LA CRISIS DEL PALAU

Barça, el fracaso más sonado

El equipo barcelonista, que no caía en primera ronda desde hacía 12 años, certifica su peor Euroliga

Bartzokas da instrucciones a sus jugadores en un partido de Liga

Bartzokas da instrucciones a sus jugadores en un partido de Liga / periodico

LUIS MENDIOLA / BARCELONA

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Desde hace semanas, la eliminación del Barça en la Euroliga era la crónica de una muerte anunciada. Faltaba el cuándo. Pero que el equipo haya caído en la primera fase, lo que no sucedía desde hacía 12 años (desde la temporada 2004-05), que vaya a despedirse con un balance final negativo y su falta de competitividad, agravan la sensación de fracaso que deja el equipo de Bartzokas, un balance en el que las bajas no sirven de excusa. «Es una decepción. No lo esperábamos», admite el mánager general Rodrigo de la Fuente.

ESTRUCTURA AJENA AL BALONCESTO

La crisis ha estallado esta temporada en el Barça, pero hay que abrir el foco para buscar las causas que emanan del modelo, y que no se sostiene en la primera sección profesional del club (cerca de 28 millones de presupuesto).

Falta una estructura profesional como la de sus rivales directos, casi todos con un presidente ejecutivo o un cargo similar de plena dedicación. En el Madrid está el director de sección, Juan Carlos Sánchez, después de ser durante muchos años vicepresidente de la Federación Española. El Baskonia cuenta con un presidente ejecutivo, Josean Querejeta. El Fenerbahçe, con Maurizio Gherardini, durante años mánager general de los Raptors de la NBA.

En el Barça, los dos principales responsables en el organigrama, el directivo Joan Bladé, licenciado en medicina, y el director de deportes profesionales, Albert Soler, licenciado en INEFC y gestión pública, en cambio, no tenían relación con la canasta. Y el mánager general del club, Rodrigo de la Fuente, capitán azulgrana en la primera Euroliga, aterrizó en el cargo sin experiencia previa. Peor aún. El club cuenta con una minijunta, formada por siete personas muy vinculadas al baloncesto, como el exjugador Ferran Martínez, sin voz en las decisiones. «Hay cosas que cambiar, en mi cabeza las tengo muy claras», explica De la Fuente.

UN RELEVO TARDÍO EN EL BANQUILLO

El club fue incapaz de gestionar bien el final de la etapa de Xavi Pascual y preparar su relevo con margen. Hasta final de temporada no se hizo pública su salida, aunque se intuía. Hasta julio no se fichó a su sustituto, Georgios Bartzokas, el técnico que había eliminado a los azulgranas en la Euroliga con el Lokomotiv Kuban, aunque no era la primera opción. Era Sarunas Jasikevicius, que pretendía muchos cambios, que el club  no aceptó. Bartzokas, sin experiencia en la ACB, sí lo hizo y fue el elegido después de entrevistas con varios candidatos. 

UN EQUIPO DESCOMPENSADO

El Barça no solo inició la tempora condicionado por los muchos contratos vigentes de la época Creus (una decena), la marcha de Abrines y Satoransky a la NBA y una plantilla envejecida. También por su llegada tardía al mercado, que le hizo apostar por la renovación de Doellman y Dorsey.

Además construyó una plantilla descompensada: un solo base (Rice) y solo dos pívots (Tomic y Dorsey, este con problemas físicos) que las numerosas lesiones (más de una decena de gravedad) dejaron rápidamente en evidencia. Para cubrir las bajas, el Barça ha incorporado a cinco temporeros (Renfroe, Munford, Holmes, Faverani y recuperó al cedido Diagné), que apenas han aportado y han elevado a cerca de 40 la cifra de jugadores que pasado por el vestuario desde el 2010. Imposible la continuidad en un equipo en el que su referente, Navarro,  vive limitado por los problemas físicos. 

MALA DINÁMICA

Las lesiones, las entradas y salidas de jugadores, las tensiones internas (una multa de 5.000 euros por bajo rendimiento, contestada por algún jugador) han creado una mala dinámica que se refleja en la pista.

Es difícil intuir si Bartzokas, con las dificultades que se intuyen a un primer año, tiene el control del vestuario. Perdida la Copa y la Euroliga, las últimas esperanzas pasan por la Liga. «Queda un título por delante y tenemos muchas posiblidades», cuenta De la Fuente. El equipo es quinto en la ACB, lo que no le daría ventaja de pista en ninguna eliminatoria.