GP DE AUSTRIA

Verstappen frustra el primer triunfo de Leclerc con una controvertida maniobra

Max Verstappen, ante la grada holandesa del circuito austriaco.

Max Verstappen, ante la grada holandesa del circuito austriaco. / periodico

Miguel Martínez

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Son la nueva generación, dos talentos inmensos, dos chicos de 21 años, que brindaron la mejor carrera del año en un final de infarto. Es la primera lucha de muchas que la historia tiene reservado para Charles Leclerc y Max Verstappen. Ganó el holandés para delirio de miles de fans vestidos de naranja en Spielberg, y perdió la batalla el monegasco, la segunda oportunidad del año para sumar la primera victoria de su carrera.

Formaron la primera línea de la parrilla más joven de la historia y el primer golpe de teatro llego al apagarse las luces. El holandés, del que se esperaba una lucha feroz con Leclerc (ambos con cuentas pendientes desde el mundial de karting), soltó el embrague con demasiada violencia y el sistema anticalado de su Red Bull entró de forma automática. Le adelantaron Bottas, Hamilton, Norris, Raikkonen (un Alfa Romeo rodaba cuarto por primera vez desde 1984). Vettel… De segundo pasó a séptimo, pero eso no le amilanó.

Hamilton por debajo de su nivel

Lewis Hamilton se borró de la lucha poco después. El inglés, ganador de seis de las nueve carreras disputadas esta temporada, había logrado el segundo mejor tiempo en clasificación, y además, había pasado de la Q-2 a la Q-3 con el neumático medio que le permitía ser optimista en la estrategia de carrera al arrancar con una goma más dura a pesar de un sanciòn —finalmente arranco cuarto—, pero el inglés abusó de los pianos, subió su Mercedes demasiadas veces por unas bananas y el alerón delantero no aguantó. Perdió 11 segundos en el cambio de ruedas para poder añadir el cambio del ala. Tampoco Vettel supuso una amenaza.  Nunca rodó en tiempos del otro Ferrari de Leclerc, y además, un problema en la comunicación de radio del equipo propició un tiempo extra, unos seis segundos, en el cambio de ruedas del alemán.

Así que mediada la carrera, después de las paradas en boxes, Leclerc era líder con Valteri Bottas —en teoría el rival más dócil de los cinco primeros— a su espalda, por delante de Vettel, Verstappen y Hamilton, todos ellos en solo 10 segundos en la vuelta 43 de un total de 71.

Vettel, por detrás

Mientras Leclerc gestionaba la carrera mimando sus neumáticos, vigilando la  temperaturas, cuidando el consumo, Verstappen, que había salido con neumáticos medios, llegaba con las gomas mucho más frescas al final. El holandés se fue primero a por Vettel, al que liquidó en tres vueltas, y después sobre Bottas, al que se merendó de un bocado al primer intento. Y luego llegó la maravillosa lucha en las cuatro vueltas finales con Leclerc, al que adelantó no sin polémica después de no dejarle espacio y tras golpear rueda contra rueda. "Son las carreras, por eso estamos en F-1, de otra forma nos hubiéramos quedado en casa”, explicó Max. 

"Yo estaba en el exterior, en la vuelta anterior me había dejado espacio, pero en esa no. No es manera de adelantar", explicó Leclerc, sabedor de que el incidente quedó bajo investigación. Junto a Max y Leclerc, la remontada de Carlos Sainz fue el otro gran punto de interés, Sin abandonos, sin coche de seguridad, sin ninguna ayuda extra, Sainz estableció un ritmo tremendo para remontar desde la última posición y dar cuenta de Kubica, Magnussen, Rusell, Kvyat, Grosjean, Albon, Ricciardo, Strolz, Hulkenberg, Pérez, Giovinazzi, Raikkonen… Se los merendó a todos para ser octavo.