Verstappen hace historia en México

Max Verstappen, que se proclamó campeón del mundo en Japón el pasado 9 de octubre, compite ahora para hacer historia. El de Red Bull impuso su ley en el Gran Premio de México y conquistó su 14ª victoria de una temporada en la que nadie ha podido hacerle frente. Justo lo que necesitaba el neerlandés, que con este resultado consigue desmarcarse como el piloto con más triunfos en un mismo curso, después de igualar en Austin el récord que compartían Michael Schumacher (2004) y Sebastian Vettel (2013).

En una carrera de estrategia y bastante menos intensa que la precedente en Estados Unidos, Verstappen, que arrancó en pole por sexta ocasión este año, sufrió menos de lo esperado ante los Mercedes, que desperdiciaron su oportunidad más clara para conseguir su primer triunfo del año. Ante la impotencia de los Ferrari en un circuito a 2000 metros de altitud y nada propicio a las características del F1-75, Hamilton y Russell no lograron poner en apuros al bicampeón, que dominó de principio a fin y subió al podio acompañado por el heptacampeón británico y el héroe local Sergio Pérez, tercero. Carlos Sainz , sin opciones, concluyó quinto y Fernando Alonso se despidió anticipadamente, entre lamentos, después de que un nuevo problema técnico arruinase su carrera a falta de cinco vueltas: “Increíble, vaya temporada llevamos”.”.

Max, bajo presión

Aunque se esperaba ‘lío’ en la salida, teniendo en cuenta los 811 metros hasta la primera curva, una de las mayores distancias en los circuitos del Mundial, no hubo incidentes. Verstappen, sin rebufo, aguantó la pole y no tardó en poner tierra de por medio gracias a su apuesta de entrada por los blandos, el mismo compuesto elegido por Ferrari, en contraste con los medios que montaban los dos Mercedes.

Hamilton y también ‘Checo’, muy agresivo en la primera vuelta, le ganaron la posición a Russell, mientras que Sainz, quinto, conservó su ventaja con Leclerc, y tras ellos se situó un motivado Fernando Alonso, también con el compuesto medio de Pirelli, que escaló desde la novena a la séptima posición, beneficiado por la pésima salida de Bottas.

Hamilton era el único que seguía desafiando a Verstappen a golpe de vuelta rápida en los primeros compases de una carrera muy larga (71 vueltas), mientras Pérez trataba de contener la reacción de Russell y pronto se puso de manifiesto que Leclerc no tenía el ritmo de Sainz.

Los neumáticos, claves

El rendimiento del neumático blando se reveló sorprendente, pese a las altas temperaturas en Ciudad de México, con lo que las primeras paradas comenzaron más tarde de lo previsto. Pérez sufrió un pit stop lento que le complicó más las cosas para desesperación de sus seguidores, los más de 400.000 aficionados que abarrotaban las gradas del Autódromo Hermanos Rodríguez volcados en el piloto de Guadalajara.

Verstappen paró una vuelta más tarde que su compañero (25) para volver a pista con medios. Hamilton se puso provisionalmente en cabeza, con altas expectativas en vistas al final de carrera, siempre que pudiese culminar su plan a una única parada.

Más récords a la vista

Ferrari volvió a fallar en el pit stop de Sainz y Mercedes llamó primero a Hamilton, que montó los duros para afrontar las últimas 41 vueltas. Russell entró cinco vueltas más tarde, también con duros. Una estrategia que pasaba por esperar que Verstappen tuviese degradación y necesitara ir a dos paradas. Alonso, buscando su oportunidad, retrasó su pit stop al máximo para abordar las últimas 30 vueltas igualmente con duros. El asturiano empujó hasta que el motor de su Alpine dijo basta y se consumó su quinto abandono del año.

‘Mad’ Max continuó intratable, con una magnífica gestión de las gomas, y conservó su ventaja hasta el final. Quedan dos grandes premios para que concluya la temporada, Brasil y Abu Dhabi, y de continuar la tendencia, la voracidad del campeón puede llevarle a elevar su récord de efectividad hasta las 16 victorias. Una gran noticia para él y Red Bull, pero sin duda, muy lejos del desenlace soñado por la F1 que no ha conseguido su propósito de tener un Mundial más competido y con mínimas diferencias.