VIOLENCIA EN EL FÚTBOL

"Se ha acabado. No haremos la grada de animación", sentencia el presidente azulgrana

Rosell admite que el club vendía 110 entradas a 10 euros a socios en los últimos partidos con el objetivo de que animaran

J. T. / Barcelona

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"Se ha terminado la historia. No haremos la grada de animación en el estadio". Sandro Rosell ha dado por finiquitado definitivamente su proyecto electoral de crear una grada de animación a raíz de la bengala lanzada durante el partido de Copa contra el Madrid hace una semana. El dirigente ha admitido que el club, desde el pasado enero, vendía "110 entradas en cada encuentro a 10 euros" a socios jóvenes con el objetivo de que animaran.

Sin embargo, como admitió la semana pasada el vicepresidente Jordi Cardoner, el uso que estos socios hacían posteriormente de esas entradas no era controlable por parte del club. Rosell también ha admitido que estos tíquets se vendían sin el conocimiento de los Mossos d'Esquadra. "Cometimos un error, seguramente nos hemos equivocado. Pero ya está, la historia se ha terminado", ha reiterado con el rostro muy serio.  

Boixos Nois, "unos chicos muy majos"

"Creo que es una decisión que no es buena para el club a medio y largo plazo", ha sentenciado Rosell sobre la determinación de descartar crear grupos de animación. Y ha justificado su afirmación en el hecho de que en el Camp Nou se anima poco. "Es uno de los estadios donde cuesta más animar. Lo queríamos hacer, pero siempre con tolerancia cero con la violencia... Pero no podrá ser".

Rosell ha admitido también que, durante la última precampaña electoral, habló con "representantes de los Boixos Nois y otros grupos de animación". Y ha justificado el hecho de reunirse con este grupo radical: "Perdonar también es un valor. Algunos eran y son socios del Barça, chicos muy majos, y quería intentar convertirlos en socios responsables". En algunos casos, es imposible. En este sentido, y ante la frustración de ver cómo el proyecto de la grada de animación se desvanece totalmente, Rosell ha admitido haberse sentido traicionado: "Seguramente nos hemos equivocado en el proceso, pero las personas que nos tenían que ayudar no nos han ayudado mucho".