SOLUCIONES ENERGÉTICAS INTELIGENTES

BCN apuesta por sistemas centralizados de calor y frío

En la actualidad ya funcionan dos grandes redes que cubren más de 20 kilómetros cuadros, con dos centrales en marcha

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Barcelona apuesta por las soluciones energéticas 'smart' basadas en instalaciones de alta tecnología con telecomunicación entre los edificios conectados, la red y las centrales, para gestionar en tiempo real la curva de demanda y de la producción de energía ('smartgrid'). La ciudad cuenta hoy con dos amplias redes y hay en proyecto una tercera.

La producción centralizada que es capaz de ofrecer una red de calor y frío resulta altamente ventajosa en comparación con los sistemas convencionales individuales de producción, ya que permite utilizar las energías renovables y residuales y, consecuentemente, favorece la reducción de emisiones de CO2. También permite la incorporación de avances tecnológicos en un solo punto, sin necesidad de hacerlo en cada uno de los edificios.

Según fuentes del Ayuntamiento de Barcelona: 'se enfocan al desarrollo sostenible: valorización de los recursos locales, reducción del impacto de las instalaciones de producción sobre el medio ambiente, reducción del consumo de energía de origen fósil y de las emisiones de gases de efecto invernadero'.

SITUACIÓN ACTUAL

Actualmente, la red urbana de frío y calor dispone de 14 kilómetros que conectan 50 edificios en el Foro y en el distrito 22@, y de 7 kilómetros que vinculan a ocho edificios en la Zona Franca, con dos centrales de generación de calor en marcha y otra más proyectada.

La red responde a objetivos de autosuficiencia energética y de desarrollo urbanístico inteligente de la ciudad, que incluye tres aspectos fundamentales, según fuentes del consistorio catalán: "la reducción del consumo sin disminuir las prestaciones y el aumento de la generación de energía distribuida así como la extensión de soluciones smart cities para el desarrollo urbanístico de la ciudad".

CENTRAL DE LA ZONA FRANCA

La central de la Zona Franca, recientemente inaugurada, permitirá a la ciudad dejar de emitir cada año 13.400 toneladas de CO2 y una reducción del 1% en el gasto de electricidad. Las instalaciones cuentan con una planta de biomasa que aprovechará 28.000 toneladas de residuos procedentes de los parques y jardines de Barcelona, así como de zonas forestales próximas.

La previsión apunta a poder abastecer  un área de 15 millones de metros cuadrados, lo que convierte a Barcelona en ciudad pionera dentro del Estado español.

PROYECTO A LARGO PLAZO

El proyecto global comprende la puesta en marcha de tres centrales  de energías (dos ya en funcionamiento) integradas en el entorno urbano que mediante una red de tuberías, suministran energía térmica a clientes residenciales, industriales y del sector terciario (hospitales, oficinas, centros deportivos, colegios) en un área de 15.000.000 m2: la central de la Zona Franca (inaugurada el día 5 de febrero), la central de la Marina y la central del puerto de Barcelona (en fase de diseño). 

Con el principal compromiso de la preservación del medio ambiente, la red supone una reducción de las emisiones de CO2, así como una mejora de la eficiencia energética en comparación con las soluciones individuales de producción.

INSTALACIONES

INSTALACIONESTres centrales de producción se han diseñado para adaptarse al ritmo de crecimiento inmobiliario, las dos primeras construidas (Zona Franca y la Marina) están situadas en los extremos de la red.

La de Zona Franca es el corazón del sistema, en ella está ubicado el centro de control de la red donde se analiza y procesa en tiempo real los datos de todas las centrales, subestaciones y red de transporte. Cuenta con una planta de biomasa que permite la generación de electricidad y calor a partir de restos de poda de los parques y jardines de Barcelona (residuos agrícolas), de residuos forestales (astillas) y de cultivos energéticos. También es donde se hará el almacenamiento en los depósitos de hielo, del frío recuperado de la central del Puerto.

La central de la Marina construida inicialmente para dar servicio al barrio que le da nombre y al recinto ferial, pasará a ser una central de puntas y/o de reserva cuando la red troncal esté conectada con la de la Zona Franca.

La central del Puerto permitirá aprovechar el frío residual (hasta 30 MW) que ahora se pierde en el puerto transportándolo a la central de la Zona Franca para su uso en la red.

IMPACTO MEDIOAMBIENTAL

Las  redes de distribución de calor y frío o District Heating and Cooling con las que se está dotando Barcelona, cubren las necesidades de climatización de los residentes con menos impacto ambiental, menos consumo de energía eléctrica y ofrecen nuevos servicios energéticos para mejorar la calidad de la oferta. 

Los proyectos de implantación de redes de calor y frío aportan ventajas frente a los sistemas individuales sobre todo en el terreno de la eficiencia energética, el impacto ambiental, y el ahorro.