Bartomeu: "El nuevo Camp Nou será un icono de Barcelona"

El presidente del Barça augura "un estadio único y diferente a los otros del mundo" que estará listo en la temporada 2021-22

Josep Maria Bartomeu y los capitanes, durante el acto de presentación

Josep Maria Bartomeu y los capitanes, durante el acto de presentación / PERIÓDICO

ALBERT GUASCH / BARCELONA

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Josep Maria Bartomeu apeló al orgullo de club y al orgullo ciudadano para insistir en la necesidad de levantar un nuevo estadio. “El Camp Nou se nos ha hecho viejo, ya no es el mejor estadio del mundo. Y un club como el nuestro debe tener el mejor. También una ciudad como Barcelona”.

Bajo este preámbulo, el presidente del FC Barcelona trató de seducir a los socios, pero sobre todo al Ayuntamiento y a los habitantes de Les Corts, a sumarse al entusiasmo de la directiva en el nuevo proyecto de Camp Nou, desvelado ayer con más detalles tras un concurso arquitectónico resuelto el pasado 8 de marzo no sin cierta polémica por una filtración prematura.

La propuesta victoriosa, a cargo del equipo japonés Nikken Sekkei asociado al catalán Pascual-Ausió Arquitectes, se convertirá, según Bartomeu, en “un icono de la ciudad de Barcelona”. La imponente maqueta descubierta ayer hace pensar que así será. El nuevo estadio se construirá sin fachada, deberá estar listo para la temporada 2021-22 y tendrá una capacidad para 105.000 espectadores, 6.000 más que los actuales. 

MÁS ACOGEDOR

“Tendremos -señaló el mandatario azulgrana- un estadio único, diferente a los otros del mundo. Ganarán los futbolistas porque jugarán en unas instalaciones mejores; ganará la economía del club por los nuevos ingresos; también ganarán los socios, por la comodidad del nuevo recinto, más acogedor. Y ganará el barrio, que tendrá un nuevo espacio verde y abierto a todos”, dijo.

En su discurso el presidente del Barça lanzó guiños constantes al Ayuntamiento y a los habitantes de Les Corts, con los que tendrá que negociar para poner en marcha toda la gran obra del Espai Barça, cuyo coste asciende a unos 600 millones de euros. La mayoría, unos 400 millones, se gastarán en el Camp Nou. Va a ser, sin duda, la obra más colosal que conocerá la ciudad en muchos años. Una dinamizadora económica en sí misma, con muchas posibilidades de negocio. "Este es un sueño colectivo y lo llevaremos a cabo con el máximo rigor", enfatizó Bartomeu..

De la parte económica se habló precisamente casi tanto como de la parte estética y funcional durante la presentación. Se habló de la deuda, que debe reducirse por debajo de los 200 millones desde los 328 actuales antes de que irrumpan las excavadoras (en la temporada 2017-18). Y mencionó la financiación de la reforma integral, que dicho sea de paso será de una enorme complejidad, ya que se abordará mientras el primer equipo disputa sus distintas competiciones.

SIN VENDER PATRIMONIO

Bartomeu admitió que gran parte de la construcción deberá ser sufragada por la marca comercial que ponga apellido al nuevo Camp Nou, “como ya aprobó la asamblea de compromisarios”, dijo como curándose en salud. “No pondremos en riesgo ni el proyecto deportivo del club ni vamos a vender un palmo de patrimonio”, aseguró en una alusión a malpensados temerosos de la venta de un crack del equipo.

Y por si algún socio purista se le ocurre torcer el gesto, recalcó que para mantener “los precios populares actuales de los abonos” el club necesitará de ese chorro económico de la empresa dispuesta a asociarse al Camp Nou. “Aún tenemos tiempo, pero se anunciará pronto”, desveló.

Para asegurarse el sello de aprobado del Ayuntamiento, Bartomeu deslizó que el impacto económico del Barça supone el 1,5% del PIB de la ciudad, donde “miles de personas” tienen trabajo, de forma directa o indirecta, a través del club azulgrana. “Nuestro club y Barcelona deben seguir uniendo esfuerzo, porque el Barça es un motor económico”.

Con la presencia de Luis Enrique y toda la plantilla del primer equipo y varios exfutbolistas del club, estimó también que el nuevo estadio generará unos 50 millones de euros de ingresos más al año, como mínimo. Y destacó que el estadio contará con un mirador de 360º desde el que ver toda la ciudad, una especie de rambla en la parte más alta que aspira a convertirse en lugar de paseo y encuentro ciudadano y de turistas.

TAPADO Y CUBIERTO

Jordi Moix, comisionado del proyecto Espai Barça, que incluye el nuevo Mini Estadi en Sant Joan Despí, el nuevo Palau Blaugrana y el nuevo Camp Nou y alrededores, desmintió a aquellos que alertan de que se convertirá en un nuevo estadio de la pulmonía al ser un recinto abierto. “Los espacios interiores de la terraza serán tapados y cubiertos, pero sin la membrana de cubrimiento exterior de otros estadios”, tranquilizó.