PREVISIONES DEPORTIVAS

El deporte en el 2018: Messi y todos los demás

El 2018 es un año de Mundial de fútbol, de Messi, de Juegos Olímpicos de Invierno, de Nadal volando sin su tío Toni y de Alonso buscando la triple corona

Guardiola, entrenador del City, y Messi, en un duelo de la Champions.

Guardiola, entrenador del City, y Messi, en un duelo de la Champions. / periodico

Albert Guasch

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es universalmente sabido que Messi es el mejor futbolista del mundo desde hace muchos años. En ocasiones el premio se lo lleva otro. No es contradictorio. Los galardones necesitan de unos justificantes que no siempre coinciden con las apreciaciones palmarias. Todo apunta a que Messi volverá a ser el mejor en el 2018, si no media lesión. Así lo evidencia su puesta en escena en la temporada actual y su consuetudinaria regularidad. Otra cosa es si levanta el sexto Balón de Oro, el que le desempate de Cristiano Ronaldo. Es año de Mundial, acontecimiento que frecuentemente inclina la caprichosa elección.

Si atendemos al aforismo guardiolista, el Barça suma más números que nadie para ganar la Champions. “¿Dónde juega Messi? Pues ese es el equipo favorito”, dijo hace unos días el técnico catalán. Su objetivo era desactivar cualquier conspiración destinada a colgarle presión a su Manchester City, tan imparable en la Premier, ante la competición por alcanzar la cita de Kiev, sede de la final de la Liga de Campeones de este 2018 (26 de mayo).

El aforismo se descompone ante el Mundial de Rusia (del 15 de junio al 15 de julio). Argentina es un carromato pesado que aspira a llegar lejos con un solo caballo tirando con fuerza. O Sampaoli, seleccionador argentino, idea un truco mágico asombroso, o el mundo del fútbol deberá resignarse a que el mayor talento que nunca pateó un balón se quede sin alzar nunca una Copa del Mundo. A punto de cumplir 31 años, Messi está posiblemente ante su última oportunidad.

Mejor equipadas se presentan a la cita rusa selecciones como Brasil, Alemania e incluso la España de Lopetegui, que tan buenas sensaciones ha ofrecido en la fase clasificatoria. No hay por qué temer a las expectativas. Son merecidamente altas. Como las del Barça, que este año desvelará el apellido comercial que el Camp Nou, una vez reformado, lucirá durante muchos lustros. El Girona, por su parte, aspira a consolidarse en Primera y el Espanyol, simplemente a crecer.   

Nueva etapa de Nadal

El 2018 conlleva una nueva etapa para Rafa Nadal, que acabó como número 1 el 2017, última temporada con su tío Toni. No volará solo el campeón manacorí. A su vera conserva al exjugador Carlos Moyà. A mediados de enero, en el Open de Australia, empieza su reto de mantenerse en lo alto del árbol mientras Federer, Murray, y Djokovic, o sea, los de siempre, patearán el tronco para hacerle bajar.

Marc Márquez es otro que siempre quiere más. Tras conseguir su cuarto título de MotoGP, apunta ahora al quinto, como los que atesora el mítico australiano Mick Doohan. La ambición le viene de serie al corredor de Cervera, quien sí, cómo no, ya ha dicho que va a por la gesta. Como cada año, Montmeló acogerá un Gran Premio. O dos. Uno de motos y otro de coches.

Los ojos del mundo automovilístico se centrarán en Lewis Hamilton, último campeón de Fórmula 1, pero también en Fernando Alonso, que este año aspira a convertirse en el piloto total. Correrá en las 24 horas de Daytona (27 de enero), en Le Mans (en verano) y estrenará un McLaren-Renault en la F-1. El fascinante, inaudito e impredecible reto de una triple corona.

Cita sin Rusia

Nuevas estrellas emergerán de los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang, en febrero en Corea del Sur. Una cita sin Rusia. El país ha quedado apartado por su vinculación con los escándalos de dopaje. Los atletas rusos limpios podrán concurrir con bandera olímpica, pero no sentirán la emoción patriótica de escuchar su bello himno. 

Un acontecimiento que atrae millonarias audiencias es la Ryder Cup de golf. En los años 80 la cadena ABC pagó a los organizadores un millón de dólares para, paradójicamente, deshacerse del contrato de retransmisión. Hoy es una competición bianual palpitante que enfrenta a los mejores golfistas de EEUU contra los de Europa y que por segunda vez en la historia se disputará en territorio continental europeo. El precedente, la edición de 1997 en Sotogrande (España). Será esta vez en las afueras de París, a finales de septiembre, y los norteamericanos parten como favoritos. Y sus derechos valen muchos, muchos dólares.