Hamilton toca fondo en Imola

“Quizá no tiene hambre porque está acostumbrado al caviar”. Antonio Lobato, comentarista de la F1 en DAZN y Movistar, encontró el ejemplo perfecto para resumir la crisis deportiva que atraviesa Lewis Hamilton en 2022. El heptacampeón británico vivió uno de sus peores domingos de carreras en Imola. En la vuelta 40 se vio doblado por el vencedor Max Verstappen, algo insólito para el piloto de Mercedes, que cruzó la meta en 13ª posición. Toto Wolff le pidió disculpas por radio: “Lewis, perdón por darte un coche inconducible, no te lo mereces”.

Claro que con ese mismo coche, un W13 que sufre graves problemas de ‘porpoising’ y degradación y que incluso defrauda en su aspecto, el nuevo compañero de Hamilton, George Russell, fue capaz de terminar cuarto. “George estuvo mejor, pero no es suficiente, no si queremos pelear por las victorias. Hay que trabajar duro y buscar soluciones”, concedió Wolff, jefe de la escudería que ha encadenado los últimos ocho títulos mundiales, ejerciendo una superioridad abrumadora en la anterior era híbrida.

Pero lo cierto es que Russell ha logrado acabar las cuatro carreras de 2022 en el Top 5 y ha sumado 19 puntos más que Lewis.

Hamilton conquistó su primera corona con McLaren en 2008 y la siguiente temporada pasó por una situación similar a la actual, cuando los de Woking no pudieron darle un monoplaza que pudiera desafiar al efímero BrawnGP de Ross Brawn y su doble difusor. Terminó quinto en el campeonato y no pasó del cuarto puesto en las tres campañas posteriores. Se dio cuenta de que necesitaba un drástico cambio de aires y fichó por Mercedes en 2013. Apostó por las ‘flechas plateadas’ sin muchas garantías, pero en un par de años consiguió tener un coche ganador. Claramente superior. Caviar.

Hundido

"Intentaré recuperar de la mejor forma posible, pero estoy fuera del campeonato, seguro. No hay duda de eso” admitía Hamilton, hundido tras la cura de humildad en Imola. “Creo que el equipo está... esto es muy difícil, todos lo sienten y todos están cabizbajos, dando lo mejor de sí mismos. Así que no hay nadie que se dé por vencido y todos están tratando de avanzar lo más rápido que pueden".

A pesar de las buenas intenciones de su equipo, Lewis no alberga demasiadas esperanzas para el próximo GP de Miami: "No puedo decir que esté particularmente ansioso por este momento, pero estoy seguro de que durante la semana llegaré a un punto positivo de mente. Estaré en la fábrica esta semana para trabajar con los muchachos y ver qué podemos mejorar”.