Análisis

La noche en que 'Mou' hizo teatro del malo

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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Era Madrid contra Barça. EraMourinho frente aGuardiola. EraCristiano Ronaldoante Messi. Jugaban la especulación contra la posesión. Eran once, al final diez, sí, que no querían atacar contra un equipo que adora el balón y busca la victoria. Era elaquí te pillo aquí te matofrente al tiqui-taca, el fútbol arte, las ganas de vivir, de disfrutar, de jugar, jugar y jugar. Eran todos aquellos que proponían el final de una era, el fin de la hegemonía contra un grupo, canterano en su esencia, cómplice desde el bus al pitido final y creado para agradar, para honrar al fútbol.

Mourinho, aquel que se niega a responder si no le pregunta el director del periódico, de la radio, de la televisión, protagonizó anoche su mayor pataleta. Mou, que solo paga las multas por exceso de velocidad si la foto la tomó el director general de Tráfico, recogió ayer, con un árbitro europeo, alemán, todo lo que lleva sembrando desde años. Mou, que solo actualiza la libreta de su cuenta si se la revisaEmilio Botín, dejó ayer en el banquillo 129 millones de euros. Mou, que no bebe café si no se lo sirveJuan Valdés, fue en busca del 0-0 (antes de recibir al Tottenham dijo que era un resultado exquisito) desde el minuto uno. Y, luego, se queja. Mou, que solo compra en Zara si le cobraAmancio Ortega, jugó, de nuevo, como si fuese el visitante y recibió un contundente (no me atrevo a escribir que definitivo) 0-2, que coloca a los azulgranas a un paso de la final de Wembley. Mou, a quien le corta las uñas el cangrejo dela sirenita, volvió a hablar más de él, de su palmarés, que de su equipo, de su planteamiento y, de nuevo, anoche dejó al Real Madrid, al que representa, por los suelos, bajo el barro, innecesariamente ensuciado, emborronado, sin gloria alguna. Mou, que construyó elArca de Noey dejó aJorge Valdanofuera, volvió a jugar como un equipo menor, siendo el poseedor de más coronas continentales.

Mou, que no coge el avión porque viaja en el paraguas de Mary Popins, no tendrá más remedio, dentro de seis días, que jugar al ataque, planteamiento que desconoce y, ahora sí, precisará de la ayuda deAitor Karankapara aprenderlo. Mou, que no bebe sidra si no se la escancia el gaitero, tuvo que oír anoche como su jugador estrella, aquel que le costó aFlorentino Pérez96 millones de euros, dijo que no le gustaba jugar en este equipo.«Pero tengo que adaptarme». Mou, que cuando llama al 1004 le atiendeCésar Alierta, asistió a la exhibición del equipo que jamás tendrá, basado en la cantera y no en el talonario de su rico propietario, se llameAbramovich,MorattioPérez. Mou, que no va en moto si no le llevaValentino Rossi, volvió a provocar anoche aGuardiola pero, esta vez, recibió únicamente como respuesta un contundente 0-2. Mou, que no reza porque posee el móvil de Dios, pedirá hoy que le fichen a Cesc Fábregasaunque para ello elser superiortenga que venderse medio estadio.

Mou, el mejor entrenador del 2010, podrá demostrarlo, el próximo martes, en el Camp Nou. Le vala décima. Del Madrid, no suya.