Los héroes olvidados del Alavés

Hay fechas históricas que jamás se olvidan, sobre todo cuando se trata de un club humilde más acostumbrado a las penas que a las alegrías. El 16 de mayo del 2001 tuvo lugar una de las mayores gestas del fútbol modesto. El resultado no acompañó, pero el perdedor se sintió vencedor. El Alavés cayó en Dortmund en la final de la UEFA contra el Liverpool (5-4) con un gol de oro en la prórroga. El equipo vasco vuelve el sábado a una gran cita, esta vez en la Copa del Rey. De nuevo el tópico de David contra Goliat. El Barça toma el relevo de los 'reds'.

En el camino del Westfalenstadion al Calderón han sucedido muchas cosas, especialmente en la vida del Alavés, que llegó a caer a las catacumbas de la Segunda B, supo resarcirse del nefasto paso de Dimitry Piterman y volvió a la élite para pelear con los mejores. Como en el 2001, cuando dejó fuera al Gaziantespor, Lillestrom, Rosenborg, Inter de Milán, Rayo Vallecano y Kaiserslautern antes de plantarse en la final. 

LA NOSTALGIA DEL RECUERDO

La afición no ha olvidado esa gesta concluida en Dortmund. La directiva, en cambio, ha perdido la memoria. "Me habría encantado estar en Madrid con mis antiguos compañeros. Vernos todos en una comida, hacer piña antes de otra final y recordar aquel año tan bonito", cuenta Javi Moreno en una charla con EL PERIÓDICO antes de añadir con rabia: "Lamentablemente el club no ha movido ni un dedo. Nosotros seguimos en contacto en un grupo de whatsapp y todos queríamos ir juntos al Calderón, pero no recibimos ni una simple invitación".

"Nos hemos tenido que mover cada uno por su cuenta. Con una entrada normalita por jugador nos habríamos conformado. Un simple detalle, pero no ha habido nada" (Javi Moreno)

Javi Moreno (Silla, Valencia, 1974) marcó dos goles en aquella final y el sábado estará en el estadio con sus hermanos y mujeres. "Nos hemos tenido que mover cada uno por su cuenta. Con una entrada normalita por jugador nos habríamos conformado. Un simple detalle, pero no ha habido nada". La directiva albiazul, con Alfonso Fernández de Trocóniz de presidente y Josean Querejeta como consejero delegado, ha mirado a otra parte. Un grave olvido.

La nostalgia embarga al exdelantero cuando recuerda aquella gesta. "Me gusta rebobinar y volverlo a revivir, aunque suceda lo mismo. Me da igual. Siempre lo digo, somos ganadores. No tengo el trofeo en casa, pero vencimos. Si hasta metimos un gol más que ellos [el tanto decisivo lo anotó Defí Geli en propia meta]. Si no nos expulsan a dos tíos ganamos", comenta el exjugador formado en el Barça.

EL AUTOGOL DE GELI

Una de las anécdotas de la final fue su tremendo despiste. No sabía que el partido se decidía con gol de oro. Como en el colegio. El que marcaba ganaba. "Yo flipaba. Empecé a ver celebraciones locas del Liverpool, mis compañeros abatidos... Joder, no me enteré. Creía que en los cuatro minutos que faltaban les podíamos dar aún un susto".

"Me gusta rebobinar y volverlo a revivir, aunque suceda lo mismo. Me da igual. Siempre lo digo, somos ganadores. No tengo el trofeo en casa, pero vencimos"

Aquella gran UEFA le llevó al Milan de Maldini, Shevchenko, Pirlo… Un equipazo. Atlético, Bolton, Zaragoza, Córdoba, Ibiza y Lucena fueron sus siguientes equipos. Se retiró en el 2010. Ahora vive entre Ibiza y Valencia. Su último club como técnico fue el Alcorcón B, del que fue despedido en diciembre.

LA MIRADA DE MANÉ

El Barça, eliminado por el Liverpool en las semifinales de la UEFA del 2001, espera en la final de Copa. "Necesitamos que Messi salga sin pilas. El Chiquitito es un genio inigualable. Es lo que todos hemos soñado ser desde pequeños".

 "Necesitamos que Messi salga sin pilas. El Chiquitito es un genio inigualable. Es lo que todos hemos soñado ser desde pequeños"

Javi Moreno compartía habitación con Téllez y era el 'pichichi' del bloque armado por Mané, aquel señor bajito y con bigote que entrenó también al Figueres, Lleida y Espanyol. "El míster no era de muchas palabras, nos motivaba con la mirada y dejaba mucha libertad". 

El argentino Martín Herrera, el portero de aquel equipo, sigue vinculado al deporte como dirigente en su Córdoba natal. En la defensa, Contra y Geli era los laterales. El rumano entrena al Dinamo de Bucarest, mientras el catalán preside con éxito el Girona, que está a punto de subir a Primera. El rockero noruego Eggen, el vasco Karmona (trabaja como técnico en el Athletic) y Téllez era los centrales. 

DE INTERNACIONAL A MALETERO

El fornido zaguero, que llegó a ser internacional, lleva ahora maletas en el aeropuerto de Barajas. "Nuestro vestuario eran risas, diversión, compañerismo... El equipo de Pellegrino tiene un sacrificio y solidaridad similares", reflexiona Téllez. 

En aquel 5-4-1 inicial, el centro del campo era  para Jordi Cruyff (director deportivo actual del Maccabi de Tel Aviv), Tomic (técnico en Serbia), Desio y Astudillo (ambos entrenan o lo intentan en Argentina). Arriba empezó Javi Moreno, al que acompañó pronto Iván Alonso.

"Nuestro vestuario eran risas, diversión, compañerismo... El equipo de Pellegrino tiene un sacrificio y solidaridad similares" (Óscar Téllez)

El experico, de 38 años, sigue dando guerra en el River Plate, en el que también debutó. Al uruguayo no le hizo ninguna gracia la camiseta de la final del 2001. Se arrinconó la rosa de todo el torneo y se optó por una extraña zamarra similar a la del Boca Júniors. El sábado no habrá inventos. El Alavés jugará con la albiazul de toda la vida.