NI CIENCIA, NI ARTE

De Eloy-1986 a Busquets-2022, el trágico e indescifrable misterio de los penaltis

Cuatro mundiales, cinco tandas de penaltis y cuatro perdidas certifican el desamor de España

Bono, el portero de Marruecos, detiene el penalti lanzado por Busquets.

Bono, el portero de Marruecos, detiene el penalti lanzado por Busquets. / Afp

Marcos López

Marcos López

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ni ciencia es. Ni tampoco un arte. Un penalti, por muchos años que pasen y estudios de big data que se hayan incorporando recientemente, sigue siendo un misterio indescifrable. Misterio trágico para España y que afecta a todos por igual porque no entiende de mitos (Messi también falla y Neymar traza extrañas curvas antes de lanzarlos) ni, por supuesto, de excelentes delanteros como se ha visto con Lewandowski (un gol, y fue en la repetición, en sus tres últimos lanzamientos, incluyendo Barça y Polonia).

A la derecha, tiró Eloy en México hace 36 años. A la derecha se tiró Jean Marie Pfaff, el experto meta belga (22 de junio 1986). Y lo paró. A la derecha tiró Busquets en Doha. A la derecha se tiró Bono (6 diciembre 2022). Y lo paró. Unidos ambos jugadores españoles por ese dolor deportivo que les acompañará siempre con un tímido e insulso disparo, desprovisto de la puntería necesaria.

"Fue más culpa mía que acierto de Pfaff porque contacté mal con el balón. Además, la hierba en los campos de México estaba muy alta", reconoció el delantero asturiano al diario AS años más tarde sin olvidar jamás ese error que consideró el peor momento de su carrera deportiva. "En los penaltis nos ha salido cruz", argumentó el centrocampista azulgrana y capitán de España.

Es una ciencia en la que lanzar primero, como recalca Piqué, tiene ventaja porque produce un impacto emocional en el tirador del equipo rival al tiempo que le atormenta de presión. Es una ciencia, según sostenía Luis Enrique, quien asistió al tratado de impotencia de su equipo tras ordenar previamente a sus 23 jugadores de campo llegar a Doha con una precisa rutina en el disparo desde los 11 metros. Una rutina que no ejecutaron.

Sucumbir a la presión

"¿Los penaltis? Hace más de un año avisé a los jugadores para que llegaran al Mundial con 1.000 penaltis tirados. Para mí, no son una lotería", argumentó el técnico asturiano. "Si lo has entrenado, lo tirarás mejor. La presión del momento es algo que dice mucho del jugador", añadió luego.

El primer penalti de España lanzado por Sarabia se estrelló en el poste izquierdo de Bono.

El primer penalti de España lanzado por Sarabia se estrelló en el poste izquierdo de Bono. / Afp

Es una presión que coloca al futbolista ante el momento más dramático de su carrera deportiva. Ellos contra un portero. Ellos, en realidad, contra el mundo. Desde Eloy, quien erró el penalti decisivo en México-86 ante Bélgica, a Busquets, que aparece en la foto final de la caída en Qatar-2022, se establece un hilo argumental que perdura por encima de cualquier generación. ¿De todas? De todas, no.

Cesc, o la excepción del 2008

Hay una excepción y pertenece, como es normal, a la Edad de Oro del fútbol español (2008—2012) donde una tanda de penaltis eliminó a Italia en cuartos de final de la Eurocopa y quebró un techo de cristal que impedía crecer. Sucedió en el 2008 y llevaba la firma de Cesc Fàbregas.

Bono rechaza el penalti, segundo de España, lanzado por Carlos Soler,

Bono rechaza el penalti, segundo de España, lanzado por Carlos Soler, / Europa Press

"Fue mi primer penalti desde que tenía 15 años", aseguró luego. ¿Qué ciencia existe ahí pues? Habían pasado seis años desde que tiró por última vez antes de burlarse con inteligencia de Buffon. El experto meta italiano se tiró a su derecha y el novato español envió la pelota, dulce y precisa, a su izquierda.

"No hay secretos. Aunque te prepares , es intuición"

— Bono, portero de Marruecos

La ciencia existe cuando Luis Enrique ordenó salir a Pablo Sarabia (16 penaltis, 16 goles) a dos minutos del final de la prórroga. Salió y tiró el penalti. No engañó a Bono, quien no agarró la pelota, que topó, caprichosa ella, en la base del poste izquierdo marroquí. Con el Sevilla, el portero había detenido ocho de los 24 penaltis que le lanzaron. Con su selección, y en una sola tanda, dos de tres.

Bono detiene el penalti lanzado por Busquets en la tanda decisiva del Marruecos-España.

Bono detiene el penalti lanzado por Busquets en la tanda decisiva del Marruecos-España. / -

"No hay secreto, aunque te prepares, es una cosa de intuición", sostuvo luego Bono con ese tono sereno y tranquilo que exhibe siempre, incluso después de ser investido héroe nacional en su país. Es el segundo portero en la historia de un Mundial que deja su portería a cero en una tanda de penaltis tras Oleksander Shovkovsky en un Suiza-Ucrania (Mundial 2006).

"Había visto que lo tiraba ahí", dijo con indiferencia sobre el infalible Sarabia. De Carlos Soler, capaz de marcar hasta tres penaltis al Madrid en un mismo partido, no tenía Bono excesivas referencias (17 goles en 19 intentos). Y de Busquets, inusual en este arte en el Barça pero no con España. Falló uno en la Eurocopa del año pasado. Engañó al meta suizo Sommer, pero el poste derecho repelió su disparo. Sí, eligió la misma dirección que ante Marruecos donde se topó con Bono.

