Albert Pla contrataca

Con Albert Pla Albert Plaes fácil instalarse en la duda de si el personaje ha devorado a la persona. Es un artista siempre escurridizo con los periodistas, capaz de hacer ver que no sabe quién es Barack Obama o, como en este último encuentro, no haberse enterado de que habrá una huelga general el 29-M. «Ah, pero ¿hay una huelga programada?», suelta con los ojos abiertos como platos. Sus respuestas son casi siempre desconcertantes. Y, en ocasiones, desesperadamente monosilábicas. Pero en las que realiza ante la cámara de vídeo (tras grabar en acústico para Música Directa su genial canción 'Antònia Font'), muestra una inusitada felicidad. E, incluso, hasta se explaya para explicar que esta noche representará 'Tenemos un problema' en el Poliorama, convertido en el primer cantante residente del teatro.

«Pues sí: tenemos un problema, entre otros. Pero Tenemos un problemas es el nombre de una gira en la que nos hemos embarcado Diego Cortés, con el que hace muchos años que toco, y yo. A pesar de todos los espectáculos que he ido haciendo por mi cuenta y él por la suya, siempre tenemos la suerte de volvernos a encontrar y hacer una serie de conciertos como el que ofreceremos esta noche en el Poliorama. Y no sé que más decir... Ir con Diego Cortés es un chollo para mí. Él lo hace todo y yo no hago nada. Y cobro yo, y no le doy nada. Es fantástico», asegura, entre risas.

GRANDES ÉXITOS

Este show supone un recorrido bilingüe por todos los éxitos de Pla. Cuenta con el único colchón que le proporciona este inspirado guitarrista flamenco. Y el cantautor de Sabadell se crece como un sorprendente y divertido hombre orquesta. «Con Diego nunca te has de ceñir a ningún guión, aunque con esto no quiero decir que hacerlo me disguste, todo tan medidito y tal... Pero con él se ha de reconocer que la libertad es absoluta: te invita a refrescar las canciones, a recuperar alguna que casi no he cantado, a hacer una versión surrealista o a ir improvisando sobre la marcha».

Lo cierto es que cada vez que ambos comparten un escenario, Pla se siente con las manos libres y el cuerpo desatado para teatralizar a sus anchas sus canciones y alcanzar una poética inusual, devastadora y electrizante.

UNA VEZ AL MES

Sobre su okupación del céntrico teatro, asegura sentirse «afortunado» de que le dejen la sala  «una vez al mes». Y así será en principio hasta que finalice el 2012 -«bueno, en agosto haré vacaciones y volveré en septiembre», avisa-. Y siempre caerá en martes, sin que sea una fecha fija (se adaptará a su agenda y a la de la programación del local).

«En cada actuación invitaré a algún artista o músico con el que haya trabajado, o no tanto… Entonces, estuve ya con Pascal Comelade [en enero y después en febrero, a raíz del éxito que cosecharon]. Esta noche la cita es con Cortés, y en abril volveré a estar con él, además de con Judit Farrés [juntos ya trabajaron en, por ejemplo, el inolvidable montaje Cançons d'amor i droga] y con la micropoetisa Ajo [cantante, agitadora y personaje de referencia de la contracultura madrileña]. Y el mes que viene -sigue relatando-, pues todavía no lo sé, pero ya se me ocurrirá algo», suspira.

Pla explica que los proyectos se le amontonan. «Tengo en marcha unos siete u ocho -dice-. Este año la idea es acabar la gira de Somiatruites con Comelade e ir pensando ya en montar otro espectáculo». Se estrenaron como tándem con La diferencia, en el 2008, y esta última y genial gamberrada conjunta la estrenaron en otoño del 2010, en el Festival Temporada Alta.

«Y con Cortés también me gustaría presentar el año que viene algo totalmente nuevo. Y todavía tengo muchas más cosas pendientes que no quiero adelantar. Porque proyectos nunca me han faltado -insiste-. El problema es hacerlos todos, y uno detrás de otro. Esto te puede llevar muchos años, porque luego va y se te cuela un montaje antiguo y es un lío... Todo depende de las circunstancias, claro. Pero pero siempre acaban surgiendo cosas que se me cruzan».