Koponen: "Temí no volver a jugar"

Dos meses y medio largos han tardado en disfrutar los aficionados del Barça de Petteri Koponen (13 abril de 1988, Helsinki), una de las nuevas apuestas de la era Bartzokas.  Después de una larga baja, el base finlandés empieza a mostrar destellos de gran jugador, como apuntó el sábado en Murcia, donde anotó 23 puntos sin un solo fallo en la sexta victoria consecutiva de los azulgranas entre Euroliga y Liga Endesa, justo el número de partidos,  que Koponen lleva de vuelta en el equipo.

Atrás queda ya el grave accidente que sufrió a mediados de septiembre y que le provocó una conmoción cerebral, que lo ha tenido 39 días apartado de las canchas. Un coche se saltó un control y arrolló el taxi en el que viajaba de madrugada muy cerca de la Vila Olímpica. Koponen se despertó horas después en un hospital sin saber realmente lo que pasaba. “Solo recuerdo haber entrado en el taxi, darle la dirección de casa y nada más. Lo siguiente fue despertarme en el hospital y preguntar: ¿qué ha pasado? ¿dónde estoy? Entre las dos escenas, no recuerdo nada”.

"Los médicos me dijeron que debía estar contento de estar vivo y que había sido afortunado. Eso me abrió los ojos" 

Obligado a permanecer en la UCI del hospital durante unos cuantos días, sin hacer ninguna actividad, ni siquiera recibir llamadas telefónicas, lo primero que hizo Koponen fue maldecir la mala suerte. “Después de cuatro años en Moscú, donde todo el mundo dice que es una locura, pensé que era mala suerte venir aquí y que me pasara esto”, explica.

TRES SEMANAS DE MAREOS

El proceso de recuperación, además, fue lento y plagado de dudas, confiesa ahora el base barcelonista, que tras salir de la UCI estuvo recluido en su casa de la zona alta de Barcelona, donde se ha instalado con su mujer y su hija. “Después de tres semanas con mareos, con dolores de cabeza, llegó un momento en el que temí no volver a jugar”, reconoce ahora.

"Los médicos me dijeron que debía estar contento de estar vivo y de que era afortunado, porque habían visto a mucha gente en mi situación que no podían hacer una vida normal. Eso me abrió los ojos”, asegura ahora el jugador finlandés sobre la experiencia. “Son cosas que no piensas que te pueden pasar. Pero cuando lo vives, empiezas a disfrutar mucho más de las cosas que haces, de las pequeñas cosas. Te sientes mucho más feliz cuando saltas a la pista para jugar. Pones más corazón en lo que haces”.

Ahora el accidente es solo una mal recuerdo en la carrera de Koponen que se está adaptando a las mil maravillas a su nuevo equipo y gánandose los minutos que le da Bartzokas, como demostró con su exhibición en la cancha del UCAM Murcia: 23 puntos con cuatro canastas de dos, tres triples y seis tiros libres. “Quizá en algún otro partido había anotado todos mis tiros, pero no había conseguido tantos puntos. Empecé a anotar tiros y me sentí muy cómodo. Pero así es el baloncesto. Incluso los mejores jugadores como Curry tienen día malos, en los que no anotan un triple, y al día siguiente, anota 16 o 17”.

SÓLIDA TRAYECTORIA

“Cada día que pasa me siento mejor. Llevo dos semanas ya entrenando a todo ritmo y jugando sin restricciones”, explica Koponen, que se muestra encantado con esta nueva etapa en su carrera, que ha ido construyendo entre otros escenarios en Italia (cuatro temporadas en la Virtus Bolonia) y Rusia (cuatro temporadas en el Khimki).

“Se que el Barcelona es un gran paso en mi carrera”, cuenta. “Todo el mundo sabe que es uno de los mejores clubs en Europa. Y para mí es un gran honor llevar su camiseta”, añade Koponen, convertido en un fenómeno mediático en su país tras su fichaje por el BarçaBarça, por el que antes había pasado su compatriota Jari Litmanen, un media punta que tuvo a sus órdenes Van Gaal. “El otro diá en Murcia había 20 finlandeses siguiéndome y el viernes frente al Madrid en la Euroliga vendrán unos cuantos más”.

"Estamos esperando el momento de que todos estemos sanos para demostrar cuál es el verdadero nivel del Barça"     

Koponen explica que el apoyo de Tyrese Rice, con el que coincidió durante dos años en el Khimki, y también del técnico Bartzokas, ha acelerado su adaptación.

"Con Rice es la tercera temporada. Sabemos que es un gran jugador, pero además es una gran persona, un excelente compañero”, dice. “De Bartzokas me gusta mucho su filosofía y me identifico con su forma de jugar, ofensiva y defensivamente”, remarca, orgulloso por la forma en al que el equipo está respondiendo a las adversidades.  “Hemos conseguido grandes victorias como las de Tel AvivTel Aviv o frente al Madrid en casa. Y eso nos está dando mucha confianza”, comenta el base azulgrana.

“En un momento u otro, todos hemos padecido alguna lesión en este inicio de temporada y pienso que eso nos está haciendo más fuerte. Hemos demostrado que podemos competir contra cualquier equipo de Europa. Así que estamos esperando el momento cuando todo el mundo esté sano y podamos tener el equipo al completo para demostrar cual es el verdadero nivel del Barça y lo bien que podemos jugar”.