MUNDIAL DE F1

Fernando Alonso acaba tercero en el Gran Premio de Arabia Saudí tras el suspense con una sanción

El piloto asturiano debió esperar hasta última hora de la noche, cuando le anularon una sanción, para celebrar su podio número 100 en una carrera dominada por los Red Bull de Checo Pérez, primero, y Max Verstappen, segundo

El monoplaza de Alonso.

El monoplaza de Alonso.

Laura López Albiac

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Definitivamente, Red Bull está en otra dimensión. Después del doblete con el que Max Verstappen y Sergio Pérez inauguraron la temporada en Bahrein, el Gran Premio de Arabia Saudi, la segunda cita del calendario más ambicioso de la historia de la Fórmula 1, con 23 fines de semana de acción, constató la superioridad de los de Milton Keynes y repitió el mismo guión en Jeddah, aunque con orden invertido y una gran victoria del mexicano, la quinta en su cuenta.

Fernando Alonso, en clara desventaja ante la punta de velocidad del RB19, se las ingenió para exprimir al máximo su Aston Martin y volvió ser el tercero en discordia, el ‘mejor del resto’. Un segundo podio que se aguó después de la carrera al recibir una sanción de 10 segundos de penalización por no cumplir adecuadamente una sanción previa de 5 segundos al no colocar bien el coche en la salida. No obstante, a última hora de la noche, la organización le anuló la sanción y pudo celebrar el podio número 100.

Alonso había colocado en la parrilla de salida su monoplaza demasiado a la izquierda, no más de medio metro. Eso le valió una sanción de cinco segundos. Cuando entró el safety car a mitad de carrera, el asturiano aprovechó para cumplir la penalización, pero resulta que un mecánico tocó el gato antes de esos 5 segundos y según el reglamento de la FIA, eso no se puede hacer. Otra sanción de 10 segundos y como George Russell llegó a poco más de seis segundos de Alonso, le arrebató provisionalmente el tercer puesto. Hasta que la apelación de Aston Martin surtió efecto.

Hachazo y sanción

“A ver si soy capaz de mantener a este león detrás”, decía Sergio Pérez antes de la carrera, en referencia a Alonso. El mexicano, autor de la pole, no se fiaba del bicampeón español, que partía segundo en parrilla por primera vez desde Canadá 2022. Y acertó de pleno en sus sospechas. Cuando se apagaron los semáforos, el asturiano le ganó la partida. Checo trató de cerrarle pero Fernando llegó a la primera curva por delante. Los comisarios de la FIA arruinaron su escalada anunciando una sanción de 5” por “posición incorrecta” en la salida. Daba igual. En cuanto tuvo DRS, el Red Bull de Pérez le pasó como un ‘avión’. Alonso, que ya lo esperaba, siguió el guión previsto y trató de pegarse al RB19 para distanciar a Russell, tercero, y así mitigar la penalización en su primera parada.

Por detrás, dos de los grandes favoritos, Leclerc y Verstappen, venían en modo ataque, remontando desde el fondo de la parrilla. El monegasco apostó por una estrategia de neumáticos diferente al resto de rivales y comenzó con blandos. Desde el 12º puesto en parrilla, tras penalizar por recurrir a la tercera centralita electrónica, el de Ferrari dio alcance a su compañero Carlos Sainz en apenas catorce vueltas. A Verstappen, que había partido 15º tras el inoportuno fallo técnico del sábado en Q2, cuando rompió un palier de su coche, le bastó con los Pirelli medios, la elección mayoritaria de salida, para llegar a las posiciones de podio.

La remontada de Verstappen

Un safety car provocado por la avería del compañero de Alonso en Aston Martin, Lance Stroll en la vuelta 18 volvió a agrupar al pelotón y perjudicó a Ferrari, cuando Leclerc y Sainz ya habían hecho su ‘pit stop’. La carrera se relanzó con 30 vueltas por delante y pensando en un planteamiento a una parada. El nuevo paquete de baja carga aerodinámica de Red Bull para Jeddah le daba ‘alas’ a Pérez y al campeón Verstappen, demoledor en su escalada. Hamilton , el único con medios entre los favoritos, dio cuenta de Sainz, mientras Max lanzaba un fulgurante ataque sobre Russell. En media carrera, los Red Bull eran una ‘apisonadora’ y solo Alonso resistía en la batalla, perseguido por los dos Mercedes.

Sin órdenes de equipo, impensables a estas alturas de campeonato, Pérez y Verstappen se ensarzaron en un pulso vibrante, rodando ambos a un ritmo impresionante, a golpe de vuelta rápida y acariciando los muros, camino del segundo doblete de la temporada para Red Bull. Alonso no podía igualar los parciales de ‘infarto’ de los dos hombres que le precedían, pero sí mantenía a raya a Russell, confirmando que sigue siendo el mejor en pista tras los ‘intocables’ Red Bull. Por eso cuando Verstappen alertó de un problema en su monoplaza a falta de diez vueltas, Fernando ‘olió la sangre’ y se multiplicó al volante. Fue un espejismo. Pérez y Verstappen se aseguraron las dos primeras plazas del podio y Alonso fue de nuevo, el mejor entre los ‘mortales’. Incluso se permitió elevar su renta sobre Russell a 5.138, tras ser advertido por radio que podía tener otra sanción de 5" al final de la carrera. Y así fue. O mejor dicho, fue de 10 segundos, que le apartó del podio.

Mucho menos positivas fueron las sensaciones de Ferrari tras el segundo gran premio de la temporada. Si en Bahrein sufrieron más que nadie por la degradación, en Arabia, con un asfalto menos agresivo y una configuración que sobre el papel les favorecía, ni Sainz ni Leclerc lograron tampoco su objetivo. El madrileño terminó sexto y Leclerc, séptimo. Otra decepción en Maranello.

El Aston Martin “funciona en todas partes”

Resultado al margen, para Aston Martin y Alonso la mejor noticia es que el rendimiento del AMR23 en dos circuitos radicalmente distintos como son Bahrein y Arabia. "Los test de invierno y la primera carrera fueron en Bahrein y nos fue muy bien, pero no habíamos probado el coche en ninguna otra pista, así que era importante venir a Jeddah y ver si seguíamos siendo fuertes. Lo somos y es un gran alivio y una motivación extra para el equipo, porque el coche funciona en todas partes”. De hecho, Fernando advirtió que la próxima carrera, en otro escenario tan particular como el de Albert Park, en Melbourne, servirá para calibrar de forma “mucho más precisa”, los objetivos reales esta temporada.