuesto e influencia política, porque a partir de ahora el Born, el Museu d'Història de Barcelona, el Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona, el servicio de Arqueología Urbana, el Reial Monestir de Pedralbes y el Castillo de Montjuïc desaparecen del Icub y pasan a depender directamente del primer teniente de alcalde", argumenta Ciurana.

Alfred Bosch, líder de ERC en el ayuntamiento, celebra la inclusión del término "memoria" en el nombre del Born. "Es una idea que ERC defendía para mantener la esencia de este espacio. El Born es un recinto de memoria y eso no se toca", señala Bosch, que recuerda que se trata de una instalación de éxito con millones de visitantes. "Esta aceptación popular debe ampliarse, porque el Born es una combinación perfecta de arquitectura y espacios modernos. Hay empresas que quieren rodar anuncios. Y genera colas porque es muy apreciado por ser un espacio que busca recordar el pasado, y eso no es política, es historia", concluye.

ADIÓS A LA PLAZA DE ANTONIO LÓPEZ

El ayuntamiento por vez primera inicia una política integral para reivindicar y fomentar la memoria democrática de la ciudad. Otras medidas de esta estrategia política serán cambiar los nombres del salón de plenos del consistorio, que se llama Saló de la Reina Regent, y de la plaza de Antonio López, marqués de Comillas, que en el siglo XIX amasó una gran fortuna con el tráfico de esclavos y de armas en Cuba. "A la hora de cambiar el nomenclator se imponen dos tipos de criterios: la política cultural y el técnico. Las personas que dan nombre a una calle deben tener en el contexto actual una conducta ejemplar. Por ejemplo, Antonio López no la tiene, por eso cambiaremos el nombre de su plaza", afirma el historiador, que precisa que la estatua en su honor no se va a retirar. "Aunque haremos una intervención artística", avanza.

Otro objetivo es dar visibilidad a voces, colectivos y movimientos que no han tenido una representación y una simbología digna a pesar de su importancia, como "las luchas obreras, los movimientos sociales para lograr los derechos civiles, el feminismo y las asociaciones de vecinos", enumera Vinyes.

Entre los actos impulsados por el comisionado de Programas de Memoria Histórica figuran la conmemoración, el próximo 14 de abril, del 85º aniversario de la proclamación de la segunda república, una exposición sobre la ley de amnistía de 1977 y el 80º aniversario de los bombardeos fascistas contra Barcelona en el 2018. Más cercana será la inauguración en Roquetes de la plaza en homenaje a Salvador Puig Antich, el próximo marzo.