El rival europeo

Dulce revancha de Pellegrini ante Mourinho

MANCHESTER CITY 2 CHELSEA 0 

El City echa al Chelsea de la Cup con medio equipo de suplentes que no jugarán el martes

Silva, del Manchester City, se escapa de Matic, ayer, en el duelo disputado en Manchester.

Silva, del Manchester City, se escapa de Matic, ayer, en el duelo disputado en Manchester.

JOAN DOMÈNECH

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Como no hay dos partidos iguales, gusta decir a jugadores y entrenadores, José Mourinho repitió prácticamente la alineación del Chelsea que le permitió asaltar al Manchester City el 3 de febrero (jugó Obi Mikel ayer en lugar de Terry), pero no se llevó el mismo botín. Todo lo contrario. Se llevó un castigo de mayor valor que lo que le reportó aquel premio: la eliminación de la Cup. Manuel Pellegrini, callado desde aquel día, le pasó la factura.

Dulce venganza la del City, que entonces no perdió ni una opción en la Premier (está a tres puntos del Chelsea, precisamente, con un partido menos) y ahora ha echado a la cuneta a uno de los rivales más peligrosos en la cuarta competición en la que sigue vivo. Para mayor satisfacción del técnico chileno, con un desgaste mínimo cara al martes.

GOBIERNO DEL MARCADOR / Pellegrini ahorró el cansancio al portero Hart, a Demichelis y Kolarov, dos defensas teóricamente titulares en la Champions, y a Navas y Negredo, y pudo darle minutos a Nasri, que reaparecía. Con medio equipo de suplentes pasó la mano por la cara a su colega, que hizo jugar a 10 de los 11 hombres que empataron el martes ante el West Bromwich.

La gran diferencia del duelo que repetían ayer City y Chelsea radicó en que fue el cuadro local el que se adelantó en el marcador. Acertó a la segunda Jovetic (dos minutos antes remató al larguero un rechace de Cech a tiro de Touré). Ese tanto permitió a los citizens gobernar también el marcador, además del partido, desbaratando la idea de Mourinho de conservar algo. Ni siquiera el 0-0 le habría brindado el replay en Stamford Bridge. No dio sensación de ambicionar nada, ni con el 2-0.

UNA BELLA BATALLA / Además de ahorrar esfuerzos, el City rearmó su confianza con un buen juego, muy consistente atrás, donde Javi García guardó las espaldas de Touré Yaya para evitar los abismos que se abren entre el centro del campo y la defensa. El exazulgrana también se mostró más contenido en sus ansias atacantes.

Con un claro 4-4-2, Pellegrini trasladó la responsabilidad de armar el juego a David Silva, que se movió a su antojo. La presencia luego de Samir Nasri hizo feliz al canario. Entre ambos levantaron una pared que abrió la defensa del Chelsea. Nada hacía presagiar una reacción del cuadro azulado, indolente y poco imaginativo, sin ninguno de los jefes (Terry, Lampard) en el campo.

Mourinho había rectificado en el descanso retirando a Etoo, que pasó sin pena ni gloria, y reubicando a Hazard, el más talentoso, de la banda izquierda hacia el centro para que su equipo pudiera hilvanar alguna combinación. Ninguna armó, metiendo luego a Salah y Fernando Torres delante, con la pelota en poder casi constante del City, escondida por Silva, el hombre del partido, lo que invita a soñar con la bella batalla que se verá frente al Barça.