"¿Los penaltis? Hace más de un año avisé a los jugadores para que llegaran al Mundial con 1.000 penaltis tirados. Para mí, no son una lotería", avisó sin éxito Luis Enrique

La chuleta de Unai

Mientras Unai Simón, recibía una chuleta de Juanjo González, el entrenador de porteros de la selección, el meta marroquí charlaba relajadamente con sus compañeros. No solo se entrena la táctica sino también la mente, capaz de sucumbir como le ocurrió en su día a Roberto Baggio, cuyo penalti fallado en la final del Mundial de EEUU-1994, le dio el título a la Brasil de Romário y Bebeto.

O el propio Messi, que falló uno decisivo ante el Madrid en la Champions y tiene el negativo récord de ser el primer jugador en fallar en dos Mundiales distintos: ante Suiza en Rusia-2018 y Polonia en Qatar-2022. Desde que llegó Gareth Southgate al banquillo inglés ha sublimado el estudio del lanzamiento, tanto en los dos últimos mundiales como en la última Eurocopa que se celebró en su país.

Hakim Ziyech engaña a Unai Simón en la tanda de penaltis del Marruecos-España de la Copa del Mundo de Catar.

Hakim Ziyech engaña a Unai Simón en la tanda de penaltis del Marruecos-España de la Copa del Mundo de Catar. / Dpa / Robert Michael

Estudió la FA (federación inglesa), según reveló ‘The Athletic’, la psicología que rodea a ese momento, las características del portero rival y, sobre todo, el momento en que debe ejecutarse, manejándose incluso estudios, como el realizado por Daniele Caliari, un académico de Berlín, quien estudió más de 4.000 lanzamientos donde apreció que los suplentes tienen un menor rango de eficacia. Poseen un 8% menos de eficacia y, sobre todo, los que aparecieron entre los 46 y 75 minutos fueron menos fiables.

Tiradores que salieron desde el banquillo

Dos de los tres lanzadores de España (Sarabia y Soler) procedían del banquillo. Y fueron, además, especialmente elegidos por su talento para este arte por el propio Luis Enrique. “Imaginaros el ojo que tengo. A los tres primeros los escogí yo y luego dejé que los jugadores eligieran a los otros dos”, reconoció el técnico asturiano tras la eliminación.

Luis Enrique, abatido durante el Marruecos-España en Doha.

Luis Enrique, abatido durante el Marruecos-España en Doha. / Efe

"Siempre he pensado que puedes entrenar un penalti", recalcaba Louis van Gaal ya en Brasil-2014, uno de los ideólogos tácticos de Luis Enrique. Uno de los entrenadores que en aquel Mundial cambió de portero para eliminar a Costa Rica en la tanda de penaltis. Y funcionó. Quitó a Cillessen, el titular, y puso a Tim Krul, experimentado portero del Newcastle.

Intimidó esa sorprendente sustitución (último minuto de la prórroga) de tal manera que paró dos penaltis y llevó a aquella Holanda a la semifinal. Encajó Krul el primer penalti, paró el segundo a Brian Ruiz (se tiró felinamente a su izquierda), encajó luego tercero y cuarto hasta que en el quinto y decisivo lanzamiento extendió su gigantesco brazo izquierdo para repelir felinamente a su izquierda el tiro de Umana.

Noppert, el portero, Van Gaal y Memphis, de espaldas, en el entrenamiento de la selección neerlandesa en Doha.

Noppert, el portero, Van Gaal y Memphis, de espaldas, en el entrenamiento de la selección neerlandesa en Doha. / Afp

La libreta de Van Gaal se salió con la suya. Y eso que el meta suplente no era un especialista. Justo antes del Mundial había recibido cinco penaltis. Los cinco acabaron en gol. Y solo había parado dos en su carrera profesional. Dos paró luego en una sola tanda y en una cita de enorme carga emocional. Desde entonces, mejoró su rendimiento.

"No los entrené, sabían a donde iban a tirar los españoles", dijo Afinkeev, el meta ruso, que detuvo los lanzamientos de Koke e Iago Aspas, que eliminaron a la selección del Mundial-2018

No solo por él sino porque vieron lo que realizó en Brasil. Cillessen se quedó bajo la portería en la semifinal contra Argentina porque Van Gaal ya había agotado los tres cambios y no paró ninguno. Marcaron Messi, Garay, Kun Agüero y Maxi. Y la estadística indica que en la historia de los Mundiales hay una tasa de acierto del 70% en los penaltis.

En el 2018, España caía ante Rusia también en la misma ronda (octavos) y por idéntica vía (penalti). En el primero, marcó Iniesta. El segundo lo anotó Piqué. El tercero lo falló Koke, que tiró, tal si fuera Eloy o Busi, a la derecha, permitiendo al meta ruso Afinkeev pararlo. Luego, anotó Sergio Ramos. Y el quinto y decisivo lo falló Iago Aspas, quien tiró tan centrado, que le dio tiempo al guardameta a sacar su pie izquierdo. "No los entrené porque ya sabía donde tirarían los españoles", pregonó después Afinkeev.

Bono tampoco necesitó entrenarlo porque la España de Luis Enrique no tuvo ni ciencia. Ni tampoco arte.

Suscríbete para seguir leyendo