Anatomía de un subcampeonato

El equipo de Luis Enrique ha sucumbido por sus propios errores y la falta de regularidad

Varios jugadores del Barça aplauden al público tras perder la Liga.

Varios jugadores del Barça aplauden al público tras perder la Liga. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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El desenlace que se intuía se acabó consumando. El Barça no pudo repetir por tercera vez las excelentes prestaciones que había ofrecido y el Madrid, en cambio, mejoró levemente las suyas, imponiéndose en la última semana de los diez meses que ha durado el campeonato. El equipo de Luis Enrique ha sucumbido por sus propios errores, incapaz de mantener la indispensable regularidad que se le exige al campeón de cualquier torneo. Del mismo modo que no existe un motivo único que explique el subcampeonato, tampoco la responsabilidad recae en una sola persona.

EL BANQUILLO

Seis refuerzos que no refuerzan, salvo Umtiti

El mejor ejemplo se encuentra en el mayor inconveniente que ha lastrado al Barça: la falta de respuesta del banquillo. El club se gastó 122 millones el pasado verano en seis jugadores, elegidos por Robert Fernández, el secretario técnico, y Luis Enrique, el entrenador. Venían al Camp Nou a "aprender" de un once titular estable y sólido. También caracterizaba a los fichajes (Cillessen, Umtiti, Digne, Denis, André Gomes y Alcácer) la juventud.

Llegada la hora de competir, los futbolistas buscados por Robert no aportaron lo esperado, Luis Enrique no supo extraer el máximo rendimiento y ellos no dieron la talla. La excepción, considerando que Cillessen estaba condenado a guardar las espaldas de Ter Stegen y a disputar la Copa (el Barça está en la final del próximo sábado), ha sido Samuel Umtiti. El central francés se ha ganado la titularidad indiscutible, desplazando a Mascherano.

André Gomes ha sido el principal destinatario de las críticas. Fue el más caro. Luis Enrique ha confiado mucho en él, hasta el punto de colocarle en siete demarcaciones distintas. El portugués acabó en Las Palmas como lateral derecho sustituyendo a Digne, y ayer relevó al lesionado Sergi Roberto.

LA LLEGADA DE ALCÁCER

El mal negocio del cuarto delantero

Después de dos meses de matraca con la búsqueda de un delantero –en realidad, el rastreo del secretario técnico duró mucho más que julio y agosto–, a última hora se incorporó al Barça Paco Alcácer, el capitán del Valencia a sus 23 años. Costó 30 millones de euros más dos en variables y desempeñaría la función que realizaron los canteranos Munir Sandro, uno cedido al Valencia y el otro regalado gratis al Málaga.

Alcácer tenía más categoría y más gol que sus antecesores. No tuvo más minutos, seguramente porque sus características limitaban sus apariciones a ejercer de delantero centro, en lugar de Luis Suárez. Alcácer ha marcado seis goles, los mismos que Munir en el Valencia. Sandro se ha disparado hasta los 14 tantos. A la hora de la verdad, Luis Enrique no se atrevió a dosificar a los componentes del tridente. Aunque Luis Suárez ha sido el más sustituido de los tres.

EL TRIDENTE

Neymar regatea más y marca menos

Y Suárez no ha sido relevado en el campo porque lo mereciera. O su rendimiento no fuera el esperado. Tenía muy difícil igualar los 40 goles que anotó en la pasada Liga, entre ellos, 14 en las últimas cinco jornadas. El uruguayo ha firmado solo uno en Las Palmas. Pero el mal ya estaba hecho. El Barça era líder de forma ficticia porque al Madrid le faltaba un partido. El de Balaídos.

El bajón global de la producción del tridente (81 goles en la Liga 14-15, 90 en la 15-16 y 78 en la actual)  podría atribuirse a Neymar: de 22 y 24 goles ha pasado a contribuir con 13 , después del triplete de Las Palmas del domingo anterior. El brasileño, en cambio, ha firmado actuaciones antológicas con el arte de su regate, excepcional, el más desequilibrante e imprevisible del planeta fútbol. Sin que se disiparan los constantes conflictos judiciales derivados de su fichaje, Neymar se dedicó a jugar. A regatear más que a marcar.

Messi, en cambio lo hizo todo: jugar, regatear y marcar, instalado en esa posición particular que se conoce ya como la demarcación Messi: extremo derecho en el saque inicial; interior mientras está en la sala de espera: organizador cuando se mueve a la mediapunta y delantero centro para definir. El 10 se ha apuntado el cuarto Pichichi y la cuarta Bota de Oro de su carrera.

LA DEFENSA

Inseguridad que se traduce en goleadas

La delantera ha continuado siendo el eje del equipo desde que Luis Enrique desplazara el fiel de la balanza del centro del campo al ataque. Los goles pasaron a ser la justificación a la menor dedicación en el juego. Ello comportó que el equipo se estirara en el campo y la defensa se sintiera menos protegida. Y más vulnerable.

Cuatro goles en Balaídos, en una primera mitad lamentable, fueron un aviso que no ha sido corregido. Sobre todo, en Europa, donde el Barça enseñó su debilidad en Manchester (3-1), París (4-0) y Turín (3-0). Ter Stegen, en su primera Liga completa, no ha podido conseguir el Zamora que sí logró Bravo, ahora en el City.

LOS ERRORES

Tres tropiezos imperdonables 

Ter Stegen protagonizó un error grosero en Balaídos, pero firmó una exhibición en el Bernabéu. Sin ser tan grave, fue más influyente el fallo de Arda Turan en el clásico del Camp Nou, forzando una falta que brindó a Sergio Ramos la posibilidad de empatar y alimentar la gloria blanca. Arda, fichado con prisas por la comisión gestora en el 2015, ha pasado con más pena que gloria ganándose el despido. Los fallos individuales puntuales fueron también globales: imperdonable fue la actitud general en la visita al Betis (1-1), al Deportivo (2-1) y al Málaga (2-0).

Tampoco el problema estuvo en la portería. Ni en el lateral derecho, por más que el Barça haya echado de menos el empuje y la agresividad de Dani Alves, campeón de Liga y Copa con la Juventus y finalista en la Champions. Sergi Roberto se defendió como pudo y su nombre figura en los dos episodios más épicos de la temporada: el 6-1 al PSG y la cabalgada del 2-3 en el Bernabéu. 

LAS AUSENCIAS

Extraños episodios de ostracismo

Fue titular Sergi Roberto porque Aleix Vidal sufrió un extraño ostracismo (cinco partidos entre agosto y diciembre) a lo que se añadió su insólita boda un viernes en plena competición. Ter Stegen se casó el pasado lunes. Arda ha encadenado dos largas lesiones y Mathieu es baja desde Turín. Rafinha Neymar desaparecieron de la convocatoria por "enfermedad" y "molestias" la víspera de viajar a A Coruña tras el cumpleaños de la hermana de Neymar. Pero, en el fondo, el Barça solo echó de menos a Iniesta dosificado como nunca pese a carecer de sustituto.