LA PENA MÁXIMAS

El relato de la tanda de penaltis que llevó a Argentina a la cima: El milagroso ‘Dibu’ Martínez

Dibu Martínez festeja el penalti que le detuvo a Coman, el delantero francés.

Dibu Martínez festeja el penalti que le detuvo a Coman, el delantero francés. / Reuters

Marcos López

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Acabado el partido y agotada la prórroga se llegó a la tanda de penaltis. Le tocó primero elegir la portería a Messi, quien había ganado el sorteo. Escogió, claro, donde estaban los miles y miles de aficionados. Después el sorteo favoreció a la selección francesa, que eligió tirar primero. Entonces, tanto Scaloni, técnico argentino, como Deschamps, entrenador galo, escogieron a sus primeros lanzadores. No había duda porque vista la experiencia de Brasil donde Neymar se quedó sin tirar el quinto ya que caía eliminada ante Croacia, ambos seleccionadores decidieron apostar por sus estrellas.

Argentina - Francia | La tanda de penaltis

MEDIAPRO

Tiró primero Mbappé, tiró primero Messi.

Mbappé, (gol, 1-0)

Estaba cargado de tensión el lanzamiento del delantero del Paris SG. Y no solo por ser el primero sino porque llevaba ya dos penaltis lanzados. Ambos marcados (uno en el tiempo reglamentario; otro en la prórroga). Ambos a la derecha del ‘Dibu’ Martínez que llegó a rozar la pelota, pero no pudo detenerla. Mbappé tiró el tercero al mismo sitio, volvió a rozarlo el meta argentino, pero no pudo pararlo. Iba al mismo sitio. A su derecha

Messi, (gol, 1-1)

Era el segundo penalti de Leo en la final. En el primero, cuando no se llevaba ni media hora de partido, lanzó a la izquierda de Lloris. Pero en la tanda cambió de sitio. Escogió a la derecha del guardameta francés, al que engañó con un último movimiento del cuerpo. En ambos lanzamientos eligió ser delicado y suave en vez de la furia con la que acostumbra a tirarlos.

'Dibu' Martínez festeja el penalti que le paró a Coman en la tanda.

'Dibu' Martínez festeja el penalti que le paró a Coman en la tanda. / Reuters

Coman, para Dibu Martínez (1-1)

De nuevo aparecieron las manos milagrosas del meta de Argentina. Justo en el momento en que más lo necesitaba su selección. Y su país. Tiró el jugador del Bayern Múnich y lo hizo al mismo sitio que Mbappé. A la derecha del ‘Dibu’. Pero este, felino y ágil, llegó a tiempo para rechazar la pelota abriendo la primera ventaja para la albiceleste. Lo paró prácticamente con la cara porque la pelota golpeó previamente en su cuerpo.

Dybala (gol, 1-2)

Lo sacó Scaloni para tirar el penalti. No ha tenido influencia alguna en el torneo, pero el técnico confió en el talento del centrocampista del Roma. Tomó más distancia que el resto de sus compañeros y golpeó con la pierna izquierda. Lloris se precipitó porque se tiró a su izquierda cuando la pelota, caprichosa ella, se coló por el centro de la portería.

Tchouaméni (tira fuera, 1-2)

Ajustó tanto y tanto su lanzamiento el centrocampista del Madrid que se le marchó fuera. Tiró a la derecha del ‘Dibu’ como si siguieran una consigna porque ahí habían lanzado antes Mbappé (gol) y Coman (parado). Pero su disparo no encontró la portería en ningún momento. Se marchó rozando el poste derecho argentino. Deschamps, cazado por las cámaras, no quería ni mirar. Cuando miró ya estaba casi la pelota fuera.

Paredes (gol, 1-3)

Con esos dos errores consecutivos de los franceses, Paredes, otro de los suplentes usados por Scaloni en esta tanda, no equivocó el tercer penalti. No engañó a Lloris. El meta francés se tiró a la derecha, pero no tuvo tiempo para atrapar ese disparo del centrocampista argentino.

Kolo Mouani (gol, 2-3)

Máxima presión tenía el delantero francés porque si fallaba le costaba el título a Francia. Tenía a todo un país detrás suyo. No se puso nada nervioso. Él cumplió con su trabajo porque anotó el penalti, por mucho que el ‘Dibu’ le intentara intimidar con movimientos desde la línea de gol. Soltó un derechazo duro Kolo Mouani que entró prácticamente por el centro de la portería para alimentar las mínimas esperanzas de Francia.

Gonzalo Montiel convierte el penalti decisivo de la final.

Gonzalo Montiel convierte el penalti decisivo de la final. / JEWEL SAMAD

Montiel (gol, 2-4)

El destino estuvo caprichoso. Fue Montiel el autor del penalti que permitió a Mbappé igualar en la prórroga. Y a Montiel le correspondía lanzar el cuarto. Si anotaba, Argentina era campeona del mundo. Entonces, el defensa del Sevilla firmó un derechazo imponente y preciso. Imponente porque ahuyentó la presión y lo ajustó de tal manera a la derecha de Lloris, a quien engañó totalmente. El meta galo se tiró a la izquierda y Montiel acunó la pelota en el rincón derecho. Argentina ya era campeona del mundo.