La pizarra de Luis Enrique

Las claves tácticas de la histórica goleada de España a Costa Rica

La selección de Luis Enrique desarboló por completo a su rival con una salida de balón impoluta, récord de pases totales y un ataque dinámico y demoledor.

Gavi celebra un gol con Ferran Torres.

Gavi celebra un gol con Ferran Torres. / RFEF

Raúl Paniagua

Raúl Paniagua

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Se esperaba con expectación el estreno de España en Qatar. Existía un cierto respeto por los tropiezos anteriores de otras favoritas, como Argentina y Alemania, pero la selección de Luis Enrique firmó un debut fantástico. Su goleada histórica ante Costa Rica pasa a formar parte de los libros de historia de los Mundiales. El preparador asturiano, como casi siempre, volvió a dejar su sello en la alineación y en la pizarra. Todo le salió bien.

Ni un disparo de Costa Rica

Sabía Luis Enrique que España tendría mucho balón (acabó con un 76% de posesión) y apostó por Rodri como compañero de Laporte en el eje de la zaga, un recurso que ya había probado con éxito en la Liga de las Naciones, especialmente ante Portugal. Volvió a funcionar. Es cierto que Costa Rica no ofreció gran resistencia (ni un disparo, ni a puerta ni fuera), pero el futbolista del City cumplió con su cometido, como el resto de la defensa. Unai fue un espectador más (iba de negro, por si no lo vieron). Rodri sumó el mayor porcentaje de acierto en los pases del partido (97,9%) y no cometió ni una sola falta. Un partido impoluto como central. 

Rodri controla el balón, cerca del costarricense Borges.

Rodri controla el balón, cerca del costarricense Borges. / RFEF

El balón fue rojo: récord de 1.060 pases

"A esto se gana con el dominio del balón", proclamó Luis Enrique nada más acabar el choque. España batió el récord de pases en un partido de Mundial sin prórroga (1.060 pases) con el faro Busquets, el exquisito Pedri y un fantástico Gavi combinando de maravilla. Eficientes en las presión y acertados con el balón, los tres azulgranas convirtieron el partido en un monólogo de España a la espera de un examen más duro, como el de Alemania. El interior andaluz, el goleador más joven en una Copa del Mundo desde <strong>Pelé</strong>, fue el MVP con 13,07 kilómetros recorridos, siete duelos ganados, cinco faltas recibidas y un golazo.

Ataque dinámico y demoledor

Optó el seleccionador por ubicar a Asensio en el centro del ataque en lugar de Morata y dejó las bandas para Ferran (derecha) y Olmo (izquierda). Los tres intercambiaron sus posiciones con acierto y criterio. Olmo, recién recuperado de una lesión en el Leipzig, aportó profundidad; Asensio, habitual suplente en el Madrid, se movió con clarividencia y Ferran, negado habitualmente con el Barça, exhibió su eficacia. Los tres marcaron en un partido que se completó con el tanto final de Morata

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