PROBLEMAS EN UNA ASOCIACIÓN CENTENARIA

El Ateneu Enciclopèdic, entidad con uno de los mayores fondos del movimiento obrero barcelonés, reivindica volver a Ciutat Vella

Una joven consulta diarios del movimiento obrero del Ateneu Enciclopèdic.

Una joven consulta diarios del movimiento obrero del Ateneu Enciclopèdic.

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

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El 26 de enero de 1939, el primer edificio no institucional en el que entraron las tropas franquistas fue el Ateneu Enciclopèdic, situado entonces en el número 30 de la calle del Carme.«Sacaron todo el material de los archivos y lo quemaron en la Rambla»,explica Antoni Castells, miembro actual de la entidad fundada en 1902 por«libertarios aficionados a la lectura»,como les definen sus herederos. Hoy por hoy, después de resurgir con la muerte del dictador en 1977, de pasar 17 años en el edificio de la calle de Montalegre, 5 (que tuvieron que abandonar por la construcción del CCCB), y de llevar desde entonces en un piso de la Biblioteca Arús, en el paseo de Sant Joan, el Ateneu Enciclopèdic quiere volver al Raval.«Tenemos el compromiso de la concejala de Ciutat Vella de que nos buscarán un local adecuado a nuestras necesidades en el distrito, pero de momento no tenemos nada cerrado»,explica Adolf Castaños, vicepresidente de la entidad.

Estas necesidades son acoger uno de los archivos más importante sobre el movimiento obrero en Barcelona, con 12.000 cabeceras, 25.000 libros, cientos de cartas, el archivo del MIL y todo tipo de documentación sobre el movimiento obrero desde sus inicios hasta hoy. Con todo el peso tanto físico como histórico que eso implica.«Cuando vinimos aquí tuvieron que reforzar el piso, para que no se dañara la estructura»,cuenta Castells, quien añade que todo lo que tienen lo han ido reuniendo «de donaciones de particulares, ya que el Ejército franquista quemó en su día todo el material».

Manel Aisa, presidente del ateneo que en su día contó con socios tan ilustres como Joan Salvat-Papasseit, Joan Amades y Salvador Seguí, explica que el piso en el que están desde 1996, está bien«de forma provisional», pero que las instalaciones no son las adecuadas para la conservación del archivo, al que acuden estudiosos de todo el mundo.«Si te fijas en los créditos, en el 80% de los documentales que se hacen sobre el movimiento obrero en Barcelona, salen agradecimientos al ateneo»,destaca Castaños.

En el pleno del distrito del 3 de marzo del 2009, ERC solicitó hacer las gestiones necesarias para que la entidad dispusiera de un«espacio estable donde desarrollar sus actividades», propuesta que obtuvo los votos a favor de CiU, ICV-EUiA y del PSC, y la abstención del PP. Pese a la buena predisposición de la mayoría absoluta del plenario, más de un año después, los socios del ateneo, ahora 204, no han percibido ningún gesto firme.«La concejala nos dijo que en octubre del año pasado nos presentarían un protocolo de actuación, y todavía no tenemos ni calendario»,lamenta Castaños sin ocultar su desengaño.

«Además del archivo, organizamos conferencias, talleres y múltiples actividades. Fuimos los primeros en reivindicar la figura de Ferrer i Guàrdia»,reivindica el presidente de la entidad, que reclama que se les reconozca«dentro de la memoria histórica».