Pozanco también vuelve a casa

No solo vuelve Valverde al Barça. Su preparador físico también tiene un pedigrí culé, tal vez más enraizado que el nuevo entrenador. José Antonio Pozanco Lancho fue un joven valor de la cantera que acarició el acceso al primer equipo, pero una lesión le cortó el paso.

No fue una lesión convencional. A Pozanco, nacido en Madrid el 4 de junio de 1970, de padres abulenses, pero hijo de Santa Eulàlia de Ronçana, tenía dañado el corazón. Justo cuando iba a ser ascendido por Johan Cruyff, un amplio chequeo médico descubrió el mal funcionamiento de la válvula que abre y cierra la aorta. La operación, en aquella época, no ofrecía garantías de una recuperación absoluta para la exigencia del fútbol profesional y Ros, el apodo con el que era conocido, tuvo que retirarse.

El disgusto no fue tan mayúsculo como para dar un portazo al fútbol. Trató de seguir conectado al máximo nivel posible. Y se preparó. Cruyff le quiso cerca y Paco Seirulo le tuvo cerca. En cinco años, ese interior izquierdo con "una zurda muy fina y magnífico lanzador de faltas", según un excompañero, se secó la licenciatura de INEF.

COORDINADOR DE LA CANTERA

Pozanco servirá también guía a Valverde en los intríngulis del club por  su profundo conocimiento de la particular formación futbolística azulgrana, a la que accedió cuando era juvenil en el Granollers. Luego, con el título, coordinó la preparación física del fútbol base hasta el 2002. Probó el fútbol profesional ejerciendo de preparador físico del Elche y regresó al Barça en la época final de Frank Rijkaard. La faceta más relevante, a ojos del gran público, fue ayudar a Touré Yaya a recuperarse de una hernia discal.

Terminado el trabajo, recibió la llamada de Valverde. Desde el 2008 trabajan juntos, ya sea en Grecia  (con el Olympiacos en la campaña 2008-2009 y las que van del 2010 al 2012), en Villarreal (09-10), Valencia (12-13) y Bilbao. Valverde vuelve al Barça y con él, el Ros, deseoso de conservar en la que fue su casa su perfil de secundario. "Los protagonistas de todo son los jugadores. Y el entrenador. Los demás somos unos actores secundarios que aportan", explicó.