FÚTBOL

Bartomeu remodela el área deportiva del Barça en pleno mercado de fichajes

El ascenso de Pep Segura como manáger general limita la figura de Robert y el club confía en Amor y Bakero para el fútbol formativo

Pep Segura, Guillermo Amor y José Mari Bakero.

Pep Segura, Guillermo Amor y José Mari Bakero. / periodico

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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No hay, de momento, cromos nuevos de jugadores en el Camp Nou. Pero sí, en cambio, de ejecutivos. Cromos nuevos en los despachos, aunque, en realidad, son figuras que ya han pertenecido al Barça en diferentes épocas, empeñado como anda Josep Maria Bartomeu en agitar la estructura deportiva del club.

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Justo ahora, en un momento extremadamente delicado, donde se configuran las plantillas profesionales y las de la cantera, el presidente ha dado un giro radical al organigrama, preocupado por la huida de los jóvenes talentos de La Masia (Mboula al Mónaco y Eric García al City), unido también a la errática política de fichajes de la pasada temporada.

Primero ascendió a Pep Segura a un cargo de nueva creación (manáger deportivo del área de fútbol), similar al que ocupó Andoni Zubizarreta. Pero con matices diferentes, al menos en el nombre. Zubi era director deportivo; Segura es mánager general. Ahora, el Barça, con el anuncio de que José Mari Bakero y Guillermo Amor dirigirán el fútbol formativo profesional (Barça B, juvenil A y juvenil B), completa ese nuevo dibujo a mitad de julio. Bartomeu no ha explicado oficialmente las claves de esta profunda remodelación en un área tan estratégica, coincidiendo, además, con el decisivo mercado veraniego.

ROBERT, SEGUNDO NIVEL

En menos de una semana, Segura ha ascendido hasta la cúpula, solo situado jerárquicamente por debajo de Albert Soler, el director de deportes profesionales del club, dejando un hueco que ha sido rellenado por dos símbolos del Dream Team: Bakero y Amor. Esa ascensión debilita, sobre todo, la figura de Robert Fernández, por mucho que el club recalcara que no le afectara. Pero resulta obvio que ahora todas las decisiones de calado deportivo quedan supeditadas a la opinión final de Segura, una persona fichada, precisamente, por Albert Soler.

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Ni el nuevo manáger general, una figura que no existía ni tampoco había sido cubierta desde que Bartomeu despidiera a Zubi en enero del 2015 tras la derrota en Anoeta, prólogo del triplete, ni el actual secretario técnico azulgrana han dado su versión sobre los cambios. De momento, Segura y Robert guardan silencio. Y el club tan solo ha informado de esta reorganización a través de dos comunicados.

TERCERA ETAPA DE AMOR

Curiosamente, la función que desempeñaba el ahora manáger deportivo ha sido repartida en dos personas. Bakero, que ejerció de comisionado de los actos del 25 aniversario del Dream Team en Wembley, regresa ahora en un cargo nuevo tras haber sido ayudante de Van Gaal y Serra Ferrer.

Amor, por ejemplo, una vez concluída su aventura australiana en el Adelaide, retorna a los despachos del Barça. Será su tercera etapa después de que asumiera la dirección de la cantera con la entrada de Joan Laporta (2003-2007) en el club. Luego, cuando Sandro Rosell asumió la presidencia en el 2010, fue destinado a la misma función junto a Albert Puig. Cuatro años más tarde (2014), coincidiendo con los primeros meses de presidente de Josep Maria Bartomeu, fue despedido.

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El estallido del caso FIFA, que sancionó al Barça sin fichar por irregularidades en la contratación de futbolistas menores de edad, se llevó por delante a Amor. Fue Bartomeu quien selló su marcha. Ahora, es el mismo Bartomeu quien desanda el camino y confía, de nuevo, en el extécnico del Adelaide para pilotar el área profesional de La Masia.

En dos años, dos cambios en el liderazgo del modelo deportivo. Del Soler-Robert-Segura-Roura-Altimira (2015) al Soler-Segura-Robert-Amor-Bakero-Roura-Altimira (2017).

Cuando Valverde vino a Barcelona para ser presentado oficialmente (1 de junio), Segura ejercía aún de único responsable del fútbol formativo. Cuando el técnico abra hoy la puerta de su despacho en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí lo tendrá de nuevo jefe, mientras Robert busca los fichajes que necesita el equipo para reforzar puestos tan esenciales como el lateral derecho o en el medio campo. Por ahora, solo han llegado Deulofeu y Ortolá.