LA BANDA BARCELONESA AUTOEDITA SU CUARTO DISCO

Enarbolando las bragas

Manos de Topo presentará 'Caminitos del deseo' el día 16 en [La 2] de la Sala Apolo

NÚRIA MARTORELL/ BARCELONA

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'Bragas bandera' es más que una de las nuevas canciones de Manos de Topo. Es una crítica a la frivolidad. Una canción de desamor. Una letra con guiños cinematográficos ("Kevin Costner baila ya solo con dinosaurios"). Una pieza que sirve de modelo del rumbo que ha tomado la banda barcelonesa tras tres años de sequía discográfica, rotos por fin con 'Caminitos del deseo'. "Nos ha salido un álbum bastante corpóreo -admite el batería, Rafa de los Arcos-. Un trabajo agudo, punzante, energético". Un compacto que presentarán el próximo día 16 en [La 2] de la sala Apolo y el 23 en El Café del Teatre de Lleida.

Manos de Topo sigue enarbolando su surrealismo quejumbroso y romántico. La voz llorona y lastimera de Miguel Ángel Blanca acentúa el punto grotesco de algunas de sus composiciones, en las que el ingenio también es marca de la casa. 'Fantasmas de tus agujeros' es el tema que abre el compacto y el que eligen para interpretar en acústico en EL PERIÓDICO. "Has llegado tarde al fin del mundo, ¡Prohibido enamorarse!", reza un estribillo candidato a himno. A grito de guerra.

Para la producción, han recurrido de nuevo a Ramón Rodríguez (The New Raemon) tras el buen resultado del disco anterior ('Escapar con el anticiclón'). "Le gusta lo que hacemos. Y comprende lo que queremos transmitir. Es complicado entender qué es Manos de Topo: un grupo un poco especialito", reconoce el cantante. "Lo entiende y reinterpreta para que tenga un punto más potente", puntualiza De los Arcos.

Códigos de humor y amor

En 'Caminitos del deseo', tanto las letras, en las que la cama sigue siendo un campo de batalla, como los instrumentos suenan más agresivos. Sara Fontán se luce con el violín y las pedaleras (más propias de una guitarra heavy). "La música tiene que hablar por sí misma. Literaturizar Manos de Topo no es fácil. Tenemos un sentido del humor codificado en la propia melodía de una manera muy particular", sostiene el batería. "Somos un grupo pop, lo que pasa es que él canta raro", ríe la violinista. "Tenemos un universo propio, basado en la voz; en las letras. Somos un grupo curioso en sí mismo", remacha el aludido.

La formación ha recurrido por primera vez a la autoedición y ha creado un sello, bautizado Collar de macarrones (como una de sus canciones). "El disco habla de la necesidad de salirte del camino. De explorar los márgenes para crear tus propios atajos. De esto van los temas, que reflejan cómo nos sentimos a nivel personal, sentimental y como grupo. Y de eso va la autoedición. Tras ocho años, necesitábamos eliminar intermediarios", explica Blanca. El cantante quiere subrayar que "cada disco es un filtro de lo vivido". Y que el humor es "una forma de purgarte".

"En estos tres años nos han pasado cosas bastante graves para estar enfadados; funerales, bodas, cambios en la banda... Situaciones convulsas que han dado pie a la agresividad y desesperanza que hay en el disco". Pero para letras explosivas, la de 'Tus bombas del Liceo'. "El disco en general habla también de la desobediencia. Para salirte de los caminos, hay que desobedecer. Y toda esta crisis que acarreamos, por mucho que digan que no, me produce rabia. Mucha rabia".