El Barça cierra el año con el récord

El conjunto azulgrana destroza al Betis y alcanza los 180 tantos en el 2015

Neymar observa el balón al fondo de la red tras errar desde el punto de penalti.

Neymar observa el balón al fondo de la red tras errar desde el punto de penalti. / JORDI COTRINA

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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El final deseado a un año apoteósico. La guinda al pastel ha colocado el Barça, cuya victoria sobre el Betis le ha reportado varios premios de una tacada: el récord de goles (180, borrando el nombre del Madrid y los 178 que anotó en el 2014), el récord de victorias (51, compartido con los blancos) y la recuperación del liderato, que había perdido dos horas antes. El colosal cierre, sin embargo, no ha sido digno de ser recordado en el futuro. Solo por el fondo, no por las formas.

Ni siquiera hoy. Ha llegado con un partido bronco, feo, en el que el Betis quiso que pintaran bastos y luego se derritió ante un rival implacable. Un resumen bastante fiel de lo que ha sido el 2015 azulgrana, que empezó de pena en San Sebastián y lo acaba haciendo historia. Que perdió dando lástima y lo finaliza brillando con un festival que habría podido ser antológico. El Barça ha rematado más veces al poste (cinco) que goles ha marcado.

GOL EN LOS 500

No ha fallado Messi en una noche especial desde el plano colectivo, por la importancia de amarrar los puntos y simbólica por el reto goleador. Alcanzaba sus 500 actuaciones oficiales con el Barça  500 actuacionesy ha sellado la efeméride con un tanto, el cuarto en los cuatro últimos partidos. También ha mojado Luis Suárez, y solo ha fallado Neymar, que ha estrellado dos remates en los postes. Igual que Messi. Alves se ha apuntado el otro.

Tal vez Pepe Mel estuviera escamado de sus anteriores visitas al estadio. En alguna mereció llevarse un premio por lo bonito que jugó su equipo. Si no fue por las buenas, será por las malas, debió pensar el técnico, que ha sido consecuente con esa actitud: fue expulsado a la media hora. El aviso del tono que tendría la clausura del año -que no la interrupción de la Liga, que continúa el sábado con el derbi- se ha advertido muy pronto. Al minuto, cuando Molinero ha dejado huella en Neymar.

Las buenas maneras han terminado en los prolegómenos, después de que el Betis hiciera el pasillo al Barça y el equipo azulgrana escuchara cánticos de “campeones, campeones” cuando posaba con los cinco títulos. El inicio ha sido muy problemático y abrupto, con muchas faltas. Los dos centrales béticos (Bruno y Westermann) se han lesionado, Molinero ha sufrido una brecha en la cara, Neymar ha fallado otro penalti (el tercero de los siete chutados) y Westermann ha adelantado al Barça en propia puerta en el rechace del larguero.

El árbitro ha colaborado a enrarecer el clima por su tolerancia con las brusquedades y el penalti a favor del Barça con un coche fortuito entre Adán y Messi. El crack ha quedado conmocionado en el suelo pero no ha tardado mucho en reaccionar. Suele suceder que cuando se enfada, su respuesta es implacable.

La resistencia del Betis ha terminado en cuanto ha comprobado que ni por las malas podría ante el campeón del mundo. Se ha diluido cuatro minutos después, con el segundo tanto, y solo se ha sostenido en pie gracias al aluminio de las porterías y las manos de Adán, de pasado madridista y el único verdiblanco que no ha aplaudido al Barça en el homenaje inicial.

El remate definitivo ha llegado recién reanudado el encuentro, con el Betis descabezado porque sus dos entrenadores (Mel su ayudante, Roberto Ríos, sancionado en la jornada anterior) estaban en la grada. El gol de Luis Suárez ha reforzado la red de protección del Barça, que desperdició dos goles de ventaja ante el Deportivo antes de volar a Yokohama. De vuelta en casa sigue en la cima.

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