Bakero: "Estoy más nervioso que en un partido normal"

Después de una vida jugando partidos en el césped y dirigiéndolos desde el banquillo como entrenador, José Mari Bakero, a los 54 años, experimenta una nueva sensación: organizarlos. En realidad, solo se trata de un partido. El del reencuentro, este sábado, del Dream Team, el primer equipo del Barça que se coronó campeón de la Copa de Europa en 1992.

–¿Qué sensaciones tiene? ¿Cansancio, hastío, agobio, ilusión...? Estoy más nervioso que en un partido normal, esperando que todo salga bien. Tengo ganas de que llegue. ¿Ansiedad? Tampoco es ansiedad; digamos que estoy más alterado de lo habitual. Pero muy motivado.

–Con la preocupación de que no todo está en su mano. Claro. No puedes hacer el cien por cien de lo que desearías. El evento está condicionado por muchas cosas. Como el partido. Por nuestra edad, la situación física de cada cual, empezando por la mía, que no puedo jugar y tengo que operarme del tobillo. Lo importante es que estaremos todos en el campo. Unos jugando y otros  al lado, acompañándolos.

–¿Qué expectativas tiene? Solo pido a compañeros, medios de comunicación y público que vengan, miren y al acabar el partido opinen. Ojalá nos quedemos con la sensación de que hemos pasado una buena noche. Hace 25 años vivimos una época de complicidad absoluta y deseo recuperar ese espíritu. Quiero rescatar el mayor número de recuerdos y sensaciones posibles y compartirlos con nuestro público.

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"Hace 25 años vivimos una época de complicidad absoluta y deseo recuperar ese espíritu. Quiero rescatar el mayor número de recuerdos y sensaciones posibles y compartirlos con nuestro público"

–No preocupa la cantidad de gente sino la calidad del espectáculo. Exacto. Desde el 92 nos han pasado muchas cosas a todos. Pero hasta entonces, la mayoría coincide: llegamos a ser una familia fantástica.

–Usted es el vínculo de unión entre el club y el equipo. Ha coincidido que me hicieron la propuesta y estaba en Barcelona, y no en el extranjero trabajando. Antes de dar el sí, hablé con los tres capitanes: con Andoni [Zubizarreta], Tali [Alexanco] y Ronald [Koeman]. Quise saber qué pensaban. Si lo hacemos, te ayudaremos, me dijeron.

–¿Cuál era la propuesta? Organizar el evento. El club nos dio la libertad de poder decidir un poco el tipo de fiesta que queríamos. El objetivo era unir a las familias y que participaran nuestros hijos. La mayoría no nos vieron ni jugar y se presentaba la oportunidad de que conocieran a los compañeros, a los que en cierto modo tienen idolatrados, de quienes han oído hablar y que solo han visto en los pósteres. El reencuentro solo podía producirse en un escenario donde fuimos cómplices, en nuestro estadio. Pero antes, el viernes, habrá una comida y una cena.

–¿Encontró respaldo? Les consulté y les pareció bien. A partir de ahí empecé a hablar con todos uno a uno. Alguno habría hecho cosas diferentes, pero al final hay un momento en el que debes decidir.

"El objetivo era unir a las familias y que participaran nuestros hijos. El reencuentro solo podía producirse en un escenario donde fuimos cómplices: en nuestro estadio"

–¿Ha tenido suficiente tiempo con tres meses para organizarlo? Me habría gustado disponer de más tiempo. Entre otras cosas, porque no he estado con ellos todo el tiempo que habría querido con los compañeros. Por las dificultades en localizar a más de uno, con el que no había hablado desde entonces. No estaré tranquilo hasta que les vea a todos aquí. Pero ya estoy disfrutando. He tenido el privilegio de recuperar conversaciones, compartir vivencias y saber cosas de aquella época que desconocía: anécdotas, sensaciones de cada uno que entonces no las comentábamos. He sido un privilegiado.

–Dijo que sentía en deuda por haber sido el único que tuvo un homenaje. Sí, sentía una deuda moral respecto a ellos. Hubo uno, el de Johan, a la persona. El de 1999. Ahora seremos muchos más. Estarán los de la plantilla de 1991, porque si no hubiéramos sido campeones de Liga no habríamos jugado la Copa de Europa. 

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"¿La desilusión de los culés por esta campaña? Hagamos del problema la solución: que vengan a recordar los buenos tiempos y acabamos la temporada de manera positiva"

–¿Planteó exigencias? Tenía dos premisas claras. Una vez expuse los conceptos que considero imprescindibles, el montaje del espectáculo lo ha dirigido una empresa profesional. La otra era que debía ser gratis: no puedes cobrar ni un euro por un evento que es un homenaje.

–Su papel refuerza la idea de que aquel equipo y esta junta no tienen ningún vínculo emocional. Por eso digo que esto es un homenaje hasta el 92. De todos los que participaron. De los siguen teniendo cierta notoriedad y de los que no quieren saber nada del fútbol. Estábamos juntos entonces y eso es lo que quiero transmitir. Olvidémonos de todo y recuperemos el espíritu del 92. A todos les ha gustado con el añadido de incorporar a nuestras familias. Habrá más de 50 hijos nuestros. Entiendo será muy bonito.

–¿Cómo va a atraer al público al Camp Nou? Explicando estas cosas. Sinceramente. ¿Usted cree que puedo tener en cuenta las 40.000 personas que me pitaban cuando echaba la pelota atrás y otras situaciones negativas que he vivido? No perdería ni dos minutos en esto. Es el momento de hacer un paréntesis. Estamos ante una fiesta especial de dos días y vamos a disfrutar de ella. Todos.

–¿La desilusión de los culés por esta campaña puede influir negativamente en la asistencia al sábado? Pues hagamos del problema la solución: que vengan a recordar los buenos tiempos y acabamos la temporada de manera positiva.