Confinamiento y mascarillas pasan factura: más miopía en niños y sequedad ocular en adultos

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¿Cómo están nuestros ojos después de diez meses de pandemia? Responden los expertos: el cambio de hábitos con un consumo intensivo de dispositivos tecnológicos y pantallas ha disparado las enfermedades oculares, también entre los más pequeños. Lucía Fernández-Vega, responsable de la unidad de Oftalmología Pediátrica del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, considera que el intenso trabajo de visión de cerca, ya sea con pantallas o con libros impresos, hace que ahora sean más prevalentes algunos síndromes oculares como puede ser el ojo seco o la fatiga visual e, incluso, que se acentúe, aumente o aparezca la miopía en el caso de los niños, algo a lo que contribuye en buena medida, a juicio de la especialista, la falta de luz solar y el esfuerzo contante de enfoque de cerca.

“Hemos apreciado un aumento del defecto de miopía por el uso excesivo de la visión de cerca y los escasos momentos de salidas al exterior, pero en pacientes infantiles ya diagnosticados no hemos detectado un empeoramiento, ya que en nuestra clínica no se ha dejado de atender ninguna urgencia en ningún momento de la pandemia”, subraya Fernández-Vega, que recomienda que se evite el uso excesivo de las pantallas entre la población infantil para cuidar la vista.

“El intenso trabajo de visión de cerca tiene un impacto en nuestra salud ocular, tanto de los adultos como de los niños, pudiendo provocar sequedad ocular y un aumento de la prevalencia de miopía. Por eso recomendamos que se alternen estas actividades de visión cercana con otras que requieran enfocar a lo lejos, como salidas al aire libre por ejemplo”, señala.

La sequedad ocular era un trastorno que ya presentaba una gran incidencia antes de la crisis del coronavirus, ya que el 21,6% de la población mayor de 40 años lo padecía, según datos de la Sociedad Española de Superficie Ocular y Córnea. Y ahora, el uso de la mascarilla está aumentando los casos o agudizándolos dado que, por la parte superior de la mascarilla, emerge un flujo de aire que llega hasta nuestros ojos de manera continua durante todo el tiempo que la llevamos puesta.

Esto puede provocar síntomas como la sensación de tener un cuerpo extraño o arenilla dentro del ojo, sequedad y/o enrojecimiento ocular, picor y escozor, lagrimeo, pesadez en los ojos e inflamación de los párpados (blefaritis). “Para prevenir la sequedad en los ojos, que constituye uno de los principales motivos de consulta oftalmológica en la actualidad, debemos tomar ciertas precauciones. Por ejemplo, asegurarnos de que la parte superior de la mascarilla nos queda bien ajustada, de manera que el aire salga por los lados o por debajo de ella”, recomiendan los expertos de Cinfa.

A nivel general, según Lucía Fernández-Vega, los síntomas que indican que algo no va bien en nuestros ojos pueden ser muy diversos, según la patología a la cual se asocien. Pero, ¿cómo averiguar si un niño tiene problemas de salud ocular? “La forma de averiguar si un niño tiene problemas de salud ocular es realizándole una completa revisión oftalmológica. Los pacientes con familiares miopes deben controlarse desde la infancia y la familia debe incidir, especialmente, en la edad preescolar y escolar precoz. De un modo general, es recomendable que los niños se hagan revisiones periódicas a partir de los 3 años de edad si no se ha presentado ningún problema ocular previamente. Hay que prestar atención si notamos que se acercan mucho a las cosas o que guiñan los ojos cuando se fijan en algo. También si sufren frecuentes dolores de cabeza, pues pueden ser síntoma de que el niño tiene problemas”, recomienda la especialista, que aconseja que los niños y adolescentes realicen sus tareas escolares en una zona ordenada, en un espacio abierto, amplio y con ventanas.

También, apunta, deben evitar acercarse demasiado al papel o la pantalla a la hora de realizar tareas como leer, escribir o dibujar.

“Es importante que realicen, al igual que los adultos, la regla 20-20-20, cada veinte minutos de trabajo de cerca, ya sea leyendo o estudiando con pantallas o libros impresos, se debe descansar veinte segundos mirando a lo lejos veinte pies; es decir, seis metros de distancia, relajando así la visión de cerca. Además recomendamos alternar estas actividades de trabajos de visión de cerca con pasar más tiempo al aire libre, pues puede proteger contra la aparición de la miopía”, apunta igualmente.

