ACTUALIDAD AZULGRANA

El Barça retoca la dirección técnica

El club azulgrana planea prescindir de Robert Fernández como secretario técnico y a la vez mantener a Bakero y Amor

Robert Fernández, Paulinho Bezerra y Jordi Mestre, en la presentación del futbolsta brasileño.

Robert Fernández, Paulinho Bezerra y Jordi Mestre, en la presentación del futbolsta brasileño. / periodico

Albert Guasch

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El ruido sobre una reorganización de la dirección deportiva ha impregnado el ambiente del FC Barcelona en las últimas horas. Una reunión celebrada el martes por la noche en el Camp Nou entre los integrantes de la comisión deportiva del club abrió el grifo de la especulación sobre movimientos de técnicos. Nombres de peso que se suponen que van a entrar, otros que se apartarán…

Habrá, ciertamente, algún que otro cambio en el organigrama que cuida del primer equipo y de categorías inferiores, aunque no tantos como los especulados. La marcha más probable y relevante será la del secretario técnico, Robert Fernández, que acaba contrato a finales de junio y al que no se le renovará el contrato.

Robert llegó hace tres años en sustitución de Andoni Zubizarreta y como todos los que han pasado por su cargo se le valorará por algunos buenos fichajes (Samuel Umtiti, por ejemplo) y se le denostará por otros menos acertados (André GomesPaco Alcácer…).

Planes, sin opciones

Lo cierto es que el presidente Josep Maria Bartomeu, con la complicidad de Pep Segura, que se mantiene como su hombre fuerte, parece haber llegado a la conclusión de que hace falta una sacudida en una posición sometida siempre a la lupa del entorno. El desgaste puede ser un factor. Ya lo explicará el club cuando llegue el momento.

¿Quién será su sustituto? Está por ver. No será Ramon Planes, el actual secretario técnico del Getafe y ex del Espanyol. El del leridano es un nombre que había surgido en las últimas horas, pero su candidatura se ha desvanecido antes de coger fuerza. Y siempre flota de algún modo, para algún cargo, la escurridiza figura de Jordi Cruyff, con el que Bartomeu ha ido soldando relaciones en los últimos tiempos. Pero no se deja atrapar así como así

En la reunión del martes en que también estuvieron presentes el CEO del club Òscar Grau y los directivos Jordi Mestre, Silvio Elías y Javier Bordas, como miembros de la comisión deportiva, se analizó la situación general. Se habló de fichajes, de bajas, del descenso del Barça B y por supuesto del nuevo organigrama, del que no saltarán como se ha especulado ni Jose Maria Bakero ni Guillermo Amor, responsables del fútbol formativo y que han tejido complicidad de trabajo con Segura.

En ningún momento apareció tampoco el nombre del exfutbolista Àlex Garcia, analista del primer equipo con Ernesto Valverde y al que se ha relacionado con la responsabilidad de la supervisión de todos los equipos de la Masia. En cualquier caso, el sustituto de Robert no tardará en conocerse. Se considera que no conviene estirar el suspense de estas situaciones, por lo que no se esperará a que expire el contrato del valenciano.

Carpetas abiertas

Entre las carpetas que quedan abiertas figura la contratación de Antoine Griezmann, quien aún mantiene en vilo a Barça y Atlético, la incorporación del central francés Lenglet, del Sevilla, y desde luego la venta de todo el mostrador de futbolistas que la entidad azulgrana quiere realizar para ingresar euros y abordar con garantías económicas los fichajes planeados.

De repente ha surgido la hipotética salida de Jesper Cillessen, el suplente de Ter Stegen. Su nombre parece figurar en la agenda de varios equipos potentes de la Premier, como Arsenal y Liverpool, y a ello se refirió el holandés, cuya cláusula de rescisión asciende a 60 millones de euros. “Tengo que esperar con paciencia, lo único que sé es que el club no quiere venderme", dijo a la cadena Fox.

"El Arsenal y el Liverpool son buenos clubs, pero tengo que aceptar la decisión del Barça y continuar aquí. Esperaré a la pretemporada para saber qué deciden los dirigentes. Si quieren retenerme, tengo que aceptarlo porque firmé un contrato de cinco años".