Ter Stegen, el héroe silencioso

Solo triunfaron los fotógrafos que estaban en la portería de Keylor Navas. Aquellos que cubrían el ataque del Barça. Los afortunados que siguieron con el objetivo a Leo Messi, el héroe indiscutible del clásico. El triunfador. El tipo que aparece en más portadas.

De los habitantes de la otra portería del Bernabéu nadie se acordó, fundida a negro, sin ningún protagonista digno de aparecer en la primera página.

Ni siquiera de quien solo sale cuando se equivoca. Del portero. De quien hizo posible, con su trabajo, que Messi volviera a ser aclamado en todo el planeta. Nadie enfocó a Marc André ter Stegen. Ninguna cámara le buscó. No se sabe qué hizo, cómo reaccionó, a quién se abrazó -si es que se abrazó a alguien, sin tener en el campo a Mascherano, uno de los pocos que se acuerda siempre de su portero-, cuando Messi culminó el centro de Alba, proyectado por André Gomes, continuador de la cabalgada de Sergi Roberto.

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Para que Messi provocara en los culés la enésima explosión de gloria eterna, esa sensación de éxtasis que nadie acierta a describir, tuvo que mediar Ter Stegen con sus 12 paradas. Exigido como nunca. El Barça no había sufrido hasta ahora un bombardeo semejante como al que fue sometido el domingo en el Bernabéu. Sí parecido, sin embargo, en otros episodios. Hasta 22 remates intentó el anfitrión, que solo acertó dos veces. Ter Stegen abortó 12 tiros.

LA FIRMA COMPARTIDA

Alguno fáciles, como el tiro inocente de Bale o el primero ansioso de Cristiano; otros sencillos, como el de Modric. Pero Kroos buscó el rincón derecho, Asensio trató de sorprenderle junto al palo izquierdo y Benzema provocó una parada de balonmano, entre otras acciones que requirieon la presencia de un portero de esos que hacen ganar puntos. Los tres del clásico llevan firma compartida. La del 1 y la del 10.

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El Barça remató 16 veces, 9 entre los tres palos. Navas encajó tres tantos. Se estiró tanto como Ter Stegen en acciones elementales (Alcácer), asequibles (Piqué) e intuitivas (Suárez), pero el costarricense no tuvo de su lado a Cristiano para que elevara su figura. El mano a mano de los porteros lo ganó el alemán, más acertado también durante la temporada. Ambos han encajado el mismo número de goles en la Liga (28), pero Ter Stegen ha disputado ocho partidos más (31 a 23) y ha realizado cerca del doble de paradas (109 a 65).

LA COMPARACIÓN CON BRAVO

"Para ganar en el Bernabéu necesitas un gran portero, una gran defensa, un gran centro del campo y una gran delantera, no hay otra manera", dijo Luis Enrique, evitando subrayar la crucial aportación de Ter Stegen. La comparó a la de Claudio Bravo del año anterior (0-4) pero la holgura del marcador restó relevancia a la labor del meta chileno en comparación con la del alemán que, además, debutaba en el Bernabéu en su tercera temporada en el Barça.

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Ter Stegen realizó el mayor número de paradas de la temporada, lo que significa un elogio al acierto de sus intervenciones pero que denuncia, al mismo tiempo, la menor eficacia en la prevención defensiva azulgrana respecto a las anteriores campañas. En el promedio de paradas realizadas y goles encajados en relación a los tiros recibidos, solo Oblak (Atlético) supera a Ter Stegen,  mientras el mexicano Ochoa (Granada) es el más bombardeado.