Los consejos, pues, de la responsable de la unidad de Oftalmología Pediátrica del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega para minimizar los efectos que la situación de confinamiento o semiconfinamiento actual son los siguientes: reducir el uso de la visión de cerca, mantener en la posible las actividades al aire libre para reducir el impacto y retrasar la aparición de la miopía en niños, cumplir con la regla 20-20-20, parpadear de manera voluntaria con cierta frecuencia, regular el brillo de los dispositivos electrónicos, mantener una iluminación correcta de la zona de trabajo u ocio para no forzar la vista, mantener una postura correcta, reducir el uso excesivo de lentillas, no frotarse los ojos y mantener hábitos saludables, como evitar el consumo de tabaco o seguir una alimentación equilibrada: “Elementos como el Omega 3 y las vitaminas A, C y E son beneficiosos para nuestra salud visual”, concluye la especialista.

Decálogo para cuidar los ojos durante la pandemia

  1.  Ajustar bien la parte superior de la mascarilla a la cara. “Asegúrate de que te queda bien pegada al puente de la nariz y bajo los ojos, con el fin de que el aire salga por los laterales o por la parte inferior, en vez de por arriba. Elige aquella que mejor se adapta a tu rostro y, si fuera necesario, puedes recurrir a un esparadrapo hipoalergénico para adherirla mejor. Esta precaución es especialmente importante si llevas gafas, a fin de evitar que las lentes se empañen y el vaho limite tu visión”, explican los expertos.
  2.  Cuidar la iluminación en el entorno de trabajo. “Para no forzar la vista, la luz debe estar concentrada en la zona de estudio o lectura, pero el resto del espacio no debe quedar a oscuras. Si la luz natural no es suficiente, puedes complementarla con lámparas”, dicen, y agregan: “Es importante que tampoco trabajes frente a una ventana, ya que la luz que entre a través de ella puede hacer difícil la adaptación ocular al brillo de la pantalla. También se debe buscar la mejor posición para evitar reflejos en el monitor o la tableta”.
  3.  Trabajar con un monitor en buenas condiciones. Su tamaño ha de ser suficiente y la imagen debe ser nítida y no emitir destellos, parpadear o vibrar. “Si es posible, usa un filtro o protector de pantalla y ajusta el brillo del monitor para rebajar su intensidad e incluso ajustar el tamaño de letra a tu capacidad visual”, recomiendan desde Cinfa.
  4.  Mantener textos y pantallas a unos 40 centímetros. La mejor distancia para leer es la que hay, aproximadamente, entre el codo y el puño. “Cuando leas, debes mantener los antebrazos apoyados sobre el plano de trabajo y, cuando mires la pantalla del ordenador, tus ojos han de formar con ella un ángulo de noventa grados. Si precisas gafas de lectura, empléalas, y si tienes dificultades para enfocar, deberías revisar tu visión con un especialista”, apuntan.
  5.  Realizar descansos periódicos. “Si estás utilizando un dispositivo electrónico, para durante 20 segundos cada 20-30 minutos para cerrar los ojos unos segundos (esto facilita la hidratación natural). Realiza movimientos oculares arriba y abajo, a los laterales y en diagonal, y mira a través de la ventana a algún objeto lejano, con el fin de relajar la musculatura del ojo”, señalan.
  6.  Parpadear con frecuencia. Es muy importante acordarse de parpadear con frecuencia mientras se trabaja, ya que una visión próxima que requiere concentración inhibe el parpadeo. Este es un mecanismo natural de secreción lagrimal y limpieza de la superficie ocular y previene el ojo seco.
  7.  Hidratar los ojos. “Si aun así notas esa sensación de arenilla o escozor que indican sequedad ocular, puedes recurrir a soluciones individuales de lágrima artificial que hidratan el ojo y mejoran la sintomatología. Y bebe mucha agua a lo largo del día; incluso refrescarse el rostro con agua fría puede ser muy útil”, recomiendan.
  8.  No abusar de los dispositivos electrónicos. La pandemia y el confinamiento han incrementado el número de horas que pasamos frente a móviles, ordenadores o tabletas, por lo que es recomendable alternar la exposición a pantallas con actividades que no las requieran, como juegos de mesa o pasatiempos, a juicio de los expertos.
  9.  Evitar los ambientes calurosos o demasiado secos. “El aire acondicionado y la calefacción por aire secan mucho el ambiente, por lo que no abuses de él en verano y si el frío te obliga a teletrabajar con la calefacción puesta, una buena idea es colocar humidificadores en la habitación. No olvides ventilar bien la habitación”, dicen desde Cinfa.
  10.  Revisar tu vista cada año y medio o dos años. Este estudio optométrico debe llevarse también a cabo en el momento en que notes fatiga visual, dolores de cabeza, modificaciones en la visión de lejos o de cerca o si disminuye tu rendimiento en los estudios o el trabajo.